Introducción
En este post voy a escribir sobre un yacimiento del que se sabe, a día de hoy, relativamente poco. Se trata del sitio al aire libre de Aranbaltza, en Barrika (Bizkaia, País Vasco). Es un lugar arqueológico del que tenemos un conocimiento parcial, por las circunstancias en que fue descubierto, y por el limitado conjunto de evidencias que se han recuperado. Debo añadir, no obstante, que dicho conjunto ha sido aprovechado al máximo por parte de los investigadores que trabajan sobre el mismo.
Dichos investigadores publicaron el pasado año (2012) un artículo enormemente interesante. En ese trabajo daban cuenta de sus estudios sobre el material arqueológico recogido, y también sobre lo poco que se conoce del propio yacimiento.
Hay que decir que, en este caso concreto, la falta de información puede ser algo temporal "si todo va bien". Es decir, si los arqueólogos pueden desarrollar su labor científica, de excavación e investigación, en los próximos meses y quizás años. En ese sentido, los autores del artículo al que me refería ahora mismo están llevando a cabo tareas de prospección y sondeo en la zona (com. personal Joseba Ríos-Garaizar) y planean una excavación para este verano.
Unas notas sobre el sitio
Lo que sucede en Aranbaltza es que el sitio apenas se conoce, ya que no está excavado con metodología arqueológica. Sin embargo, los investigadores creen que se conserva buena parte del yacimiento aún enterrado, intacto.
Todos los materiales estudiados, en realidad, fueron recogidos por un arqueólogo después de que una pala excavadora "tocara" una parte de los estratos que forman el yacimiento, durante las obras de una canalización.
A pesar de que la mayor parte del contexto (estratigráfico, por ejemplo) de esos materiales se ha perdido, la cuidadosa recogida de los mismos, junto con sus propias características (son materiales muy poco alterados por procesos tafonómicos post-deposicionales) han propiciado dos cosas:
El estudio de la industria lítica
Todos los materiales recogidos son líticos. De hecho, los autores consideran que en el yacimiento en sí no se conservan restos óseos (por ejemplo, los de fauna consumida) aunque quizás sí puedan recuperarse carbones en una futura excavación. La ausencia de fauna es relativamente típica de los sitios al aire libre, por la meteorización y el acceso de los carroñeros, y también influye el contexto geológico (determinados suelos destruyen los huesos con relativa rapidez, y otros los conservan).
La colección de materiales es por tanto, lítica. Se trata de piedras talladas, en su mayor parte sílex (99,9%), y de algunos cantos usados como percutores (de arenisca y cuarcita). Es una muestra bastante respetable (2021 restos) y contiene toda la secuencia de talla o cadena operativa. Es decir, contiene muestras de todos los pasos intermedios de la fabricación de las herramientas de sílex: de los propios núcleos (en distintos grados de explotación, desde apenas empezados a completamente agotados) a los productos finales, retocados y/o usados.
Esa cadena operativa es de clara adscripción chatelperroniense. Este ha sido uno de los criterios para clasificar el conjunto dentro de ese tecnocomplejo del Paleolítico superior inicial. El Chatelperroniense, como los lectores asiduos del blog sabrán, está asociado a las últimas poblaciones neandertales de unas zonas muy concretas de Francia y la cornisa cantábrica.
En concreto, la cadena operativa laminar de Aranbaltza es similar a la de otros sitios chatelperronienses como La Côte, Roc de Combe, Le Basté, Quinçay o Vieux Coutets (Pellegrin 1995, Grigoletto et al. 2008, Roussel y Soressi 2010, Bachellerie 2011), tanto en la producción laminar en sí, como en la forma de gestionar los núcleos mientras se talla.
El otro argumento que adscribe el conjunto al chatelperroniense es la tipología, y en concreto los tipos más característicos de ese tecnocomplejo: Las puntas de Chatelperrón, cierto tipo de raspadores sobre lasca, y las láminas de dorso marginal.
Interpretación del yacimiento
A partir de las características de la industria lítica, los autores han planteado algunas hipótesis sobre la función del sitio, que se podrán comprobar y completar cuando se excave.
En concreto, aunque hay una importancia de las tareas de talla, no parece que esta sea la única actividad llevada a cabo en el lugar. Es decir, no se trataría de un "taller de sílex" en sentido estricto.
El utillaje lítico es bastante variado (además de los tipos característicos ya mencionados hay perforadores, buriles, truncaduras, denticulados, raederas y muescas). Y en muchos casos, muestra indicios de haber sido usado en distintas tareas. Eso les lleva a plantear que se puede tratar de un asentamiento chatelperroniense al aire libre, de cierta importancia. Como, por ejemplo, el de Le Basté (también en el Golfo de Bizkaia, pero en la parte que hoy es Francia).
