lunes, 19 de septiembre de 2011

El Zorro de la Antropología

Hace unos días descubrí Anthropology Major Fox (en la plataforma de micro-blogging tumblr) y fue de cabeza a mi Lista de Blogs.

El funcionamiento de esa página se basa, en resumen, en crear y enviar lo que allí llaman "memes" (a.k.a. dichos u ocurrencias) de tema antropológico-irónico-humorístico, usando una plantilla determinada (con un fondo partido de colores chillones, y la cabeza de un zorrito en el medio).

Me parece una iniciativa colectiva descacharrante y completamente "freak". Aquí os dejo unos cuantos ejemplos:

Calibrado, naturalmente.

Sniff! (lagrimilla)

Sensación de victoria.

Dios, lo he hecho. Varias veces.

Como la realidad misma.

Lo has hecho y lo sabes.

Si no entiendes nada de ésta frikada, quizás quieras echar un vistazo a ésta explicación, donde encontrarás algunas claves del tema:
  • These memes are massive inside jokes that people of certain academic disciplines can enjoy together through the wonderful connection known as the internet. It’s also a great way to give yourself a quick distraction while still using your brain a little. Because after all the internet is supposed allow for the spread of knowledge! Now excuse me while I watch this video of kittens, which is inspired by kittens…

viernes, 16 de septiembre de 2011

La explotación de los recursos marinos: Cae otro mito del paradigma de la "human revolution"

ResearchBlogging.orgEl paradigma de la "human revolution" es un modelo que explica el devenir histórico y adaptativo de los seres humanos en los últimos 150.000 años, aproximadamente. Esa teoría propone que hace menos de unos 100.000 años los Humanos Anatómicamente Modernos (HAM) u Homo sapiens, sufrieron cambios sustanciales, de tipo evolutivo, en África. Esos cambios les dotaron de una serie de capacidades cognitivas (i.e. inteligencia, en su sentido más amplio) superiores, que les permitieron expandirse desde el continente africano y colonizar el resto del mundo. En ese marco, las otras especies o poblaciones de humanos (llamadas "arcaicas" por comparación con estos "modernos") sólo tendrían un papel pasivo e irrelevante, y serían rápidamente barridas (extintas) del escenario, dado que carecían de una mente y unas capacidades propiamente "modernas".  

Para sustentar ese modelo, a lo largo de las dos últimas décadas, se han aportado toda una serie de argumentos y evidencias que, idealmente, probarían de forma inequívoca la superioridad de los HAM respecto a otras poblaciones arcaicas, y en particular respecto a los Neandertales u Homo (sapiens) neanderthalensis. En este blog he recogido y discutido muchas de dichas propuestas, tanto las referidas a las capacidades técnicas (industria lítica, ósea), como a la planificación de la subsistencia (caza, pesca y recolección, uso del espacio), o el llamado comportamiento simbólico (decoraciones, elementos de adorno personal): Un rápido vistazo a la barra lateral, en los cuadros "Series de Posts" y "Revisiones de artículos" permitirá a cualquier lector curioso encontrar decenas de referencias sobre dichos temas.

Pero en este post voy a centrarme en un aspecto concreto que, en tiempos muy recientes, se ha presentado como evidencia de la ventaja adaptativa de los HAM sobre los otros humanos "arcaicos", y en concreto sobre los Neandertales. Me refiero al uso de los recursos marinos. En concreto, a los de tipo alimenticio, y a su inclusión en la dieta (lo que implica su recogida sistemática, su procesado, y, en ocasiones, su transporte a los lugares donde se consumen).

Aunque hay muchos tipos de recursos marinos, en esta nota me centraré, sobre todo, a la inclusión en la dieta de los moluscos marinos como las ostras, las almejas o los mejillones.

