lunes, 14 de junio de 2010

Neandertales en la Cultura Popular: Gargantus contra el Hombre del Hierro

 Cuando rastreas el origen y la evolución de las imágenes colectivas sobre el Hombre de Neandertal, el mundo del comic es una mina de información. El estereotipo del cavernícola, heredado de la literatura Pulp (Robert E. Howard, H. G. Wells, E. R. Burroughs), viene reapareciendo en el mundo del tebeo desde principios del siglo XX.

En lo que se refiere -en concreto- al cavernícola Neandertal, es probable que la iteración más alucinante y bizarra del mito sea el troglodita gigante Gargantus, enemigo del héroe americano de comic Iron Man (esto es, el Hombre de Hierro). Ese personaje extraño aparece en Tales of Suspense  número 40 (Lee y Bernstein, Abril 1963).

 Gargantus ha venido a destruir todo lo americano.
¿Podrá detenerle el Hombre de Hierro?

La simple descripción aseptica del argumento del tebeo en el que aparece ese personaje no puede dejar indiferente:

El Hombre de Hierro encuentra un pueblo, Granville, donde los habitantes parecen tener el cerebro lavado y construyen un muro alrededor de su villa. Los habitantes del pueblo atacan al héroe y muestran el terror que les infunde su "lider", Gargantus. Ese villano resulta ser un gigantesco Neandertal al que los ciudadanos de Granville han construído una estatua en la plaza del pueblo, ante la que se postran en adoración. Cuando aparece, Gargantus trata de hipnotizar al Hombre de Hierro y le ataca con su cachiporra.


El héroe descubre que Gargantus es realmente un robot gigante, lo derrota, y expone a sus dueños: unos pequeños y malvados alienígenas verdes, que huyen en su platillo, al verse descubiertos.


Finalmente, el lector descubre que Gargantus tenía forma de Neandertal porque los alienígenas habían estado en la tierra hace 80.000 años, y habían diseñado a su instrumento de dominación según el "modelo" que vivía entonces.

Dejando a un lado lo extravagante y psicodélico de todo el argumento, ese comic destila una gran cantidad de interesantes simbolismos. Parte de ellos han sido diseccionados, con acierto, en un artículo de P. Fellman, en la revista Voces Novae de la Universidad Chapman.

Fellman señala en primer lugar la referencia al muro alrededor del pueblo (es 1963, y el Muro de Berlín se empieza a construir en 1961). Gargantus es un poder "alienígena" que lava el cerebro de la gente y usa el terror para la dominación, es decir, como los comunistas. Aparece, en la estatua de Gargantus, un elemento de culto a la personalidad (lo que recuerda al estalinismo). Y por último, están los pequeños aliens verdes, la rastrera verdad detrás del "poderoso" mito (digase Gargantus digase Partido Comunista o Stalin). Al marcharse, los alienígenas espetan: "(los americanos) son demasiado listos para que podamos conquistarles".

La versión hispana de Gargantus puede resultar especialmente bizarra.

En un marco más general, el Hombre de Hierro de los años 60 simboliza el ideal de patriota armado americano: Es un optimista empresario tecnológico, que usa sus recursos, fruto de su éxito profesional (individualismo, competencia), para defender activamente a su nación (patriotismo), de enemigos como Gargantus y otros seres bizarros (es decir, el Comunismo, en todas sus versiones).  

A mi modo de ver, Gargantus también representa un uso muy nítido del mito del Neandertal brutal y primitivo. Se toman esos rasgos, muy presentes en la psique colectiva, y se utilizan para denostar la ideología enemiga, la soviética. Se presenta al villano Gargantus (con todos esos rasgos negativos) en contraposición al paladín, el  Hombre de Hierro: moderno, desarrollado, fruto del progreso, norteamericano. Es interesante ver cómo se imbrica esa formulación clásica del prejuicio Neandertal con la mitología americana de la Guerra Fría.

Gargantus aparece retratado como un cavernícola extremadamente estereotipado (con taparrabos de piel y una enorme cachiporra) pero sus rasgos faciales son claramente Neandertales (es decir, están basados en las reconstrucciones y recreaciones que existían en la década de los 60). Es interesante la referencia cronológica, que sitúa hace 80.000 años el momento en que Gargantus fue concebido por sus amos extraterrestres, a imagen y semejanza de los hombres de aquel pasado. 

Esa cronología puede ser vista como una vuelta de tuerca más al prejuicio contra el H. neanderthalensis, aunque, en mi opinión, está más relacionado con un mito en la raiz del concepto "Neandertal Bruto": Me refiero al Mito del Progreso. A mi parecer, la idea de fondo de los guionistas del tebeo es esta: desde hace 80.000 años el hombre ha evolucionado físicamente y ha progresado culturalmente, y la culminación de la evolución queda plasmada en los ideales americanos. Por el contrario, haciendo balance de lo que hemos ido viendo, podríamos concluir que el comic transmite la impresión de que el mundo comunista sería, claramente, una involución "neandertaloide" del ser humano.

Fellman, P. (2010): "Iron Man: America's Cold War Champion and Charm against the Communist Menace". Voces Novae: Chapman University Historical Review, Vol. 1, N. 2. pp. 11-22.

3 comentarios:

  1. Algo que me ha sorprendido es que Gargantus sea rubio y con poco aspecto de mono. Siempre he pensado que en aquella época (y aún hoy...) la cultura popular habría colocado al neandertal cómo una especie de king kong inteligente.

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  2. Jajajaja!!!! Hay que reconocer que esta vez se estrujaron los sesos para que la cosa tuviera sentido, aunque a los aliens se le podía haber ocurrido armarlo con cohetes, pero bueno.

    Lo que me llama la atención, aparte de lo comentado por Raven, es que el imaginario popular suele representarlo como una especie de gigante o troll armado con cachiporra.
    Hellen

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  3. No sabia nada del pobre Gargantus.
    Es una pena que los neandertales, cuando aparecen en los comics siempre lo hagan siendo los malos y brutos que hay que destruir.
    Espero que la tendencia se invierta en los proximos anyos. De hecho ya hay muchos artistas que tratan a los neander con mucho carino, como por ejemplo, los hermanos Kennis y Emmanuel Roudier. Es mala suerte que sus comics no se puedan conseguir facilmente.

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