Acaba de publicarse en linea, y con acceso libre, un amplio artículo de Brian Hayden, en el que este veterano etnoarqueólogo aborda una revisión historiográfica de las evidencias sobre la organización social de las poblaciones neandertales.
A partir de los datos, muchos de ellos de trabajos recientes, Hayden hace explícita una serie de razonamientos, discusiones y propuestas (y algunas especulaciones puras, todo hay que decirlo) de notable interés.
Antes de continuar, una breve nota:
Etnoarqueólogo: Término que usamos habitualmente para referirnos a los investigadores que utilizan sus conocimientos etnograficos y antropológicos (sobre sociedades actuales y sub-actuales), y los aplican al estudio arqueológico de sociedades ya desaparecidas (como las del Paleolítico). Para una visión más académica, se puede consultar la entrada de wikipedia de Etnoarqueología, aunque yo casi prefiero la versión en inglés (Etnoarchaeology).
Esta nota viene a cuento de que B. Hayden es, como adelantaba arriba, un experimentado etnoarqueólogo y ese hecho no es accesorio al enfoque y al contenido de su trabajo.
El trabajo en sí: Puntos de partida
Volviendo al artículo que nos ocupa, su título es Neandertal social structure?, y se ha publicado en el Oxford Journal of Archaeology. El texto se puede leer en línea de manera gratuita.
El punto de partida de Hayden está en las propuestas sobre las incapacidades cognitivas y sociales de los Neandertales, hechas por toda una serie de autores a los que nos hemos referido en muchas ocasiones (cómo C. Gamble, C. Stringer, S. J. Mithen, G. Pettitt o P. Mellars entre otros).
En el guache sobre cartón Antropoides (1909), Kupka ilustra, con sentido del humor (¡y el amor!), la visión de los pre-humanos más salvajes y primitivos. A la luz de la sabiduría de M. Boule, el Hombre de Neandertal había encontrado su lugar.
Segun dichos autores, y bajo la sombra del prejuicio pionero de Marcelin Boule, los Neandertales carecían de toda una serie de capacidades básicas de la humanidad moderna: Concepción del tiempo, capacidad de habla, habilidades simbólicas, capacidad de innovar o incluso de trabajar materiales cómo el hueso o el asta, posibilidad de establecer relaciones a larga distancia, una organización social mínima, distribución espacial de las actividades, etc.
A la luz de estas controvertidas propuestas (discutidas por muchos, incluído el autor de este blog), Hayden se hace la pregunta del millón ¿Tienen esas ideas alguna base en la evidencia arqueológica de los grupos neandertales?
Tamaño del grupo y organización del espacio de hábitat
En primer lugar el autor se ocupa de comparar el tamaño posible de los grupos de cazadores-recolectores neandertales, y de analizar la organización y distribución del espacio en sus campamentos, para compararlo con los datos etnográficos sobre otras sociedades de cazadores-recolectores.
La evidencia se basa principalmente en dos yacimientos en abrigos rocosos (Abric Romaní en Europa y Tor Faraj en el Levante mediterráneo) y en el asentamiento al aire libre de Molodova I, con informaciones puntuales de otros sitios arqueológicos.
Plano esquemático del abrigo de Tor Faraj mostrando la posición de los hogares y las posiciones de descanso de 16 individuos. Si los hogares centrales también se incluyeran en la distribución del espacio de descanso, siete personas mas podrían haber estado presentes (Figura 4, Hayden 2012).
A partir de los datos, la conclusión de Hayden es que las bandas o grupos neandertales tendrían entre 12 y 28 miembros. Es decir, cómo las bandas de cazadores-recolectores actuales y sub-actuales. Y tenían una organización del espacio doméstico que es prácticamente igual que la documentada por la etnografía de cazadores-recolectores.
Densidad de población, tamaño de los territorios, agrupaciones y redes sociales
En los siguientes apartados, Hayden recoge las diferentes propuestas, y coincide con la mayoría de los autores en que:
- La evidencia arqueológica (cantidad de yacimientos) sugiere que las densidades de población serían muy bajas para los Neandertales europeos (aunque obviamente sostenibles durante decenas de milenios)
- Los datos de movilidad, cómo los obtenidos del estudio de movimiento de materias primas líticas, señalan que los territorios controlados por los diferentes grupos serían relativamente pequeños (pero dentro de los márgenes de los cazadores-recolectores conocidos etnográficamente).