Moluscos comestibles del mundo (Fuente: Scandinavian Fishing Year Book)

La explotación de los marinos marinos (como elemento de superioridad adaptativa de los HAM) ha servido para sustanciar hipótesis sobre cómo se produjo la primera salida de África de los humanos "modernos". Entre esas propuestas destaca la publicada en Nature en el año 2000, por un equipo investigador que trabajaba en las costas del Mar Rojo. El hallazgo de herramientas de piedra en un contexto costero (en bancos coralinos, que debieron estar en la orilla cuando se formó el depósito) sirvió a esos investigadores para proponer su modelo:

  • La adaptación a los medios costeros (surgida en África, h. 125.000 años, entre los humanos "modernos") es una novedad en el comportamiento
  • La propia dispersión de los humanos fuera de África se puede explicar por la competición creciente por dichos recursos marinos, en un marco de "hiper-aridez" de las regiones continentales (h. 100.000 años)
  • Dicha dispersión lleva a los HAM a extenderse, después de h. 100.000 años, por el "puente" de tierras que constituyen el Levante mediterráneo y Oriente Medio.  


 Mapa del área de estudio en el Mar Rojo (Walter et al. 2000)

Este modelo se sustentaba, fundamentalmente, en los hallazgos que se mencionaban arriba (herramientas en yacimientos de la zona del Mar Rojo, en un contexto costero). No obstante, hay que señalar que, aunque la industria es inequívoca, no se puede asegurar que estuviera asociada a HAM (y no a otros humanos "arcaicos"). Y, por otra parte, no hay evidencia de que, de hecho, se explotaran los recursos marinos. Y llama la atención que, aunque los autores pasan de puntillas sobre el tema, entre la fauna fósil de los sitios arqueológicos aparecen elefantes, hipopótamos, rinocerontes y bóvidos.

Unos años después, un grupo de investigadores propuso, en un artículo de PNAS en 2004, otra hipótesis algo distinta: También afirmaban que la expansión de los HAM fuera de África se apoyó, entre otras causas, en su capacidad para explotar los recursos de origen marino (no presente entre los Neandertales). Pero propusieron tiempos y ritmos de evolución de los HAM distintos a los de la hipótesis anterior.

Sus razonamientos se basaban en dos líneas de evidencia. La primera de ellas se refiere a la constatación de que, en el yacimiento de Ysterfortein (Sudáfrica), en algún momento entre hace 100.000 y 50.000 años, se dio un cambio en la subsistencia, y se empezaron a explotar de manera intensiva los recursos marinos. Ese cambio coincidiría con la substitución de las industrias de tipo MSA (Edad de la Piedra Media, por las siglas en inglés) por las de la LSA (Edad de la Piedra Tardía) en la región.

La otra linea de evidencia se basaba, según los autores, en que los estudios de isótopos estables de los Neandertales apuntaban a un consumo exclusivo de animales terrestres (en concreto, de grandes herbívoros).

Mapa del área de estudio en el cono sur de África (Klein et al. 2004)

Esa segunda linea de evidencia, a decir verdad, ya entonces resultaba bastante menos sólida que la primera, porque -como los propios autores señalan en el artículo- en Italia y Gibraltar hay "firmes evidencias" de adaptaciones a la explotación de zonas costeras, datadas entre h. 127.000 y 50.000 años. Y dichas evidencias se refieren, en todos los casos, a yacimientos de Neandertales.     

Estos trabajos en la linea de la "human revolution", evidentemente, no carecen de interés, y tuvieron la virtud de avivar el debate y las investigaciones científicas sobre dichos temas. Pero, desde hace años, algunos investigadores han advertido de una posibilidad que no debía pasar desapercibida: Me refiero al hecho de que, seguramente, la explotación de los recursos marinos no era una cuestión tan importante, en términos de logro cognitivo o revolución del comportamiento.

Así, un equipo del sudeste asiático recordaba en 2007 cómo los macacos de cola larga de Tailandia, además de comer cangrejos de mar, recogen ostras y otros vivalvos, y utilizan herramientas para abrir o romper sus conchas. Y, en 2009, investigadores trabajando en yacimientos de Java, demostraron que, desde un punto de vista ecológico, la presunción por defecto ha de ser que un omnívoro que habite en la costa obtendrá y consumirá recursos marinos.

