En los últimos posts he tratado los distintos programas de investigación sobre industrias líticas neandertales. He recorrido sus logros, y me he detenido en sus limitaciones (con un afán, creo, constructivo).
La imagen general que se desprende es más o menos esta: Las diferentes aproximaciones teóricas han producido resultados importantes, respondiendo a sus propias agendas investigadoras (sus intereses). Y, en una óptica global, han construido un potente un “corpus” de metodologías y técnicas de investigación.
Sin embargo la información que aportan los modelos planteados hasta ahora es insuficiente.
Para comprender la estructura social y económica de los neandertales no basta con estudiar la tipología de sus herramientas de piedra. Tampoco es suficiente con analizar sus técnicas de talla de la piedra.
Las herramientas de los neandertales, y el modo en el que las gestionan, son el resultado de la interacción de varios factores:
- Las necesidades percibidas y los objetivos buscados.
- La planificación de las tareas, para cumplir los objetivos, y cubrir las necesidades.
- Los condicionantes materiales del medio (acceso y disponibilidad de materias primas, esfuerzo requerido, conocimiento del medio…)
- Los condicionantes sociales de la comunidad (tradición cultural, valor simbólico asociado, forma de organización del trabajo -comunitaria o individual, división sexual, etc).
Para estudiar esa interacción, desde el análisis y la interpretación del registro, es necesario reformular el programa investigador.
Los arqueólogos podemos responder a la pregunta de cómo fueron las sociedades neandertales, y cómo cambiaron a lo largo del tiempo. Pero para ello no podemos conformarnos con lo que tenemos.
Hay que re-visitar la evidencia (estudio de colecciones museísticas) y producir nuevo registro (excavaciones). Y, en mi opinión, la evidencia no está madura para la construcción de grandes síntesis y modelos explicativos globales.
La información disponible sobre la industria de piedra es variada (tipológica, tecnológica, a veces funcional y de materias primas), pero tiende a ser simplificada en unos pocos lugares comunes, que se usan como “piezas” para construir el “puzzle” (modelos explicativos) que permita resolver el “misterio neandertal”.
Yo creo que las “piezas” con las que se ha construido ese “puzzle” no son pertinentes: no reflejan suficiente información sobre la naturaleza del sistema social y económico, ni permiten abordar con garantías los cambios históricos que experimentan las sociedades neandertales.
Por ello, quiero concluir esta serie de posts recogiendo una reciente propuesta de investigación, que supone un notable avance en la dirección correcta.
Es la propuesta del investigador Ríos Garaizar, que aparece en su tesis doctoral, aplicada al final del Paleolítico medio y el comienzo del Paleolítico superior, en el área del Golfo de Vizcaya. Un reciente artículo recoge también las líneas fundamentales de su programa investigador.
En su tesis doctoral, Ríos Garaizar expone los principios fundamentales de su propuesta. Su perspectiva es materialista (pero no está vinculada a la ortodoxia marxista). Su análisis de las formas sociales se dirige a las condiciones materiales, a la gestión de los medios de producción, y al consumo.
Su metodología puede enunciarse como un análisis integral de la industria lítica. Según afirma, el estudio de las industrias de piedra nos informa de:
- Una captación y consumo de materia prima.
- La aplicación de unas técnicas, socialmente gestionadas.
- Un uso de las herramientas, que supone la interacción de la industria lítica con otros ámbitos de producción y de consumo (gestión de las carcasas animales, trabajo de la piel, de la madera, de otros elementos vegetales, de otras rocas…).
Introduce también la que -en mi opinión- es la mayor aportación de su modelo: una reflexión explícita sobre la interdependencia y la interacción: tanto entre la industria lítica y otros ámbitos, como entre los objetivos, necesidades y condicionantes del propio trabajo de la piedra.
En ese sentido, se reflexiona sobre el concepto de cadena operativa, muy usado en los estudios tecnológicos. Se rechaza una interpretación lineal del mismo. Lo fundamental, en el proceso productivo, es la interacción, dinámica y no lineal, de los objetivos y condicionantes.
Ese dinamismo hace imposible que se puedan comprender los distintos elementos de la industria de la piedra de forma aislada. Así, la tipología de los útiles retocados, o la tecnología de talla, sólo cobran verdadero sentido al ser contextualizados en el conjunto del sistema productivo.
