"Bueno, a ver... ¿de qué nos vas a hablar hoy"?
En este post voy a tratar un estudio de 2012 sobre restos de grandes mamíferos (sobre todo mamuts) del yacimiento neandertal de Molodova I, y en concreto del nivel 4 de dicho sitio.
Localización de Molodova I en Ucrania (Demay et al. 2012)
Pero antes conviene hacer unas reflexiones generales para contextualizar el trabajo.
"Buf, ya empezamos..."
En los últimos tiempos (seguramente se pueda decir años), además de nuevas excavaciones y descubrimientos en relación a los Neandertales, ha habido otro tipo de aportaciones decisivas a nuestro conocimiento sobre aquellas gentes: Me refiero a las revisiones de materiales y yacimientos conocidos de antiguo (S. XIX y sobre todo XX). En ese sentido, se han ido revisando toda una serie de yacimientos "clásicos" que aportan información sobre esas poblaciones humanas que vivieron en Europa y Asia durante el Pleistoceno.
Como sin duda los lectores de este blog sabrán, novedades y revisiones forman parte por igual del proceso de construcción del conocimiento científico. Pero, en este caso, también han estado muy relacionadas con una serie de cambios en los paradigmas y en los modelos que construimos para interpretar y explicar las sociedades neandertales.
Esos cambios han hecho que, a medida que se conocían las novedades y revisiones en los campos de la paleoantropología y la arqueología de los Neandertales, haya ido cambiando la visión que la mayor parte de la comunidad científica tiene de "esa otra humanidad" (en palabras de Svante Päävo).
El punto de partida, el "paradigma anterior", ha sido explicado en varias ocasiones en este blog: Se trataba de una visión de las gentes neandertales como hominidos muy "arcaicos", "poco evolucionados" (sic), intelectualmente muy inferiores a los "humanos modernos", sin apenas cultura material (sólo los instrumentos más simples), y sin capacidad simbólica o ideológica.
La situación actual nos lleva a paradigma muy diferente, y mucho más ajustado a la realidad de la evidencia científica (arqueológica, paleoantropológica, etc.) que existe hoy en día.
Pero de hecho, y es algo que no debe pasar desapercibido, los cambios en los modelos generales y las propuestas sobre "cómo eran" aquellos humanos no han sucedido "solos". Han venido de mano del trabajo de muchos arqueólogos/as y antropólogos/as. De equipos de investigación que veían como su experiencia científica, y las evidencias que iban desenterrando y estudiando, no se correspondían con los modelos dominantes (de la manifiesta inferioridad cognitiva de los Neandertales).
Esos modelos eran, por otro lado, demasiado simplistas. Y estaban a veces teñidos de ideología (p. e. el mito del progreso), y de un mal entendido adaptacionismo. Ese "mal comprendido" adaptacionismo derivaba en interpretaciones de corte etológico (comportamiento animal estricto) o "pseudo-colonialista".
Es decir, que se aplicaban modelos en los que se hacía funcionar a las poblaciones humanas de cazadores-recolectores de un modo poco relacionado con lo que se quería explicar:
- O bien como si fueran otros animales distintos de los humanos. Esto es, animales sin una cultura material e inmaterial, que interacciona con el entorno, los individuos y los grupos;
- O bien como si fuera un proceso "colonial" moderno, olvidando que los procesos históricos de grupos de cazadores-recolectores no pueden explicarse del mismo modo que la Historia Moderna y Contemporánea de "Occidente".
Afortunadamente, (al menos una parte de) esos prejuicios, pre-concepciones y lugares comunes se han ido superando. Y además, las evidencias arqueológicas y paleoantropológicas -incluyendo cada vez más las genéticas- han permitido, como decíamos, ofrecer modelos más precisos y ajustados a lo que sabemos en realidad.
En estos nuevos modelos se presenta a las sociedades neandertales como grupos de cazadores-recolectores pleistocenos, dotados de una cierta complejidad social, económica, ideológica y simbólica, no muy diferente de la que tradicionalmente se otorga a las poblaciones del Paleolítico superior. Y, además, se ha podido constatar que los Neandertales poseían unas capacidades intelectuales equiparables a las de los llamados "humanos modernos".
"Si, humm, muy bien, pero... ¿Podemos ir al grano?"
Volviendo a lo que decíamos al principio, además de nuevas excavaciones y descubrimientos, la revisión de materiales, yacimientos y restos "clásicos" (como los descubiertos desde finales del S. XIX y durante el S. XX) ha sido de gran importancia a la hora de cambiar nuestras visiones sobre los Neandertales.