Donde Hayden más critica las otras propuestas (cómo las de H. M. Wobst, A. Gilman y A. Burke) es en que se pueda igualar baja densidad poblacional a falta de estructura social, de redes supra-grupales, o de etnicidad.
Desde su experiencia sobre la etnografía de Australia, y del bosque sub-boreal canadiense, el autor considera probado que, en regiones con bajas densidades de población y territorios pequeños, se forman todo tipo redes supra-grupales (para intercambio de bienes y parejas) y, obviamente, etnicidades. Esto se cumple también para sociedades tecnológicamente muy sencillas, cómo algunas de las australianas, que no utilizaban medios de transporte (trineos, canoas, animales) ni apenas tecnología para la conservación de los alimentos.
En ese sentido, y volviendo a los Neandertales, Hayden sugiere que algunos sitios (cómo el de Mauran, donde se documentó el abatimiento y procesado de más de 4000 bisontes a lo largo de varios siglos o quizás un milenio) podrían ser interpretados como focos de agrupación estacional de varias bandas, lo que conllevaría -como hipótesis- reuniones de varios cientos de individuos. Su argumento es que, en el caso de Mauran, se ha descartado que en las cacerías se abatieran pequeños rebaños de bisontes, por una única razón: equivocadamente, se piensa que la estructura poblacional de los neandertales no lo permitiría. Sin embargo, sus observaciones etnográficas, como las que hemos visto arriba, demuestran que dichas reuniones no son en absoluto improbables. Es normal que, en areas de bajísima densidad poblacional, se reúnan varios cientos de individuos en reuniones anuales.
Jerarquización y estatus social
A continuación el autor se centra en posibles indicadores de diferencias en el estatus o de estatus concretos dentro de los grupos y entre los grupos de Neandertales. En la primera parte se refiere específicamente a la división sexual del trabajo, un hecho que, según la literatura etnográfica, es bastante universal en las sociedades de cazadores-recolectores recientes. Sobre este tema, Hayden discute la afirmación de Kuhn y Stiner (2006) de que los Neandertales carecían de división sexual del trabajo.
La propuesta de aquellos autores es que la alimentación básicamente carnívora de los Neandertales, centrada en los grandes mamíferos, requeriría de la participación de todo el grupo. Sería una situación contraria a la de los cazadores-recolectores recientes, y de los Humanos Anatómicamente Modernos (HAM) del Paleolítico superior, que tendrían una marcada división sexual del trabajo. Asi, además de una diferencia, se ofrece una importante ventaja adaptativa de los HAM, más eficientes a la hora de ocupar los mismos territorios.
Sin embargo, Hayden desmonta esta hipótesis de manera convincente, al señalar que:
- En las sociedades etnográficas de cazadores-recolectores, la división sexual del trabajo es igual o más marcada entre los cazadores/carnívoros "puros" (como muchos grupos árticos).
- Estudios recientes demuestran el consumo habitual de recursos vegetales (recolectados) por parte de, al menos, algunos grupos neandertales.
En la segunda parte, aborda de manera más general, posibles o hipotéticos indicadores de estatus, como los enterramientos (en términos de ¿porqué se entierra a algunos individuos y no a otros? y ¿porqué determinados enterramientos son diferentes? ¿porque ciertos lugares se convierten en cementerios?), el uso de pieles y colmillos de carnívoros, el posible uso de pigmentos minerales para la decoración de pieles o vestimentas, y la obtención de plumas de aves rapaces sin valor utilitario evidente.
La última posible evidencia que señala Hayden son los hipotéticos "santuarios profundos", lugares situados en el interior de sistemas de cuevas (cómo Bruniquel o la Galeria Schoepflin de Arcy-sur-Cure), donde no llega la luz solar, y se ha probado que los Neandertales accedieron, hicieron fuego, y construyeron pequeñas estructuras (para 4-5 personas). En su opinión se trata de lugares con algún tipo de carácter ritual, que pueden deberse a las actividades de sub-grupos con estatus especial, dentro de las sociedades de cazadores-recolectores.
Plano del "santuario" de Bruniquel (Rouzaud et al., 1996).
Cómo hipótesis explicativa general, Hayden sugiere que las diferencias de estatus y la jerarquización podrían surgir en lugares y momentos donde se da una concentración especialmente rica de recursos, de forma que las diferencias se derivan del control de los mismos, por parte de ciertos grupos o individuos.