Así las cosas, llegamos a éste año 2011 y al trabajo que, en mi opinión, pone el último clavo en el ataúd de la adaptación a ecosistemas costeros como elemento destacado de la "human revolution". Me refiero al estudio publicado en PLOS sobre el uso temprano de recursos marinos, por parte de los Neandertales. Este trabajo, que ha tenido bastante repercusión en los medios de divulgación y de información general, aporta evidencias sólidas del consumo de moluscos marinos entre los Neandertales que habitaron la Cueva de Bajondillo  (Málaga, España), desde hace unos 150.000 años.

Mapa del área de estudio en la Península Ibérica (Cortés-Sanchez 2011)

Las evidencias más destacadas provienen del Nivel Bj19 de la secuencia de la cueva, datado en (quizás algo menos de) unos 150.000 años por U-th. Además de industria de piedra tallada, de restos de mamíferos, y de fuegos domésticos, en ese estrato arqueológico se hallaron restos de diferentes moluscos marinos (hasta ocho especies, pero con un predominio absoluto del mejillón mediterráneo -Mytilus galloprovincialis). Es interesante señalar que dichos moluscos no pueden provenir de una intrusión marina, ya que la cueva ha estado siempre por encima del nivel del mar, incluso en los periodos de mayor transgresión. Y, sobre todo, es relevante que muestren estigmas de fracturación intencional y de haber sido sometidos al fuego pero sólo por sus caras externas. Es decir, evidencias de procesado para el consumo.

Moluscos y cirrípedos de la Cueva de Bajondillo (Cortés-Sanchez et al. 2011)

En conclusión, este nuevo trabajo hace insostenibles los modelos de la "human revolution" basados en la explotación de los recursos costeros. Y suma otro argumento en contra de la misma existencia de dicha revolución en la cognición y el comportamiento (al menos, en los plazos, ritmos, y marcos geográficos propuestos hasta el momento). Sobre esos temas, los propios autores apuntan que:

"those data reinforce our suspicion that the coastal adaptation, however important might have been at the local level of specific populations, maybe yet another overrated phenomenon in the list of behaviors long considered to represent modernity" (el resaltado es mío).


Por último, para ir terminando este post, me gustaría aportar un pequeño elemento de crítica al trabajo sobre Bajondillo: Me refiero a la "fijación" de algunos equipos de arqueólogos y paleoantropólogos por hallar y presentar "el caso más antiguo", dentro de su ámbito de investigación.

Creo que esa "fijación" se refleja en el título elegido para éste artículo (aunque con la prudencia de añadir el adjetivo "conocido"): "Earliest Known Use of....". Creo que dicho título estaría perfecto en una nota de prensa o artículo periodístico (es decir, constituiría un gran "titular"), pero quizás no sea el idóneo para el trabajo científico en sí.

Y cierro con una idea que ha surgido charlando sobre éste trabajo con los compañeros arqueólogos de mi centro: Los mejillones y otros bivalvos, en muchos contextos arqueológicos y etnoarqueológicos, desde el Paleolítico superior al Neolítico, y también entre poblaciones subactuales como los fueguinos, se han utilizado como herramientas (sus conchas, evidentemente). Creo que sería muy necesario que los restos de Bajondillo también se estudiasen dicha óptica funcional, ya que podríamos llevarnos una interesante sorpresa.

Referencia de Research Blogging

Cortés-Sánchez, M., Morales-Muñiz, A., Simón-Vallejo, M., Lozano-Francisco, M., Vera-Peláez, J., Finlayson, C., Rodríguez-Vidal, J., Delgado-Huertas, A., Jiménez-Espejo, F., Martínez-Ruiz, F., Martínez-Aguirre, M., Pascual-Granged, A., Bergadà-Zapata, M., Gibaja-Bao, J., Riquelme-Cantal, J., López-Sáez, J., Rodrigo-Gámiz, M., Sakai, S., Sugisaki, S., Finlayson, G., Fa, D., & Bicho, N. (2011). Earliest Known Use of Marine Resources by Neanderthals PLoS ONE, 6 (9) DOI: 10.1371/journal.pone.0024026

Bibliografía adicional

Joordens, J.C.A., Wesselingh, F. P., Vos, J. de, Vonhof, H. B., Kroon, D. (2009): "Relevance of aquatic environments for hominins: a case study from Trinil (Java, Indonesia)", Journal of Human Evolution, V. 57, nº. 6, pp. 656-671.

