martes, 29 de marzo de 2011

Las estrategias de caza de los Neandertales II: Grandes manadas, caza comunal y acumulación de excedentes

ResearchBlogging.org

A vueltas con la fauna

No hace mucho escribí un post sobre un articulo del investigador William Rendu. Su trabajo trataba de las estrategias de caza neandertales en el yacimiento francés de Pech-de-l'Aze IV. Además, aproveché aquella nota para hacer una breve presentación de la arqueozoología como disciplina científica, con el objetivo de comunicar el enorme potencial que tienen los restos de la fauna a la hora de ayudarnos a entender las sociedades del Paleolítico.

Hoy retomo esos temas (estrategias de caza neandertal y estudios de arqueozoología) con la revisión crítica de un reciente artículo, que está escrito -precisamente- por el mismo Rendú , junto con otros investigadores (Sandrine Costamagno, Liliane Meignen y Marie-Cécil Soulier). De hecho, es tan reciente que habría que hablar más bien de "corrected proof" antes que de artículo publicado (al menos es así como aparece en Sciencedirect). Pero dejando de lado estas cuestiones técnicas, vayamos al meollo de la cuestión.

Les Pradelles y Mauran

El trabajo que nos ocupa aborda el análisis arqueozoológico de dos importantes yacimientos franceses: Les Pradelles, en la región de Charente, y Mauran (Sur de Francia, casi en los Pirineos). En cada uno de estos sitios se elige un determinado depósito o estrato para su estudio0, en función de varios criterios: buena conservación de la fauna, presencia de una gran cantidad de huesos de grandes herbívoros, y el hecho que dichos animales pertenezcan -mayoritariamente- a una sola especie. De este modo se eligen la Facies 2 de Les Pradelles y el Nivel 2 de Mauran, que (como veremos) cumplen bien con dichos criterios.

Localización de Les Pradelles y Mauran (según Rendu et al. 2011)

La idea de fondo que subyace a la elección es bastante clara: Se seleccionan sitios y niveles en los que haya buenas perspectivas para estudiar la posible presencia de la caza comunal en las sociedades neandertales (una actividad que supone la participación de muchos cazadores, e incluso puede implicar la agregación de varios grupos o bandas).

59 renos...

En el caso de Les Pradelles (Facies 2) se estudian los restos de reno, que suponen el 97,5% de la fauna de ese nivel. Los resultados apuntan a un Número Mínimo de Individuos (NMI) de 59, que es bastante alto, sobre todo considerando que el NMI se considera (por su propia naturaleza) como una estimación "a la baja".

Rangifer tarandus

Los investigadores han estudiado la edad de los renos al morir, a partir del crecimiento de la dentadura. Y han comprobado que la estructura de esa población coincide bastante bien con una población "viva" típica para la especie, quizás con cierta ausencia de los animales más jóvenes. Eso significa que el perfil de muerte es de tipo "catastrófico". Con este término se quiere decir que fueron abatidos individuos de todas las edades, no que fuera una "catástrofe" ni nada parecido.

Perfiles de población de los renos de Les Pradelles (negro) y una población "viva" actual (gris). Gráfico de Rendu et al. (2011), con datos de Soulier (2008) y Miller (1974).

Ese tipo de perfil suele ser típico de las grandes cacerías comunales documentadas etnográficamente. En concreto las que tienen como objetivo los grandes rebaños migratorios de herbívoros.

Además, hay otra información que se puede obtener del estudio microscópico de los dientes: la estación del año en la que murió el animal. En Les Pradelles, los autores concluyen que los animales fueron abatidos mayoritariamente al final de la estación cálida y antes del invierno.Es decir, durante la migración de otoño, en la que los pequeños rebaños de reno se agrupan en grandes manadas.

...y 4000 bisontes

El caso de Mauran, por su parte, es bastante espectacular en cuanto al conjunto de restos animales. Se trata en este caso de una fauna exclusivamente compuesta por bisontes. La muestra estudiada, que representa sólo una parte del total encontrado, dio un NMI de 137 animales. Pero el número -estimado- de carcasas de bisonte que fueron explotadas en Mauran es de unas 4000 (Farizy, David y Jaubert -eds.- 1994).