Siguiendo ese razonamiento, es necesario un planteamiento integral del estudio de la industria lítica, que abarque todos los elementos y que los sitúe en un contexto dinámico de objetivos y condicionantes.
En la práctica, supone abordar de forma integral:
- La selección y captación de las diferentes materias primas.
- La aplicación de sistemas de fabricación a dichas materias primas. En ese aspecto, el autor muestra la importancia de criterios como la idoneidad y la complementariedad de las materias primas - y cómo interaccionan esos criterios con los objetivos de la producción.
- La selección, utilización y mantenimiento del utillaje (y su abandono tras el uso).
- La interacción con otras esferas de la producción y el consumo.
- La organización de todas las actividades citadas en el espacio, tanto en el ámbito doméstico como en el territorial.
Esto supone que cuestiones como el análisis de las materias primas (para determinar su origen geográfico, pero también sus cualidades mecánicas) o la función del utillaje (a partir de las huellas de uso) no son cuestiones adicionales que enriquecen la información, sino elementos esenciales (junto con el resto) para la comprensión de la industria lítica.
Su tesis doctoral dedica la mayor parte de los capítulos a estudiar toda una serie de yacimientos de Paleolítico medio y superior inicial. En las conclusiones, Ríos Garaizar encuentra una gran variabilidad en los comportamientos, tanto en el Paleolítico medio (Amalda, Axlor) como en el P. superior inicial (Isturitz, Labeko Koba).
Dentro de esa variabilidad, reconoce rasgos de estructuración económica y social, en cuestiones como la planificación cuidadosa de la gestión de las herramientas, la existencia de elementos de diferenciación social, o –en otros casos- tareas vinculadas con una fuerte solidaridad intra-grupal.
Esos rasgos y sus cambios, permiten al autor proponer la existencia de dinámicas históricas dentro del propio Paleolítico medio de la región, con una transformación importante de la organización y las relaciones sociales, entre h. 50.000 y h. 40.0000 BP.
Precisamente, el artículo al que me refería antes condensa bastante bien los resultados de la aplicación de su programa investigador al Paleolítico medio (neandertales) del Golfo de Vizcaya y Pirineos occidentales. Creo que es una lectura muy asequible y recomendable para cualquiera interesado en el tema.
Sigue leyendo aquí esta serie de posts: Las herramientas de piedra de los Neandertales IX
Las herramientas de piedra de los Neandertales VII
Las herramientas de piedra de los Neandertales VI
Las herramientas de piedra de los Neandertales V
Las herramientas de piedra de los Neandertales IV
Las herramientas de piedra de los Neandertales III
Las herramientas de piedra de los Neandertales II
Las herramientas de piedra de los Neandertales I
La imagen general que se desprende es más o menos esta: Las diferentes aproximaciones teóricas han producido resultados importantes, respondiendo a sus propias agendas investigadoras (sus intereses). Y, en una óptica global, han construido un potente un “corpus” de metodologías y técnicas de investigación.
Sin embargo la información que aportan los modelos planteados hasta ahora es insuficiente.
Para comprender la estructura social y económica de los neandertales no basta con estudiar la tipología de sus herramientas de piedra. Tampoco es suficiente con analizar sus técnicas de talla de la piedra.
Las herramientas de los neandertales, y el modo en el que las gestionan, son el resultado de la interacción de varios factores:
- Las necesidades percibidas y los objetivos buscados.
- La planificación de las tareas, para cumplir los objetivos, y cubrir las necesidades.
- Los condicionantes materiales del medio (acceso y disponibilidad de materias primas, esfuerzo requerido, conocimiento del medio…)
- Los condicionantes sociales de la comunidad (tradición cultural, valor simbólico asociado, forma de organización del trabajo -comunitaria o individual, división sexual, etc).
Para estudiar esa interacción, desde el análisis y la interpretación del registro, es necesario reformular el programa investigador.
Los arqueólogos podemos responder a la pregunta de cómo fueron las sociedades neandertales, y cómo cambiaron a lo largo del tiempo. Pero para ello no podemos conformarnos con lo que tenemos.