Algunos elementos de crítica
Sin querer desmerecer un magnífico trabajo, con el que coincido en casi todos los temas importantes, hay algunos aspectos del artículo de Hayden que merecen un comentario y quizás una cierta crítica.
En primer lugar, en lo referido a la territorialidad y la movilidad de los Neandertales, la base que utiliza Hayden es el trabajo sobre captación y transporte de materia prima lítica, de Féblot-Agustins (1993). El problema es que este trabajo, aunque es una importante síntesis de comienzos de los años 90, no refleja el avance de las investigaciones y dos aspectos hoy fundamentales:
Por un lado, el análisis de Féblot-Agustins no tiene muy en cuenta las diferencias en cómo se producen/usan las herramientas, entre el conjunto de las materias importadas, y el de las materias locales. Esto es importante porque de ello depende cómo se organiza todo el sistema económico en el que se inserta ese utillaje de piedra. Y por tanto, es un tema de organización de la producción, no necesariamente de contactos y movilidad.
Lo que quiero decir, sin extenderme demasiado, es que la importación de materias primas puede reflejar movimientos y contactos a larga distancia, pero la ausencia de importación no equivale a ausencia de movimientos o contactos; sólo nos informa sobre cómo organizaban o gestionaban la obtención y el uso de la materia prima.
Por otro lado, desde comienzos de los 90, se han ofrecido casos específicos que señalan a una importación y movilidad de las materias primas, entre los Neandertales, muy superior a lo que se deduce de la síntesis de Féblot-Agustins.
Por ejemplo, el caso de Axlor, donde, a lo largo de la secuencia de Paleolítico medio no sólo el sílex es la materia prima dominante, sino que siempre es importado de distancias superiores a los 25 km., y las fuentes de aprovisionamiento (costa cantábrica, Sierra de Urbasa, Burgos) cambian a lo largo del tiempo y se hallan en biotopos muy diferentes (Rios Garaizar, 2007).
En cuanto a las cuestiones de estatus y diferenciación social, quizás Hayden es demasiado voluntarioso en varias de sus propuestas. Algunos de los aspectos que señala (como el uso de colorantes) no necesariamente se relacionan con el estatus social, y otros pueden ser indicadores generales de etnicidad, más que de estatus (cómo el uso de plumas de aves rapaces). En cuanto a los "santuarios profundos", desde luego la evidencia es sugerente -sobre todo en Bruniquel-, pero faltaría en mi opinión algún objeto de carácter simbólico más claro, para estar seguros de que se trata de ese tipo de función ritual.
Por último, señalar que comparto y celebro la propuesta de fondo de Hayden: que las diferencias entre el Paleolítico medio y el superior se explican por fenómenos de cambio histórico en sociedades de cazadores-recolectores, y no por diferencias cognitivas entre Neandertales y HAM. Pero no coincido en los mecanismos que Hayden propone para el cambio social, con la tecnología o la innovación cómo motores del proceso.
Considero que la tecnología y la innovación tecnológica son vitales en la evolución de las sociedades de cazadores-recolectores pleistocenos (y en la Prehistoria en general), pero pienso que las innovaciones se explican mejor cómo soluciones o respuestas a contradicciones y limitaciones, que las sociedades van encontrando, y que son consecuencia de sus propios cambios internos, por sus dinámicas y sus desequilibrios sociales.
Es decir, que las relaciones entre las personas, y los grupos cambian y crean tensiones y desequilibrios. Y es en ese contexto, en el que se producen innovaciones y cambio tecnológico. Y todo ello deviene, unidos los diferentes aspectos, en cambio histórico.
Valoración final
El trabajo de Hayden es más que recomendable, y el hecho de que se pueda acceder a él de manera libre y gratuita sólo lo hace más interesante. Es desde luego una síntesis muy completa; y sus reflexiones, aunque ocasionalmente rozan lo especulativo, son en un 99% válidas, y -sobre todo- enormemente útiles para los investigadores.
En concreto, me parece que el trabajo de Hayden puede suponer un punto de partida que mira hacia el futuro, para proponer o guiar las líneas de investigación de los próximos años, en el cambiante panorama de los estudios sobre las sociedades neandertales.
