L. R. Binford (a la derecha del todo) de Campaña en Alaska en 1969. Imagen: En Busca del Pasado. L. R. Binford (ed. española: 1988)
En este blog se le ha mencionado a menudo, y su trabajo ha protagonizado al menos dos posts que yo recuerde: el más reciente trata una de sus obras más "redondas", y en el otro comparte temática con F. Bordes).
Los obituarios que se pueden consultar en la red retratan a Binford como el padre de la Nueva Arqueología, una figura legendaria y el arqueólogo más influyente de su generación. Aunque creo que todo eso es estrictamente cierto, para mí lo más valioso de Binford es la constante preocupación por poner en solfa a todo el mundo, y salir ahí afuera a hacer las cosas.
No comparto algunas de las visiones antropológicas de Binford, pero la actitud que tuvo éste arqueólogo ante la investigación es, para mí, un modelo ejemplar. Es, ni más ni menos, la mejor forma de hacer arqueología.
Las obras de Binford destilan en cada página reflexión crítica: mordaz, sistemática y profunda. Sus enormes aportaciones a la disciplina son producto de preguntarse una y otra vez: ¿qué falta?¿cuáles son los lugares comunes, las trampas dialécticas, los "acomodamientos"? ¿qué está estancando a la arqueología? Y no sólo sabía ver los defectos, sino que tenía muy claro que el siguiente paso era colgarse los bártulos y demostrar que se puede hacer mejor.
Curioso plano etnoarqueológico de Binford, en el que -además de esbozar el lugar de preparación de comida de los Alyawara- señala los puntos donde los propios investigadores consumieron su almuerzo (LRB marca su posición). Imagen: En Busca del Pasado. L. R. Binford (ed. española: 1988)
Para quien quiera saber algo más sobre este investigador, su entrada de la Wikipedia en inglés es bastante recomendable. Y si queréis leer algo de Binford, la obra citada en el post que enlazo más arriba (In Pursuit of the Past, en español En busca del Pasado) sería un estupendo comienzo.
1 comentario:
Una gran pérdida. Será el arqueólogo más refutado de la historia pero las cuestiones que planteaba quitaron el sueño a más de uno.
Publicar un comentario