Bison priscus (bisonte de estepa o ártico, extinto). Imagen: arezzocitta.com

En Mauran, una vez más, los patrones de crecimiento dental retratan un patrón de muerte "catastrófica", y apuntan a una caza al final de la estación cálida.

Grandes manadas migratorias y caza comunal

En ambos sitios, los investigadores admiten que es imposible precisar cuantos animales se abatieron en cada cacería, pero afirman que hay evidencias que apuntan a que fueron bastantes en cada ocasión.

"...to identify the number of prey killed during each hunting event, several elements suggest a slaughter of a significant number of individuals."   

Las evidencias, según los autores, son las siguientes: 
  • El patrón de muerte "catastrófica" del que hemos hablado.
  • La ausencia de individuos infantiles (en Mauran parece que las carcasas de estos animales más jóvenes no se aprovechan ni cuando son abatidos).
  • El carácter estacional y recurrente de los eventos de caza.
  • La especialización en un solo tipo de animal en cada caso. 
En cuanto a las diferencias entre ambos yacimientos, la más importante (aparte de las obvias del número de efectivos y la especie cazada) es que Mauran es un sitio de caza, un "kill-site". Es un yacimiento al aire libre, en un entorno natural donde sería relativamente fácil llevar a cabo cacerías comunales, usando trampas naturales o con una estrategia de conducción e interceptación de grupos -separados de las grandes manadas.

Les Pradelles, por su parte, sería más bien un lugar de hábitat o campamento, a donde se llevan las partes mas ricas en carne y en médula y más fáciles de consumir (las extremidades) desde el lugar donde fueron abatidos los renos.

De este modo, ambos yacimientos darían una imagen complementaria de procesos muy similares, en los que hay cacerías comunales de grandes herbívoros, que tienen lugar cuando estos animales se agrupan en grandes manadas, para sus movimientos migratorios anuales.

Esas cacerías suponen el abatimiento de un número alto de presas, lo que significa que se pueden dejar pasar los animales más pequeños (o incluso no explotarlos cuando son abatidos) en favor de los mayores. Eso permite optimizar los procesos de preparación y transporte de las partes destinadas al consumo, y la abundancia de presas hace que no sea un problema desechar algunos animales.

Por último, hay que señalar que una de las conclusiones de los autores es que estas cacerías generan excedentes, que se destinan a un consumo diferido. Esto implica una anticipación de las necesidades futuras por parte de estos grupos neandertales, y encaja bien con una estrategia logística de obtención de los recursos.

En conclusión: Muchos "pros" y algunos "contras"

En lineas generales me parece un excelente trabajo, que vale la pena leer con atención (y que aporta muchos más datos y matices que los que yo puedo reflejar en esta breve revisión). Los principales puntos fuertes, en mi opinión, son estos:
  • El uso de la mayor parte de las herramientas metodológicas a disposición de los arqueozoologos para analizar los restos animales (esqueletocronología, análisis del esmalte dentario, análisis de las partes anatómicas representadas, etc).
  • La integración de la etología -comportamiento- de estos animales (migraciones, agregación en grandes manadas, estructuras de las poblaciones "vivas") en la reflexión sobre las estrategias de caza.
Y en cuanto a los críticas constructivas, sin perder de vista que es un artículo muy solido, se pueden señalar algunos puntos concretos en los que se podrían mejorar:
  • En primer lugar, una cuestión especifica -y un tanto técnica: faltan algunos datos de detalle sobre la tafonomía (formación del depósito) de ambos yacimientos y en concreto sobre la proporción de esquirlas de muy pequeño tamaño. Esos fragmentos pueden representar una parte importante de la fauna, que por diversos procesos ha quedado reducida a trocitos indeterminables. Y a veces sucede que -al no ser tenidos en cuenta- se está obviando un sesgo importante, en cuanto a la representación anatómica de los animales abatidos.
  • Y por otro lado, hay un aspecto más general que no me acaba de convencer, y es cómo se hace la deducción de que hay unos excedentes y que se preparan para su consumo diferido. Creo que esa parte no está muy bien argumentada o al menos tiene poca base en la evidencia arqueológica. Es decir, aunque es una suposición razonable, no parece haber muchos datos concretos al respecto en ninguno de los dos yacimientos. Por tanto, el principal argumento es la analogía directa: se aplica lo que sucede en las cacerías comunales o de grandes manadas documentadas por la etnografía de cazadores-recolectores.
En todo caso, y a pesar de estos pequeños "peros", el artículo de Rendu et al. es un trabajo muy recomendable para saber más sobre las estrategias de caza de los neandertales; y, en general, sobre los modos de vida de estos grupos humanos del Paleolítico.