Hay que re-visitar la evidencia (estudio de colecciones museísticas) y producir nuevo registro (excavaciones). Y, en mi opinión, la evidencia no está madura para la construcción de grandes síntesis y modelos explicativos globales.
La información disponible sobre la industria de piedra es variada (tipológica, tecnológica, a veces funcional y de materias primas), pero tiende a ser simplificada en unos pocos lugares comunes, que se usan como “piezas” para construir el “puzzle” (modelos explicativos) que permita resolver el “misterio neandertal”.
Yo creo que las “piezas” con las que se ha construido ese “puzzle” no son pertinentes: no reflejan suficiente información sobre la naturaleza del sistema social y económico, ni permiten abordar con garantías los cambios históricos que experimentan las sociedades neandertales.
Por ello, quiero concluir esta serie de posts recogiendo una reciente propuesta de investigación, que supone un notable avance en la dirección correcta.
Es la propuesta del investigador Ríos Garaizar, que aparece en su tesis doctoral, aplicada al final del Paleolítico medio y el comienzo del Paleolítico superior, en el área del Golfo de Vizcaya. Un reciente artículo recoge también las líneas fundamentales de su programa investigador.
En su tesis doctoral, Ríos Garaizar expone los principios fundamentales de su propuesta. Su perspectiva es materialista (pero no está vinculada a la ortodoxia marxista). Su análisis de las formas sociales se dirige a las condiciones materiales, a la gestión de los medios de producción, y al consumo.
Su metodología puede enunciarse como un análisis integral de la industria lítica. Según afirma, el estudio de las industrias de piedra nos informa de:
- Una captación y consumo de materia prima.
- La aplicación de unas técnicas, socialmente gestionadas.
- Un uso de las herramientas, que supone la interacción de la industria lítica con otros ámbitos de producción y de consumo (gestión de las carcasas animales, trabajo de la piel, de la madera, de otros elementos vegetales, de otras rocas…).
Introduce también la que -en mi opinión- es la mayor aportación de su modelo: una reflexión explícita sobre la interdependencia y la interacción: tanto entre la industria lítica y otros ámbitos, como entre los objetivos, necesidades y condicionantes del propio trabajo de la piedra.
En ese sentido, se reflexiona sobre el concepto de cadena operativa, muy usado en los estudios tecnológicos. Se rechaza una interpretación lineal del mismo. Lo fundamental, en el proceso productivo, es la interacción, dinámica y no lineal, de los objetivos y condicionantes.
Ese dinamismo hace imposible que se puedan comprender los distintos elementos de la industria de la piedra de forma aislada. Así, la tipología de los útiles retocados, o la tecnología de talla, sólo cobran verdadero sentido al ser contextualizados en el conjunto del sistema productivo.
Siguiendo ese razonamiento, es necesario un planteamiento integral del estudio de la industria lítica, que abarque todos los elementos y que los sitúe en un contexto dinámico de objetivos y condicionantes.
En la práctica, supone abordar de forma integral:
- La selección y captación de las diferentes materias primas.
- La aplicación de sistemas de fabricación a dichas materias primas. En ese aspecto, el autor muestra la importancia de criterios como la idoneidad y la complementariedad de las materias primas - y cómo interaccionan esos criterios con los objetivos de la producción.
- La selección, utilización y mantenimiento del utillaje (y su abandono tras el uso).
- La interacción con otras esferas de la producción y el consumo.
- La organización de todas las actividades citadas en el espacio, tanto en el ámbito doméstico como en el territorial.
Esto supone que cuestiones como el análisis de las materias primas (para determinar su origen geográfico, pero también sus cualidades mecánicas) o la función del utillaje (a partir de las huellas de uso) no son cuestiones adicionales que enriquecen la información, sino elementos esenciales (junto con el resto) para la comprensión de la industria lítica.
Su tesis doctoral dedica la mayor parte de los capítulos a estudiar toda una serie de yacimientos de Paleolítico medio y superior inicial. En las conclusiones, Ríos Garaizar encuentra una gran variabilidad en los comportamientos, tanto en el Paleolítico medio (Amalda, Axlor) como en el P. superior inicial (Isturitz, Labeko Koba).