Referencia de Research Blogging
HAYDEN, B. (2012). NEANDERTAL SOCIAL STRUCTURE? Oxford Journal of Archaeology, 31 (1), 1-26 DOI: 10.1111/j.1468-0092.2011.00376.x
Bibliografía adicional:
Burke, A. 2006: Neandertal settlement patterns in Crimea: A landscape approach. Journal of Anthropological Archaeology 25, 510–23.
Farizy, C., David, F. and Jaubert, J. 1994: Hommes et Bisons du Paléolithique Moyen à Mauran (Haute-Garonne) (Paris, CNRS Editions).
Féblot-augustins, J. 1993: Mobility strategies in the Late Middle Palaeolithic of Central Europe and Western Europe. Journal of Anthropological Archaeology 12, 211–65.
Gilman, A. 1984: Explaining the Upper Paleolithic revolution. In Spriggs, M. (ed.), Marxist Perspectives in Archaeology (Cambridge), 115–26.
Henry, D. 2011: Late Levantine Mousterian spatial patterns at landscape and intrasite scales in Southern Jordan. In Le Tensorer, J.-M., Jagher, R. and Otte, M. (eds.), The Lower and Middle Palaeolithic in the Middle East and Neighbouring Regions (Liège, ERAUL), 1–18.
Kuhn, S. and Stiner, M. 2006: What's a mother to do? The division of labor among Neandertals and modern humans in Eurasia. Current Anthropology 47, 953–80.
Rios Garaizar, 2007: Industria lítica y sociedad en la transición del Paleolítico medio al superior en torno al Golfo de Vizcaya. Tesis Doctoral, U. de Cantabria.
Wobst, H.m. 1975: The demography of finite populations and the origins of the incest taboo. Memoirs of the Society for American Archaeology 30, 75–81.
Millán gracias por comentar ampliamente el articulo; es muy interesante; todas las conclusiones ya se suponían; la principal novedad para mi es la interpretación sobre la posibilidad de diferencias sociales; aunque es un poco especulativa, como decías, tampoco sería muy de extrtañar; ahora ha salido un trabajo sobre la posibilidad de los inicios de la estratificación social hace unos 13.000 años; aunque es raro que antes de existir cominidades sedentarias se den estas diferencias nunca se sabe.
ResponderEliminarMe gustaría, con tu perniso, hacer un post sobre estre artículo utilizando como fuente principal tu crítica.
Un saludo!!
Gracias por tu comentario, David. Por supuesto tienes mi permiso y te recomiendo tb. los comentarios de MariaLluisa en su blog, sobre el mismo tema.
ResponderEliminarCon lo de la complejidad social hace 13,000 años supongo que te refieres al proyecto de los compañeros del CSIC en Siria (J. Ibánez, X. Terradas y otros). Tienes que tener en cuenta que el contexto, el momento histórico y el ambiente son completamente diferentes.
Estamos hablando de cazadores-recolectores natufienses, que aquí denominaríamos epipaleolíticos, que están inmersos en una serie de complejos procesos (que mis compañeros tratan de explicar) y que van a desembocar (unos pocos milenios más tarde) en las primeras sociedades propiamente productoras (el Neolítico pre-cerámico). Son sociedades probablemente acumuladoras, con asentamientos y casas (como puedes ver en las fotografías de la nota de prensa) bastante estables, quizás con una movilidad reducida y con una marcada territorialidad (que tb. parece que se refleja en los comportamientos funerarios). Seguramente estas poblaciones tb. están ejerciendo un creciente control sobre ciertas plantas y su recolección, que desembocará en la posterior domesticación de los cereales, etc...
No es raro que en ese marco, y seguramente también con unas densidades de población mucho mayores (que en la Europa pleistocena) y en aumento rápido, se empiecen a dar diferentes fenómenos que no podemos llamar -propiamente- complejidad o estratificación social, pero sí que apuntan de forma clara a esas realidades que "cuajarán" en el Neolítico.
Pero todo esto, como decía, está -en mi opinión- muy lejos, en todos los ejes significativos, del PM europeo.
Respecto al trabajo de Hayden, para mi la principal novedad es que aporta sus conocimientos de etnografía/antropología y los aplica (de manera explícita y general, basándose en inferencias y razonamientos) a la evidencia, tratando de contrastar si lo que se ha dicho sobre las formas de vida de los Neandertales es cierto o no.
ResponderEliminarEsto es algo que muchos arqueólogos venimos proponiendo desde hace tiempo, pero por nuestra falta de conocimiento sobre la literatura etnográfica de cazadores-recolectores, muy pocas veces se hace de forma organizada y sistemática.