Referencia de Research Blogging

Rendu, W., Costamagno, S., Meignen, L., & Soulier, M. (2011). Monospecific faunal spectra in Mousterian contexts: Implications for social behavior Quaternary International DOI: 10.1016/j.quaint.2011.01.022

Bibliografía adicional

Rendu, W. (2010): Hunting behavior and Neanderthal adaptability in the Late Pleistocene site of Pech-de-l'Azé I. Journal of Archaeological Science, 37 (8), pp. 1798-1810. DOI: 10.1016/j.jas.2010.01.037

Farizy C., David F. y Jaubert J. (1994): Hommes et Bisons du Paléolithique Moyen à Mauran (Haute-Garonne). Centre National de la Recherche Scientifique, Paris.

Soulier, M.-C. (2008): Etude des dents de Renne du gisement des Pradelles (Charente, France): revue critique des méthodes d’estimation d’âge dentaire, saisonnalité et profils de mortalité. Mémoire de Master 2. Université Toulouse 2. Le Mirail, Toulouse.

Miller, F. L. (1974): Age Determination of Caribou by Annulations in Dental Cementum. The Journal of Wildlife Management. Vol. 38, No. 1 (Enero 1974), pp. 47-53.

lunes, 21 de marzo de 2011

Neandertal: El 9 del River

Estamos acostumbrados a las modelos sin estudios, pero este impresionante documento audiovisual desbanca lo que hayas visto antes. No tengo palabras. Hay que verlo.


¿Se supone que debemos creer que nosotros eramos los primos listos?

(y por cierto, el presentador ¡vaya cabroncete!)

domingo, 20 de marzo de 2011

De plumas, adornos, flechas y Neandertales

ResearchBlogging.org

No es exactamente una novedad porque...

En Febrero de este año tuvimos noticia de que los Neandertales que habitaron en la Cueva de Fumane (Italia) pudieron utilizar plumas de varias aves como elementos de adorno personal. Tanto la nota de prensa como el propio artículo científico que dió lugar a la noticia, fueron recogidos en varios blogs en castellano (Mundo Neandertal, Noticias de Prehistoria-Prehistoria al día), catalán (Neanderfollia) e inglés (A Very Remote Period Indeed).

Pero no es que sea un vago, es que...

Por mi parte, he preferido dejar pasar algo de tiempo para leer con detenimiento el trabajo, su material suplementario, y otros artículos citados en el mismo, en los que se basa una serie de afirmaciones y deducciones de los autores.

Cumplido ese objetivo, a continuación os presento mi revisión crítica del trabajo de Peresani et al. en PNAS early edition, titulado Late Neandertals and the intentional removal of feathers as evidenced from brid bone taphonomy at Fumane Cave 44 ky BP, Italy

La evidencia científica de las aves de Fumane

Los principales datos presentados en el trabajo (tanto en el texto principal como en el material suplementario) son estos: En primer lugar una descripción exhaustiva de los huesos de ave hallados en los niveles A6-A5 (Musteriense) de la Cueva de Fumane, y en segundo lugar el estudio tafonómico de los mismos.

 Vista general de la boca de la Cueva de Fumane. Fuente: Larena.it.