Precisamente en este ámbito se inscribe el estudio que revisamos a continuación, un análisis arqueozoológico de los restos de fauna (y, sobre todo, de los huesos de mamut) del yacimiento ucraniano de Molodova I (Nivel 4), llevado a cabo por L. Demay, S. Péan y M. Patou-Mathis.
"Vaaaale, huesos de mamuts, en Ucrania, estudiados ¿Y qué, algo más?"
En primer lugar, hay que decir que Molodova I es un yacimiento conocido desde los años 20 del S. XX, y excavado desde los 50. Después, se han sucedido estudios, interpretaciones y críticas sobre la naturaleza de sus impresionantes acumulaciones de restos de mamuts, y en particular sobre la existencia (o no) de una posible cabaña hecha con dichos huesos. Esos materiales arqueológicos se encontraron en un nivel o estrato arqueológico bien definido, que se denominó el Nivel 4.
Plano de Molodova I nivel 4, según Chernysh (1982) con anotación de Demay et al. (2012).
No hay restos humanos, pero la cronología (más de 45ka BP, y dentro del OIS 3) deja bastante claro que el conjunto se puede atribuir a los Neandertales. Y desde un punto de vista técnico y tipológico es un sitio Musteriense. Es decir, se trata de elementos de cultura material que en la Europa pleistocena se asocian de manera exclusiva a las poblaciones neandertales.
En cuanto al nuevo estudio de los restos de mamuts (y otros animales) sus aportaciones pueden enumerarse de la siguiente forma:
- Los restos de mamuts provienen de animales cazados y también de otros carroñeados. Esta es una aportación significativa, porque prueba que las capacidades de planificación, coordinación y ejecución de aquellos Neandertales eran suficientes para cazar esos paquidermos (enormes, gregarios y peligrosos). Por otro lado, la co-aportación de recursos de la caza y del carroñeo es, de hecho, lo esperable. Es el comportamiento habitual tanto en la mayoría de los grandes carnívoros, como en numerosos grupos de cazadores-recolectores sub-actuales.
- Los restos corresponden a un mínimo de 15 mamuts de diferentes edades y de ambos sexos, lo que supone un aporte cárnico muy importante (un mínimo de 7,5 Tm de carne). Esto sugiere fuertemente (de hecho, un sólo mamut ya lo haría) que se trata de una ocupación humana de un grupo grande de cazadores-recolectores. Y, además, es muy posible que se trate de una ocupación recurrente.
- Los mamuts fueron aprovechados como alimento (carne) y como elementos de construcción (huesos). En concreto, se escogieron los grandes huesos largos (como los de las patas), los grandes huesos "planos" (huesos de la pelvis, del cráneo, etc.), defensas, y espinas vertebrales completas o semi-completas (que probablemente tendrían aún cartílagos uniendo las vértebras) para construir una estructura de habitación. Los huesos formaban un círculo, que componía los cimientos y el zócalo de una cabaña de madera, o quizás un robusto para-vientos de materiales también perecederos.
- Dentro de la estructura se realizaron la mayor parte de las actividades domésticas. Entre las acciones que se pueden atestiguar a partir de los materiales y su estudio, destacan estas: trabajo con los útiles líticos (de fabricación y reparación de los mismos), fuegos domésticos (para cocinar, iluminarse y producir calor), preparación y consumo de otros animales (como ciervos, renos o bisontes), y trabajo de herramientas o partes de herramientas en madera.
- Por último, hay una zona que pudo ser de tipo simbólico, o bien en ella se llevó a cabo algún tipo de trabajo técnico mal conocido. Esa zona está caracterizada por huesos de mamut con estrías repetitivas, hechas con útiles de sílex, y por otros huesos cubiertos de ocre (pigmento mineral).
La caza de mamuts está atestiguada por una punta lítica clavada en uno de los huesos, y por el tipo de tareas de carnicería detectadas en buena parte de los animales. Esas tareas evidencian un acceso primario a la carne fresca, algo que no se daría en un escenario de carroñeo. Pero, por otra parte, si que hay restos de otros individuos de mamut que se aprecia que fueron carroñeados.
Modificaciones antrópicas en huesos de mamut (Demay et al. 2012).
El número mínimo de mamuts, su edad y sexo se pueden determinar (o al menos aproximar) a partir del estudio paleontológico de los restos óseos: su tamaño y forma, el grado de soldadura de algunos huesos, el momento de erupción de los distintos dientes, etc.