Klein, R. G., Avery, G., Cruz-Uribe, K., Halkett, D., Parkington, J. E., Steele, T., Volman, T. P., Yates R. (2004): "The Ysterfontein 1 Middle Stone Age site, South Africa, and early human exploitation of coastal resources". PNAS, V. 101, nº 16 pp. 5708-5715.

Malaivijitnond, S., Lekprayoon, C., Tandavanittj, N., Panha, S., Cheewatham, C., Hamada, Y. (2007): "Stone-tool usage by Thai long-tailed macaques (Macaca fascicularis)". American Journal of Primatology, V. 69, nº. 2, pp. 227-233.

Richards, M. P, Pettitt, P. B., Trinkaus, E., Smith, F. H., Paunović, M., Karavanić I. (2000): "Neanderthal diet at Vindija and Neanderthal predation: The evidence from stable isotopes". PNAS, V. 97, nº 13, pp. 7663-7666.

Walter, R. C., Buffler, R. T., Bruggemann, J. H., Guillaume, M. M. M., Berhe, S. M., Negassi, B., Libsekal, Y., Cheng, Hai, Edwards, R. L., von Cosel, R., Neraudeau, D., Gagnon, M. (2000): "Early human occupation of the Red Sea coast of Eritrea during the last interglacial" . Nature, V. 405, nº  6782, 
pp. 65-69.

martes, 13 de septiembre de 2011

Humanos vs. sapiens en Paleofreak

Una nota muy breve para recomendar la última entrada del blog de Paleofreak titulada La desaparición de "sapiens". Se lee fácilmente, y trata sobre la nomenclatura del género Homo, y los problemas de no llamar a las cosas por su nombre en divulgación científica.

Me quedo sobre todo con este párrafo:
  1. Los lectores fácilmente pueden acabar creyendo que la ciencia, en algún sentido, ya no considera humano al hombre de Neandertal (o al resto de especies o subespecies pertenecientes al género Homo). Expresiones como "el genoma del neandertal se comparó con el de los humanos" o "los humanos se cruzaron con los neandertales" son ya ubicuas. Un par de ejemplos: "Un ser humano ganaría a un neandertal en una carrera" (ABC). "Los neandertales no son los únicos simios con los que los humanos se cruzaron" (New Scientist. Explicación de este titular, aquí).
Como ejemplo de una buena forma de expresarse, recordar la conferencia magistral de Svante Pääbo.


En la charla se puede ver que:
  • Él no cae en ningún momento en la trampa de diferenciar a "humanos" por un lado y a "neandertales" por otro.
  • Habla en todo momento del genoma de "personas vivas" frente al de "humanos extintos", "otras formas de seres humanos" y "formas tempranas de humanos". 

ACTUALIZACIÓN 6/10/2011: Jose María Carrascal ha sido tan amable de pasarme el enlace a un programa de Redes para la Ciencia (el de Punset) en el que hablan del Genoma Neandertal y entrevistan a Pääbo:



De la transcripción de la entrevista:
  •  Eduard Punset: Hubo por tanto relaciones entre ambas especies… ¿o eran la misma especie? 
  •  Svante Pääbo: Yo intento evitar el uso de esta palabra porque, en cierto modo, no tenemos una buena definición de lo que es una especie. Nosotros preferimos describir la historia de la población, explicar sus orígenes, cómo se cruzaron… pero dejar que cada cual decida si quiere llamarlo especie o no.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Neandertales: Bienvenidos a la mente humana

Después del paréntesis veraniego, quiero retomar las entradas de éste blog haciendo un poco de balance del estado del conocimiento científico sobre los Neandertales. En ese sentido, me gustaría destacar la importancia enorme que -en mi opinión- ha tenido el año 2011 en el avance de nuestros conocimientos sobre las sociedades neandertales.