En dicho estudio el interés se centra en las modificaciones causadas por las acciones humanas (huellas de fractura intencional, de corte o de raspado con utensilios de piedra, etc) aunque también se estudia la acción de otros agentes, como los animales carnívoros o los procesos físico-químicos propios de la sedimentación en una cueva.

Los resultados de dichos análisis revelan, según el criterio de los autores, que hay una serie de acciones específicas sobre ciertas aves, destinadas a obtener las plumas largas de las mismas.

Huellas antrópicas en ulna de Gypaetus barbatus 
(Peresani et al. 2011).

Y, de modo complementario, se detecta que no hubo un aprovechamiento cárnico de las mismas. Este último punto se deduce de que las huellas de corte, fractura y raspado se concentran en las alas y no aparecen (en general) en otros huesos.

Es decir, que no parece que las marcas tengan relación con la preparación de dichas aves para su consumo alimenticio.

Un dato importante, en ese mismo sentido, es que el grueso de las especies de ave a las que pertenecen los huesos no son los "típicos" pájaros comestibles. Se trata de rapaces, córvidos, buitres... 

Son animales que pueden ser consumidos en último extremo, en casos de verdadera penuria, pero no resultan una opción alimenticia habitual probable.

Con estos elementos (huellas en partes anatómicas sin carne, ausencia de huellas más relacionadas con el consumo, perfil de las especies escogidas) creo que la deducción que ofrecen los autores es bastante sólida: Hay que pensar en una razón no estríctamente alimenticia para el procesado de esos huesos de ave.

Y, a falta de mejores hipótesis o de otro tipo de evidencias, en este momento la obtención de las plumas es desde luego la explicación más coherente para la evidencia arqueológica.

Hasta aquí, totalmente de acuerdo con la evidencia ofrecida por Peresani y el resto de los autores, y con sus conclusiones al respecto. En cuanto al resto del trabajo, debo decir que es altamente especulativo: no necesariamente incorrecto, pero desde luego tampoco puede considerarse probado. Trataré de explicar en detalle lo que quiero decir.

Hipótesis, propuestas, especulaciones

En la parte interpretativa y de discusión de su artículo, los autores hacen referencia al creciente número de evidencias sobre comportamientos simbólicos entre los neandertales. Y al tiempo, citan la abundante literatura etnográfica sobre el uso de plumas en los más variados contextos simbólicos, por parte de cazadores-recolectores actuales o históricos.

Hehaka Sapa, Alce Negro, 1863-1950.
 
A partir de ambas afirmaciones, proponen que el uso de las plumas de Fumane es de tipo simbólico, con la siguiente aserción:

"The possibilities for the use of these anatomical elements in the social and symbolic sphere, however, are extremely abundant."

La cursiva es mía, creo que refleja muy bien el tipo de argumentación que se utiliza aquí. El problema es que no hay ninguna inferencia real de uso simbólico, a partir de los datos.

Que las plumas de ave se han utilizado históricamente como elemento decorativo-simbólico es algo conocido. Pero debería ser también obvio que eso no tiene porqué pasar necesariamente para los niveles musterienses de la Cueva de Fumane.

Del mismo modo, es cierto que no dejan de aparecer elementos simbólicos asociados al Paleolítico medio y los Neandertales. Pero aunque ese hecho haga más plausible que las plumas de Fumane tuvieran un componente de "adorno", también es obvio que el dato por si mismo (i. e. "se obtuvieron plumas largas de aves") no puede ser esgrimido como prueba de comportamiento simbólico.  

Eso me lleva a un último elemento del artículo que quería comentar -y porqué no decirlo, criticar.  Se trata de la principal hipótesis alternativa de interpretación de la evidencia, aquella que los autores consideran y descartan en el texto. Me refiero al uso de las plumas como elementos de estabilización de armamento de proyectil.

En líneas generales, se puede decir que las plumas largas de las aves que aparecen en Fumane A6-A5 (águilas, halcones, córvidos, buitres) son excepcionalmente buenas para su uso como guías o timones, es decir como elementos de estabilización de armas de proyectil. Yo mismo las he utilizado (plumas de buitre, en concreto) para fabricar azagayas y flechas de tipo prehistórico. 