Balance
En resumen, un interesante trabajo sobre un yacimiento que, esperemos, tenga mucho que decir en los próximos años. Sería una aportación de gran importancia, porque el registro chatelperroniense en la cornisa cantábrica es muy limitado (siendo Morín y Labeko Koba dos notables excepciones). En lo referido a sitios chatelperronienses al aire libre, sería el primero en la P. Ibérica, estudiado de manera integral.
Teniendo en cuenta, además, el excelente estado de conservación del material lítico, se puede concluir que es realmente un yacimiento muy prometedor.
Referencia de Research Blogging
Joseba RIOS-GARAIZAR, Iñaki LIBANO SILVENTE, & Diego GARATE MAIDAGAN (2012). El yacimiento chatelperroniense al aire libre de Aranbaltza (Barrika, Euskadi) MUNIBE (Antropologia-Arkeologia), 63, 81-92
Referencias adicionales
Bachellerie, F. (2011): Quelle unité pour le Châtelperronien? Apport de l’analyse taphonomique et techno-économique des industries lithiques de trois gisements aquitains de plein air: le Basté, Bidart (Pyrénées-Atlantiques) et Canaule II (Dordogne). Tesis Doctoral. Université Bordeaux I. Burdeos.
Grigoletto, F., Ortega, I.; Ríos, J. y Bourguignon, L. (2008): "Le Châtelperronien des Vieux Coutets (Creysse, Dordogne). Premiers éléments de réflexion". En Jaubert, J.; Bordes, J.-G. y Ortega, I. (Eds.): Les societés du Paléolithique dans un Grand Sud-Ouest de la France: noveaux gisements, noveaux résultats, nouvelles méthodes. Journées SPF, Université Bordeaux 1, Talence, 24-25 Novembre
2006. Société Préhistorique Française. Paris, pp. 245-259.
Pellegrin, J. (1995): Technologie lithique: le Châtelperronien de Roc-de- Combe (Lot) et de la Côte (Dordogne). Cahiers du Quaternaire. CNRS. Paris.
Roussel, M. y Soressi, M. (2010): "La Grande Roche de la Plématrie à Quinçay (Vienne). L’évolution du Châtelperronien revisitée". En: Buisson-Cattil, J. y Primault, J. (Eds.): Préhistoire entre Vienne et Charente. Hommes et sociétés du Paléolithique. 25 ans d’archéologie préhistorique en Poitou Charentes. Association des Publications Chauvinoises. Chauvigny, pp. 203-220.
En este post voy a escribir sobre un yacimiento del que se sabe, a día de hoy, relativamente poco. Se trata del sitio al aire libre de Aranbaltza, en Barrika (Bizkaia, País Vasco). Es un lugar arqueológico del que tenemos un conocimiento parcial, por las circunstancias en que fue descubierto, y por el limitado conjunto de evidencias que se han recuperado. Debo añadir, no obstante, que dicho conjunto ha sido aprovechado al máximo por parte de los investigadores que trabajan sobre el mismo.
Dichos investigadores publicaron el pasado año (2012) un artículo enormemente interesante. En ese trabajo daban cuenta de sus estudios sobre el material arqueológico recogido, y también sobre lo poco que se conoce del propio yacimiento.
Hay que decir que, en este caso concreto, la falta de información puede ser algo temporal "si todo va bien". Es decir, si los arqueólogos pueden desarrollar su labor científica, de excavación e investigación, en los próximos meses y quizás años. En ese sentido, los autores del artículo al que me refería ahora mismo están llevando a cabo tareas de prospección y sondeo en la zona (com. personal Joseba Ríos-Garaizar) y planean una excavación para este verano.
Unas notas sobre el sitio
Lo que sucede en Aranbaltza es que el sitio apenas se conoce, ya que no está excavado con metodología arqueológica. Sin embargo, los investigadores creen que se conserva buena parte del yacimiento aún enterrado, intacto.
Todos los materiales estudiados, en realidad, fueron recogidos por un arqueólogo después de que una pala excavadora "tocara" una parte de los estratos que forman el yacimiento, durante las obras de una canalización.
A pesar de que la mayor parte del contexto (estratigráfico, por ejemplo) de esos materiales se ha perdido, la cuidadosa recogida de los mismos, junto con sus propias características (son materiales muy poco alterados por procesos tafonómicos post-deposicionales) han propiciado dos cosas:
- La primera, deducir que el propio yacimiento es de enorme interés y que realmente merece una excavación.
- La segunda, un estudio tecno-tipológico de esos materiales (que es, precisamente, el contenido principal del artículo que estamos tratando).
El estudio de la industria lítica
Todos los materiales recogidos son líticos. De hecho, los autores consideran que en el yacimiento en sí no se conservan restos óseos (por ejemplo, los de fauna consumida) aunque quizás sí puedan recuperarse carbones en una futura excavación. La ausencia de fauna es relativamente típica de los sitios al aire libre, por la meteorización y el acceso de los carroñeros, y también influye el contexto geológico (determinados suelos destruyen los huesos con relativa rapidez, y otros los conservan).