La biología fue por delante, pero no pudo responder a todo (¡afortunadamente para los arqueólogos!)

Remontándonos al año anterior (2010), habría que empezar diciendo que aquel año fue fundamental desde la biología y la genética: los descubrimientos sobre el pasado de nuestro ADN (a partir del primer borrador del Genoma Neandertal) fueron enormes, y cambiaron (y aventuro que seguirán cambiando, a pasos agigantados) la visión de la evolución reciente de nuestros ancestros. Y, también, de sus relaciones con otras poblaciones humanas, a veces llamadas "arcaicas". 



De los citados descubrimientos, quizás el más relevante para los Neandertales fuera el siguiente: el hallar evidencias de que hubo una hibridación (posiblemente limitada) entre las poblaciones de "humanos modernos" salientes de África y las poblaciones neandertales de Oriente Medio. Ese hecho señala a la existencia de interfertilidad entre dichas poblaciones, y hace realmente difícil sostener que los Neandertales eran una especie distinta a la nuestra, y no digamos ya afirmar o implicar que no eran "humanos".    

Todos esos hitos empezaron a ver la luz -como decía- en 2010 y han supuesto un gran revulsivo para los estudios evolutivos y de genética de poblaciones. Pero, por otro lado, hay que admitir que aportan una información escasa o limitada sobre la cultura, las capacidades cognitivas, o la organización social del Hombre de Neandertal.

Con la excepción de algunos estudios muy específicos (cómo el análisis del parentesco de los Neandertales de El Sidrón) lo que la genética y la biología nos aportan son grandes marcos de conocimiento en términos bio-evolutivos, pero no permiten profundizar en los aspectos de la organización económica, social y cultural de aquellos seres humanos.

Pero por fortuna, la arqueología prehistórica sí está en condiciones de abordar, cada vez de forma más rigurosa y empírica, esos aspectos cognitivos, organizativos y simbólicos. Es decir, de empezar a escarbar, con todas las precauciones, limitaciones y seguros necesarios, en las mentes de aquellas poblaciones humanas.

2011: un gran año

En este sentido, en el año 2011 (en lo que llevamos del mismo) se han publicado novedosos y decisivos trabajos que, en base al estudio de los restos de la cultura material de los Neandertales, avanzan en el conocimiento de sus modos de vida.

La organización de la subsistencia y la explotación del medio

Desde la perspectiva de la subsistencia, este año se ha avanzado de forma muy sustancial en la comprensión de la adaptabilidad y la capacidad de planificación de las poblaciones Neandertales. Se ha  estudiado cómo los Neandertales explotaban diferentes paisajes y nichos ecológicos (como los estuarios, playas y marismas), y también se han aportado indicios fiables sobre la organización de cacerías comunales, y sobre la caza por interceptación de grandes mamíferos migratorios.


Estos aspectos dibujan una imagen de complejidad, de subsistencia estructurada, planificada y coherente. Y, lo más importante, similar (o prácticamente idéntica) a cualquier grupo de cazadores-recolectores, sean del Pleistoceno o de etapas más recientes (de la prehistoria o sub-actuales).

Las herramientas de los Neandertales y su tecnología

En cuanto a la producción de los instrumentos de trabajo, algunos estudios de 2011 han vuelto a remarcar la complejidad y los notables requisitos cognitivos de la tecnología de la talla de la piedra que llamamos Musteriense o de Paleolítico medio. Pero, de hecho, estos aspectos de modernidad o capacidad cognitiva ya vienen siendo estudiados desde hace décadas y no suponen por si mismos una novedad (aunque cabe decir que el avance de la disciplina es firme y constante en ese aspecto).