Sin embargo, la argumentación que utilizan los autores para desechar esa alternativa es una generalización de argumentos sobre la ausencia de ese armamento entre los Neandertales, o en todo caso, el uso de ese armamento a muy corta distancia. Según los investigadores, el tipo de armamento neandertal, en todo caso de "vuelo corto", hace que sus lanzas o azagayas no necesiten de elementos de estabilización.

Sin embargo, en realidad no conocemos suficientemente bien cual es la naturaleza, ni el rango de variabilidad de las armas de proyectiles de los Neandertales.

En la bibliografía especializada, hay toda una serie de trabajos (como he relatado en muchos posts, empezando por éste) que sugieren que el uso de armas de proyectil era más común de lo aceptado por una parte de la historiografía, muy centrada en las incapacidades neandertales. Esos mismos trabajos, considerados en conjunto, también sugieren que las propias armas eran bastante variadas (y adaptadas a cada tipo de ambiente y presa).

En este punto, me gustaría señalar que el grueso de la argumentación de Peresani et al. para desechar el uso de las plumas como elementos de estabilización se basa en un trabajo de S. Hughes de 1998. Y al leer ese trabajo he podido ver que prácticamente no se refiere a estudios sobre el Musteriense, los Neandertales o el Paleolítico medio. Al contrario, el estudio se centra en la evolución del armamento a distancia durante los últimos 9000 años en América del Norte.

En ese sentido, la propuesta del autor, que recoge el estudio de Fumane, es que el uso de azagayas, lanzas arrojadizas o flechas que estén emplumadas sólo tiene sentido si se lanzan con un atlat (propulsor) o con un arco

Por ello, la argumentación de Peresani et al. requiere, en mi opinión, que se pueda probar que las azagayas, lanzas o flechas arrojadas con la mano, a corta-media distancia, no se hayan emplumado nunca, porque realmente es algo innecesario.

Pero ¿Es eso correcto? Lo cierto es que no. De hecho, ese tipo de armas han existido: se suelen denominar dardos o flechas de mano.

Se documentan en varias tradiciones bélicas (p.e. en las guerras de la Europa bajomedieval).

 Javalina o "flecha de mano" (S. XV). 
Fuente: FireStryker Living History Forum.

Y también se han documentado entre diversos pueblos  nativos norteamericanos  (a menudo, como elementos usados en ceremonias y en juegos).

 Flecha de mano ceremonial (fabricada por C. Bitsui, artesano navajo). Fuente: Alltribes.com.

Lo que quiero decir, en resumen, es que en mi opinión que se cargan las tintas hacia la hipótesis (que no es más que una posibilidad razonable) del carácter decorativo-simbólico de las plumas de Fumane; y se desecha con escasos argumentos el uso como elementos estabilizadores de cierto tipo de armamento. Sobre todo, teniendo en cuenta que las plumas y las especies elegidas son idóneas para ese uso.

En conclusión

Por supuesto, eso no significa que los autores estén necesariamente equivocados en su interpretación. Tan solo que, en mi opinión, no existen demasiados elementos objetivos para aceptar la hipótesis finalmente propuesta en el texto, ni para desechar la alternativa.

Y por cierto que todavía existen otras posibilidades interpretativas que apenas se exploran en el trabajo (aunque se citan de forma escueta): En concreto, ciertos usos de las plumas documentados etnográficamente, como espátulas y "dispensadores" de pigmentos (sobre todo las cánulas de las plumas).
 
En todo caso, lo que sí se puede afirmar es que hay un procesado que no es para el consumo alimenticio de esas aves, y que sirve para aprovechar las plumas. Por ello, independientemente del uso que tuvieran, el simple hecho de documentar dicho aprovechamiento es (en mi opinión) una prueba fehaciente de la complejidad cognitiva y de organización de los Neandertales.

Visto de forma objetiva, y sean las plumas para adornarse, para estabilizar armas de proyectil, o para utilizar junto con pigmentos, está claro que implican un alto grado de complejidad, y unas capacidades cognitivas equiparables a las de los "humanos modernos".