En cuanto al uso de los huesos como materiales de construcción, se ha partido de dos lineas de evidencia: Por una parte, los estudios ya existentes y los planos y datos espaciales de la excavación (Chernysh 1982); y por otra parte, el re-análisis de los propios huesos.
Los datos ya existentes permiten determinar que dentro de la estructura se llevan a cabo actividades (domésticas) distintas de las que se realizan fuera. También que los huesos han sido colocados ex-profeso en esa disposición circular.
El re-análisis ha permitido documentar otros aspectos: Por ejemplo, que los huesos estaban parcialmente enterrados. Es decir, eran una suerte de cimientos y zócalo (elementos de sostenimiento del resto de la estructura). Y que se seleccionaron para la construcción determinadas partes de esqueleto del mamut, desechando otras.
Y en lo que se refiere a las actividades domésticas realizadas dentro de la estructura:
- La gestión de la industria lítica queda atestiguada por varias decenas de miles de piezas de sílex.
- Se pudo determinar que la mayoría de los hogares (restos de fuegos de campamento) del yacimiento están dentro de la propia estructura.
- Y lo mismo sucede con los restos de otros herbívoros: bisonte, ciervo y reno principalmente.
- En cuanto al trabajo de la madera, aunque no quedan restos de ese material, fue inferido del estudio de los útiles líticos, con un análisis microscópico de las huellas de uso en sus zonas activas (Chernysh 1982).
"Umf, ok... no está mal. Pero... algo criticaremos también ¿no?"
En lineas generales me parece un estudio muy sólido, bien fundamentado en las evidencias y que recoge adecuadamente los estudios anteriores. Pero si tuviera que criticar algo, quizás sería una cierta falta de "alcance".
Quiero decir que, con esa estupenda muestra de materiales, y con la documentación que ya existía sobre el tema, podrían haber hecho un tratamiento más exhaustivo, más estadístico, y más relacional de los datos. Por ejemplo, estudiar con detalle qué restos de qué individuos (o categorías generales de edad y sexo) de mamut aparecen en cada área diferenciada. O hacer análisis de agrupación (tipo "clusters" y K-means) y de relación (tipo "vecino más cercano" -inglés "nearest neighbor") entre categorías de artefactos y elementos anatómicos situados en el plano de excavación, etc...
Pero en fin, sólo son algunas ideas del tipo "esto también se podía haber hecho", y su ausencia no hace el trabajo menos sólido.
Referencia de Research Blogging
Demay, L., Péan, S., & Patou-Mathis, M. (2012). Mammoths used as food and building resources by Neanderthals: Zooarchaeological study applied to layer 4, Molodova I (Ukraine) Quaternary International, 276-277, 212-226 DOI: 10.1016/j.quaint.2011.11.019
Referencia adicional
Chernysh, A. P. (1982). Paleolithic multilayer Molodova I site (in Russian). En G. I. Goretsky e I. K. Ivanova (eds.) Molodova I: Unique Mousterian settlement in the middle Dniestr region, pp. 6–102. Nauka. Moscú.
Molodova I-N4 en otros blogs:
Noticias de Prehistoria
Neanderfollia
Terra Antiqvae
Cuanto más leo sobre estas personas del Paleolítico más me asombro del conocimiento del medio, recursos, etc...que tenían.
ResponderEliminarEn mi opinión, el hecho de seleccionar los huesos más grandes, planos...para utilizarlos como cimientos o base de una cubierta de madera no puede indicar otra cosa que una larga tradición de construcciones, unos conocimientos muy sólidos de cómo se debe construir una cabaña.
No puede ser fruto de una casualidad o de una excepción, creo yo.
Además, todo parece muy calculado, la forma circular, los cimientos, la cubierta y los paravientos.
Puede parecer repetitivo mi comentario, pero es que me parece alucinante la cabaña y en general la capacidad de previsión de estas personas.
Es que no hace mucho, como recordabas al principio, se tenía una visión muy distinta de los neandertales; creo que hace 2-3 años en Cuarto Milenio entrevistaron a Antonio Rosas y más personalidades del mundo científico relacionado con los neandertales y me llamó mucho la atención el hecho de que decían que quizás una de las diferencias con sapiens era que los neandertales no tenían la misma capacidad de predecir posibles situaciones del futuro como las estaciones, posibles imprevistos, etc...
Y evidencias de este tipo demuestran justamente todo lo contrario.
Un saludo!!
Muy atinadas tus observaciones sobre la planificación, David. Y considerando lo que nos han "machado" (durante un par de décadas al menos), Mellars & cia. con las incapacidades Neandertales, no creo que tu comentario sea repetitivo para nada.
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