La colección de materiales es por tanto, lítica. Se trata de piedras talladas, en su mayor parte sílex (99,9%), y de algunos cantos usados como percutores (de arenisca y cuarcita). Es una muestra bastante respetable (2021 restos) y contiene toda la secuencia de talla o cadena operativa. Es decir, contiene muestras de todos los pasos intermedios de la fabricación de las herramientas de sílex: de los propios núcleos (en distintos grados de explotación, desde apenas empezados a completamente agotados) a los productos finales, retocados y/o usados.
Esa cadena operativa es de clara adscripción chatelperroniense. Este ha sido uno de los criterios para clasificar el conjunto dentro de ese tecnocomplejo del Paleolítico superior inicial. El Chatelperroniense, como los lectores asiduos del blog sabrán, está asociado a las últimas poblaciones neandertales de unas zonas muy concretas de Francia y la cornisa cantábrica.
En concreto, la cadena operativa laminar de Aranbaltza es similar a la de otros sitios chatelperronienses como La Côte, Roc de Combe, Le Basté, Quinçay o Vieux Coutets (Pellegrin 1995, Grigoletto et al. 2008, Roussel y Soressi 2010, Bachellerie 2011), tanto en la producción laminar en sí, como en la forma de gestionar los núcleos mientras se talla.
Figura 4 en Ríos-Garaizar, Líbano Silvente y Garate Maidagan 2012.
El otro argumento que adscribe el conjunto al chatelperroniense es la tipología, y en concreto los tipos más característicos de ese tecnocomplejo: Las puntas de Chatelperrón, cierto tipo de raspadores sobre lasca, y las láminas de dorso marginal.
Interpretación del yacimiento
A partir de las características de la industria lítica, los autores han planteado algunas hipótesis sobre la función del sitio, que se podrán comprobar y completar cuando se excave.
En concreto, aunque hay una importancia de las tareas de talla, no parece que esta sea la única actividad llevada a cabo en el lugar. Es decir, no se trataría de un "taller de sílex" en sentido estricto.
El utillaje lítico es bastante variado (además de los tipos característicos ya mencionados hay perforadores, buriles, truncaduras, denticulados, raederas y muescas). Y en muchos casos, muestra indicios de haber sido usado en distintas tareas. Eso les lleva a plantear que se puede tratar de un asentamiento chatelperroniense al aire libre, de cierta importancia. Como, por ejemplo, el de Le Basté (también en el Golfo de Bizkaia, pero en la parte que hoy es Francia).
Balance
En resumen, un interesante trabajo sobre un yacimiento que, esperemos, tenga mucho que decir en los próximos años. Sería una aportación de gran importancia, porque el registro chatelperroniense en la cornisa cantábrica es muy limitado (siendo Morín y Labeko Koba dos notables excepciones). En lo referido a sitios chatelperronienses al aire libre, sería el primero en la P. Ibérica, estudiado de manera integral.
Teniendo en cuenta, además, el excelente estado de conservación del material lítico, se puede concluir que es realmente un yacimiento muy prometedor.
Referencia de Research Blogging
Joseba RIOS-GARAIZAR, Iñaki LIBANO SILVENTE, & Diego GARATE MAIDAGAN (2012). El yacimiento chatelperroniense al aire libre de Aranbaltza (Barrika, Euskadi) MUNIBE (Antropologia-Arkeologia), 63, 81-92
Referencias adicionales
Bachellerie, F. (2011): Quelle unité pour le Châtelperronien? Apport de l’analyse taphonomique et techno-économique des industries lithiques de trois gisements aquitains de plein air: le Basté, Bidart (Pyrénées-Atlantiques) et Canaule II (Dordogne). Tesis Doctoral. Université Bordeaux I. Burdeos.
Grigoletto, F., Ortega, I.; Ríos, J. y Bourguignon, L. (2008): "Le Châtelperronien des Vieux Coutets (Creysse, Dordogne). Premiers éléments de réflexion". En Jaubert, J.; Bordes, J.-G. y Ortega, I. (Eds.): Les societés du Paléolithique dans un Grand Sud-Ouest de la France: noveaux gisements, noveaux résultats, nouvelles méthodes. Journées SPF, Université Bordeaux 1, Talence, 24-25 Novembre
2006. Société Préhistorique Française. Paris, pp. 245-259.
Pellegrin, J. (1995): Technologie lithique: le Châtelperronien de Roc-de- Combe (Lot) et de la Côte (Dordogne). Cahiers du Quaternaire. CNRS. Paris.
Roussel, M. y Soressi, M. (2010): "La Grande Roche de la Plématrie à Quinçay (Vienne). L’évolution du Châtelperronien revisitée". En: Buisson-Cattil, J. y Primault, J. (Eds.): Préhistoire entre Vienne et Charente. Hommes et sociétés du Paléolithique. 25 ans d’archéologie préhistorique en Poitou Charentes. Association des Publications Chauvinoises. Chauvigny, pp. 203-220.