Si es novedosa, hasta cierto punto, la recuperación de una idea: que entre las últimas poblaciones Neandertales se extendió la fabricación y uso de un complejo instrumental en hueso, un "logro" que tradicionalmente se había considerado exclusivo de los "humanos modernos".

La situación actual, al reafirmarse la presencia y validez de los útiles en hueso del Chatelperroniense francés, y del Uluzziense italiano, y quizás en otros tecnocomplejos europeos de entre hace 50.000 y 40.000 años, apunta  a otro tipo de procesos (no relacionados con incapacidades cognitivas) para explicar la  difusión de la producción y uso del instrumental óseo en Eurasia.


Una gran sorpresa, en términos del instrumental de trabajo de los Neandertales, ha sido la reciente publicación (en la prensa) del hallazgo en Abric Romaní de una especie de "pala", un útil trabajado hecho de madera, con mango, muy similar a los usados en etapas tan recientes como el Neolítico.


En mi opinión, en la situación actual de las investigaciones -y al margen de los procesos bio-evolutivos de sustitución de unas poblaciones por otras- no se puede decir que, desde el punto de vista de la complejidad y "modernidad" de los instrumentos de trabajo, existan diferencias entre las últimas poblaciones neandertales y los primeros "humanos modernos" de Europa y Asia occidental.

Simbolismo y comportamientos culturales complejos

Lar referencias al trabajo del hueso y a los tecnocomplejos Chatelperroniense y Uluzziense nos llevan hasta otro aspecto destacado de la literatura científica de 2011: Los trabajos sobre las capacidades simbólicas y la expresión de comportamientos culturales complejos. En ese ámbito la "explosión" de publicaciones ha sido espectacular, y permite atisbar un gran abanico de expresiones simbólicas entre los Neandertales. Expresiones que, o bien eran desconocidas hasta ahora, o bien han sido escatimadas al debate científico hasta este año (por falta de estudios en profundidad o por la inercia de los tópicos de las incapacidades neandertales).

Entre esas formas de expresión simbólica destacan los elementos de adorno corporal, como los colgantes y el colorante mineral (ocre), cuya presencia es nutrida, bien datada, e inequívoca, en el Chatelperroniense francés; y posiblemente también forma parte del bagaje cultural del Uluzziense italiano. Y no sólo en contexto "transicionales", cercanos en el tiempo a la presencia de los "humanos modernos", sino también en momentos más tempranos y propiamente Musterienses, como las conchas decoradas y el colorante de las cuevas murcianas de Los Aviones  y Cueva Antón, o el uso de plumas de aves en el musteriense italiano de Fumane.


También, en lo referente a los comportamientos simbólicos, un nuevo artículo científico, después de un exhaustivo examen tafonómico, revindica el carácter de instrumento musical del artefacto conocido como "flauta de Divje Babe", hallado en un contexto neandertal.


Welcome to the human mind!

Todos estos aspectos constatados o reafirmados por la arqueología en 2011, creo que -con pocas dudas y precauciones- permiten situar de manera sólida a las sociedades neandertales dentro del conjunto de las sociedades humanas de cazadores-recolectores (tanto del Pleistoceno cómo de épocas más recientes, e incluso sub-actuales), sin que se aprecien diferencias cognitivas o de "desarrollo cultural" sustanciales, entre Neandertales y "humanos modernos". 

Por ello, quiero terminar este post afirmando que (aún sabiendo que la ciencia es un contínuo donde nada se da por hecho de manera definitiva) debemos dar la bienvenida a los Neandertales a la "mente humana". Es decir, debemos admitir que la evidencia apunta a que pensaban como cualquier otro ser humano inmerso en sus mismas condiciones (en términos históricos), y que -por tanto- actuaban cómo cualquier otro cazador-recolector conocido.

Y, por lo tanto, debemos abandonar la idea de que eran una especie o población inferior, intelectualmente peor dotada, o de algún modo limitada en términos cognitivos; porque nada, absolutamente nada, en el registro de sus realizaciones materiales, sugiere algo así, sino todo lo contrario.