Referencia de Research Blogging:

Peresani M, Fiore I, Gala M, Romandini M, & Tagliacozzo A (2011). Late Neandertals and the intentional removal of feathers as evidenced from bird bone taphonomy at Fumane Cave 44 ky B.P., Italy. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 108 (10), 3888-93 PMID: 21368129

Bibliografía adicional:

Hughes, S. (1998): Getting to the point: Evolutionary change in prehistoric weaponry. Journal of Archaeological Method and Theory, Vol. 5, Nº 4, pp. 345-408.

domingo, 6 de marzo de 2011

Vacaciones Neandertales: Costa y Marisma

ResearchBlogging.org 
Introducción: un poquito de geología y climatología

Un hecho que no es muy conocido, excepto para los expertos en el clima o la geología del Pleistoceno, es que el nivel del mar ha variado sustancialmente desde el tiempo de las glaciaciones. De hecho, el nivel del mar sigue un ciclo paralelo a las etapas glaciares. La lógica subyacente es, más o menos, ésta:

En las etapas de glaciación, el agua de la evaporación de los oceános cae en forma de precipitaciones de nieve, que se acumula en los casquetes polares y los glaciares y por lo tanto no vuelve a los océanos. Esto, provoca, además de cambios en la salinidad y en las corrientes oceánicas, un descenso del nivel del mar.

 Circulación Atmosférica (Wikimedia Commons)

Por el contrario, en las etapas más calidas (interglaciares), hay un deshielo tanto de los polos cómo de los glaciares, que encauza toda esa agua retenida de nuevo a los océanos. Y como consecuencia, vuelve a subir el nivel del mar.

En este punto, hay que introducir otro concepto: Ahora mismo nos encontramos en eso que llamamos Holoceno. Este recién inaugurado periodo geológico es, en realidad, un periodo interglaciar con temperaturas altas. Y por tanto, con un nivel del mar también bastante alto.

 Ascenso del nivel del mar tras el último Máximo Glaciar
(Wikimedia Commons)

Se Busca: El hábitat costero de los Neandertales

Desde el punto de vista de la investigación sobre los Neandertales (lo que nos interesa en este Blog) esto significa que, por desgracia, la mayor parte de las evidencias de su hábitat costero están hoy en día sumergidas (seguramente a pocos kilómetros de la costa actual). Esa es la razón, por ejemplo, de que se hayan encontrado herramientas del Paleolítico medio e incluso restos neandertales arrastrados por las redes de pescadores, en el Mar del Norte.

Por suerte para los arqueólogos, algunos fenómenos geológicos pueden elevar determinadas zonas costeras, evitando así que queden bajo el mar, cuando éste sube su nivel. Esos fenómenos son de tipo tectónico y dependen de la dinámica de las placas continentales en cada región concreta. 

Esto nos lleva a la Estremadura Portuguesa, una región en la que, gracias a esos movimientos tectónicos, algunas zonas de la costa de época glaciar se han ido elevando, y han quedado por encima del actual nivel del mar. Gracias a ese fenómeno natural, y también a una prospección intensiva de la zona en cuestión, un equipo de científicos (arqueólogos, geólogos, botánicos y físicos) ha localizado y estudiado varios yacimientos con ocupaciones neandertales, situados en la antigua costa de época pleistocena.

En un reciente trabajo publicado en la revista Geoarchaeology, los investigadores ofrecen un avance bastante extenso de los resultados de su investigación, que  se centra en dos yacimientos: Mira Nascente y Praia Rei Cortiço. 

En ambos casos se trata de yacimientos de Paleolítico medio, es decir del principal período en que los Neandertales habitaron el continente europeo. Ambos sitios están bien datados tanto por Carbono-14 como por OSL (luminiscencia de estimulación óptica). Mira Nascente pertenece al final del Musteriense, pero Praia Rei Cortiço es probablemente mucho más antiguo.   

El primero de los yacimientos, Mira Nascente (Distrito de Leiria, 10 km. al Norte de Nazaré) ha aportado más información que el otro, y por ello los estudios son -por el momento- mucho más completos.