Dentro de esa variabilidad, reconoce rasgos de estructuración económica y social, en cuestiones como la planificación cuidadosa de la gestión de las herramientas, la existencia de elementos de diferenciación social, o –en otros casos- tareas vinculadas con una fuerte solidaridad intra-grupal.
Esos rasgos y sus cambios, permiten al autor proponer la existencia de dinámicas históricas dentro del propio Paleolítico medio de la región, con una transformación importante de la organización y las relaciones sociales, entre h. 50.000 y h. 40.0000 BP.
Precisamente, el artículo al que me refería antes condensa bastante bien los resultados de la aplicación de su programa investigador al Paleolítico medio (neandertales) del Golfo de Vizcaya y Pirineos occidentales. Creo que es una lectura muy asequible y recomendable para cualquiera interesado en el tema.
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Las herramientas de piedra de los Neandertales I
8 comentarios:
Leyendo con mucho interés la tesis de Ríos Garaizar me detengo un momento para comentar un párrafo que no me cuadra:
"Otras materias primas como la ofita
o la lutita de peor calidad se explotan de
maneras diferentes adaptadas a las características
de cada una de ellas; en ambas
destaca la producción de lascas masivas
con filos agudos opuestos a zonas de prensiles
que funcionarán como hendedores".
Desconozco a qué tipo de Ofitas y Lutitas se refiere exactamente, pero aún no me he encontrado con ninguna de la que se pueda extraer una sola lasca. Dudo mucho que se pudiesen elegir materiales de esos tipos para confeccionar ningún útil de trabajo (de corte) por la poca tenacidad que presentan. Si se intentasen utilizar para cortar, su filo se desmoronaría frecuentemente y no creo que pudiera ser reavivado de ninguna manera como dice en su trabajo.
Las ofitas, eso sí, como percutores o machacadores son excelentes.
Comentar también lo de las "estrías" en el párrafo:
"Las evidencias de un uso de armamento
complejo con puntas de piedra han
quedado reflejadas en tres puntas musterienses
con macrofracturas complejas de
impacto y estrías."
Tras 10 años tallando sílex principalmente y otras rocas como las areniscas compactas, las cuarcitas y algunas calizas, he podido observar en algunas lascas de sílex que he producido durante los procesos de talla, esas estrías a las que se refiere, que por otro lado no han tenido que ser producto de un impacto más o menos violento que por su uso como armamento.
...con el mayor de los respetos...
Pues mira, si tengo un rato puedo buscar y subir fotos de algunos hendidores y lascas de lutita experimentales, a la web de "Prehistoria cuaternaria". Si eso, ya pondré el enlace.
En cuanto a las ofitas, no he trabajado con ellas, pero son un material bastante típico para los hendedores y otros tipos "achelenses" (picos, bifaces, choppers). En las series de Paleolítico "antiguo" cantábrico son muy comunes. Supongo que será una cuestión de variabilidad de dureza, "tenacidad" y "cristalinidad", dentro del tipo general de roca.
Creo que las estrías a las que tu te refieres, que aparecen durante la talla, tienen otra naturaleza y explicación: son huellas de estrés relacionadas (no se muy bien el mecanismo) con la difusión del cono de fuerzas que se produce durante la fractura concoide del sílex. Se llaman lancetas radiales si no me falla la memoria. Se pueden observar a simple vista y tb. hay otras que se ven al microscopio, aunque no se si estas últimas se llaman igual.
Rios Garaizar, te diría que no es probable que confunda lo uno con lo otro. Si las reconoce como estrías "mecánicas" relacionadas con un uso, no es probable que sean lancetas radiales o, por ejemplo, estrías de "trampling" o huellas de preparación de plataformas etc...
Por otro lado, en el tema de los proyectiles hay mucho que discutir y no creo que haya "evidencias incontestables". Pero sí indicios razonables.
Las fracturas de "paro" en las puntas son típicas de una percusión lanzada sobre proyectiles. Pero, como bien señalas también aparecen en proyecciones de tipo "embestida" o "golpeo".
Es cierto que es difícil distinguir, casi siempre, entre percusión "lanzada" y "sujeta".
Pero si hay ciertas diferencias de matiz en el "conjunto" de los estigmas.