En la misma linea, lo que más resaltaría del trabajo de Hayden es algo que muchos veníamos diciendo de manera más intuitiva, y es que en las cuestiones estructurales, básicas, de la organización social de los cazadores-recolectores neandertales, realmente no hay diferencias significativas con las algunas sociedades CC-RR recientes. Eso significa que no hay más razones para deducir que los Neandertales eran "tontos", en base a su cultura material, de las que hay para deducir lo mismo de los CC-RR recientes.
Hola Millán!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el post, desde luego que es fascinante que podamos conocer ciertos aspectos de cómo vivian las sociedades neandertales de hace 50.000 años.
Llegados a este punto, uno se hace la misma pregunta que Hayden: los neandertales eran realmente diferentes de nosotros?
Gracias por tu comentario, Maria Lluisa :)
ResponderEliminarYo tiendo a pensar, de manera optimista, que refinando la metodología entre toda la comunidad investigadora, y cada vez con mayores medios técnicos y tecnológicos, podremos ir sabiendo más y más cosas de esas sociedades. Aunque de vez en cuando me da el bajón "pesimista", y pienso en cuantas cosas no podremos saber nunca, porque simplemente, la evidencia, se ha perdido por completo (por ejemplo, el 99,999999999...% de la materia vegetal que usaban estas sociedades, o cómo eran sus idiomas y dialectos).
"Aunque de vez en cuando me da el bajón "pesimista", y pienso en cuantas cosas no podremos saber nunca, porque simplemente, la evidencia, se ha perdido por completo (por ejemplo, el 99,999999999...% de la materia vegetal que usaban estas sociedades, o cómo eran sus idiomas y dialectos)."
ResponderEliminarEso sí... pero me parece fascinante que hayamos podido llegar hasta donde hemos llegado. Claro que siempre habrá cosas de los neandertales y de otras sociedades del pasado que no sabremos nunca (a no ser que alguien descubra un campamento neandertal congelado cerca del círculo polar) pero eso ya lo sabíamos de entrada ;)
Hola Millán,
ResponderEliminar"Por supuesto tienes mi permiso y te recomiendo tb. los comentarios de MariaLluisa en su blog, sobre el mismo tema."
Muchas gracias!!!ya lo estoy terminando, aunque sigue la estructura de tu post en su mayor parte. También son muy interesantes las reflexiones de Maria Lluisa, sobre todo la reflexión final. ¿en que somos diferentes?
"supongo que te refieres al proyecto de los compañeros del CSIC en Siria (J. Ibánez, X. Terradas y otros)"
Sí, me refería a este trabajo; es cierto que el contexto es totalmente distinto, pero bueno, nunca se sabe, a pesar de que pensar en diferencias sociales entre los neandertales con las evidencias que hay es un poco especulativo, pero atrevido también, y hay que aplaudir cualquier sugerencia que pueda hacernos dudar de los paradigmas científicos comúnmente aceptados, en mi opinión.
Respecto a la diferencia sexual del trabajo; me parece lógico; además me he vuelto a leer el post que hiciste hace tiempo “Infancia, Género y aprendizaje (en clave neandertal), y la mención a la especialización de las mujeres Konso en e trabajo de la piedra con el objetivo final de utilizar los útiles para trabajar la piel.
ResponderEliminarTambién las mujeres de la tribu samburu realizan diversas tareas, desde la recogida de madera, recolección, etc…hasta el mantenimiento de sus cabañas, las manyattas.
Yo creo que, independientemente del sexo, habría especialistas en diversas tareas; sería lo más lógico para rentabilizar los recursos y asegurar el éxito del grupo.
Por cierto, ahora es más difícil comentar en Blogger, la clave que pide es muy difícil, la he fallado varias veces, también en otros blogs, y me imagino que también en el mío. No se si lo van a dejar así o lo podemos modificar.
Un saludo!!
Quizás debamos dejar de hablar de "los otros" cuando nos referimos a los neandertales. Creo que cada vez es más difícil seguir manteniendo que somos dos especies diferentes, máxime cuando sabemos que ambos grupos humanos podían tener descendencia fértil. Los datos son cada vez más tenaces, minimizando las diferencias a unas determinadas formas anatómicas e igualando comportamientos y capacidades. Dos subespecies a lo sumo. Es sólo una reflexión personal.
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