Mira Nascente: En la playa, junto al río. 

En Mira Nascente la ocupación neandertal fue efímera, pero de gran interés para los arqueólogos. Su situacion es muy reveladora desde el punto de vista de la organización y la explotación del territorio: el yacimiento se encuentra situado en una antigua playa, a la que llegaban (cuando estuvieron allí los neandertales) los movimientos de las mareas. También se ha podido determinar que el campamento o lugar de actividad estaba situado junto al cauce de un arroyo, que desembocaba en el mar.  

El yacimiento ha sido datado extensamente, mediante Carbono-14 y OSL, y la ocupación se ha situado entre 40.000 y 42.000  BP. Los botánicos del equipo han recogido muestras del yacimiento y de varios sondeos en las inmediaciones, para estudiar los restos de pólenes contenidos en el sedimento. Tras comparar distintas muestras (de entre 40 y 42 ka BP) se concluye que el paisaje debía ser de brezales costeros, con árboles mediterráneos dispersos y hierba turmera (Tuberaria guttata). Es decir, de clima costero entre frío y templado.

En cuanto a los restos arqueológicos en sí, en Mira Nascente se encontraron 432 evidencias de piedra, la mayor parte en sílex. Del estudio que se ha hecho de ese conjunto, éstas son las deducciones más importantes: 
  1. Se trata de materiales importados, es decir, traídos desde al menos una distancia de 10 km. Esto se ha podido saber gracias a un análisis del origen geológico de las materias primas. 
  2. Los utensilios fueron tallados y utilizados en el yacimiento. Este punto puede conocerse, porque se han encontrado tanto los núcleos o matrices, como los productos de la talla (lascas, puntas, hojas, etc) y los residuos de la producción (esquirlas, fragmentos, etc). 
  3. Fueron utilizados principalmente para trabajar una materia blanda  (probablemente, para el procesado de peces) y, más puntualmente, para el corte de hueso.
    Huellas de uso sobre los instrumentos de sílex de Mira Nascente
    (Haws et al., 2010, figura en pag. 728)

    Praia Rei Cortiço: Un yacimiento en la marisma

    En el caso de Praia Rei Cortiço (Distrito de Leiria, al Sur de Óbidos) los datos que ofrece el artículo son mucho más limitados. La antiguedad de la ocupación es complicada de establecer, pero los investigadores se inclinan por proponer una fecha del último interglaciar o más antigua (lo que la situaría en más de 100.000 años de antiguedad). En cuanto al medio natural que rodeaba al yacimiento arqueológico, se menciona:

    " preliminary observations point to a Middle Paleolithic site located near a coastal swamp or marsh, most likely a former arm of the Óbidos estuary."  

    Es decir, que se trataría de una ocupación en una zona de marisma, en la desembocadura de un curso fluvial importante.

    Wrapping up

    A modo de balance, creo que se puede afirmar que el trabajo sobre estos dos yacimientos neandertales de la Estremadura Portuguesa está dando unos importantes frutos. Y, seguramente, permitirá hacer aportaciones significativas al conocimiento de los modos de vida y de la organización territorial y económica de los Neandertales.

    Por el momento, los datos disponibles ya muestran un recurso habitual a las fuentes de alimento costeras, con preferencia por los sitios donde confluyen las aguas dulces y saladas (que son zonas de gran variedad y riqueza ecológica).

    Y también, gracias a los datos de Mira Nascente, se detecta un carácter organizado y logístico del aprovisionamiento de las materias primas: éstas son transportadas a los lugares de actividad, con previsión de las necesidades que se tendrán que cubrir, una vez en el lugar de destino.

    Referencia de Research Blogging: 

    Haws, J., Benedetti, M., Funk, C., Bicho, N., Daniels, J., Hesp, P., Minckley, T., Forman, S., Jeraj, M., Gibaja, J., & Hockett, B. (2010). Coastal wetlands and the Neanderthal settlement of Portuguese Estremadura Geoarchaeology, 25 (6), 709-744 DOI: 10.1002/gea.20330