Y también es cierto -creo yo- que a menudo se ha minusvalorado la potencialidad de uso "lanzado" de las puntas de P. medio.
Sobre todo por una mala elección de los candidatos "potenciales" (supongo que te sonará el dicho de que, no todo lo "triangular" tiene que ser una "punta", y todo eso).
Los últimos trabajos de P. Villa y otros tratan precisamente de potencialidad de uso y huellas de impacto en proyectiles/lanzas de P. medio.
"Stone tools for the hunt: points with impact scars from a Middle Paleolithic site in southern Italy"
Si te interesa y no puedes conseguirlo, dímelo y te lo envío.
Las huellas asociadas a impactos (del tipo que sean) sobre la cúspide de las puntas de "armas de caza", no se pueden definir por un único criterio (porque no hay una "huella" única e "indiscutible") y se trata de buscar la convergencia de evidencias e indicios: fracturas en lengueta, posición de la fractura en el conjunto de la pieza ("por dónde se rompe"), estrías relacionadas con el "rebote" de la pieza contra en enmangue, etc... tb. reacondicionamientos posteriores, osea retoques para recuperar la punta que cubren parcialmente las huellas de fractura.
Luego está el tema de las características digamos, típicas, de la morfología de los proyectiles líticos. Es decir, la relación de ancho, largo, espesor y, a veces, otros rasgos como la forma del filo etc.
Ese es otro ámbito desde el que se aborda la cuestión (por ejemplo el trabajo de Rios Garaizar en Treballs de Prehistoria toca el tema).
relendo tu comentario, Jose María, me he dado cuenta que te referías a "tesis", en el sentido de "propuesta", no de tesis doctoral, y que el párrafo que citas es del artículo de "treballs..."
Si te interesa, seguro que puedes pedirle su "Tesis" a Joseba Rios Garaizar; tienes su perfil en la página del max plank
http://www.eva.mpg.de/evolution/staff/garaizar/index.htm
Y creo que tb. puedes contactar con el por el facebook aunque no tengo de eso.
Gracias Millán por tu amabilidad y por compartir tantos conocimientos con todos los lectores, que seguro son numerosos.
No estaba al tanto de esas variedades de estrías que comentas, te agradezco el apunte.
"Y también es cierto -creo yo- que a menudo se ha minusvalorado la potencialidad de uso "lanzado" de las puntas de P. medio."
Buf... yo soy uno de los que las tienen minusvaloradas... la mayoría que he podido examinar presentan unas bases realmente gruesas, que está mal que lo diga yo, pero no me imagino cómo se podian montar en un palo para hacer una lanza. Los talones de las puntas ya son de por sí bastante gordos y los bulbos normalmente pronunciadísimos, con lo que nos vamos a 2 o 3cm.
He subido las imágenes de las lutitas en la web de Prehistoria Cuaternaria:
http://www.prehistoriacuaternaria.net/2010/03/31/utiles-de-lutita/
Estas rocas que publicas no dejan lugar a duda que se trata de un material perfectamente válido para la talla. Como bien dices, creo que deben tratarse de diferentes tipos o estados de lutitas, pues las que conozco de desmoronan facilmente.
He subido algunas fotos de percutores de ofita de tamaños de grano distintos a mi Web - http://www.prehistoriacuaternaria.net/2010/04/12/algunas-ofitas-de-la-sierra-de-cadiz/
Estas son las que conozco por mi zona, donde algunas suelen tener una rotura tipo cebolla (por capas)
He tenido oportunidad de conocer varios yacimientos del PM al aire libre en posición primaria y no alcanzo a imaginarme el porqué del desgaste-erosión que presenta casi todo(80-90%) el material lítico. El sílex presenta una alteración externa considerable, llegandose a detectar en algunas lascas rotas un espesor de la pátina de casi 1cm, como una deshidratación.
No sé si puede deberse a los efectos del agua de los ríos o arroyos cercanos, a los atmostféricos o a los químicos del suelo unidos a las tallas ya de por sí rechonchas y embotadas.
En lo que tengo menos duda es en esa posición primaria del material que se localiza en las laderas habituales de montículos estratégicamente situados en los márgenes de cauces de agua; en ocasiones en los interiores de meandros.
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