¿Otra serie?.... hum, vale ¿Pero ésta de qué va?
Comienzo con este post una
serie de notas (espero que no sean más de tres o cuatro) en las que trataré de dar una
visión general de la cultura arqueológica que llamamos
Chatelperroniense (o algunos autores,
Castelperroniense). En cada nota, utilizaré un
artículo de síntesis o de
"estado de la cuestión" ya existente (o un par de ellos), para ir comentando los aspectos más destacados de esa cultura material de los
últimos Neandertales.
¿Y empezamos por?
Para comenzar, he creído razonable recurrir a un (recomendable) trabajo de
J. Pelegrin y M. Soressi publicado en 2007, porque ese artículo aborda la cuestión de l
a industria lítica del Chatelperroniense y lo hace buscando
sus orígenes en el
Musteriense, que como sabemos fue la cultura material de los Neandertales en el
Paleolítico medio europeo.
Y además, los autores se centran en la
zona donde esa cultura cuenta con
más yacimientos y niveles (y que es parte del actual estado francés), considerada la
región central o nuclear del Chatelperroniense.
Venga ¡Al lío!
En el trabajo, los autores comienzan dando las
claves cronológicas y espaciales del Chatelperroniense, desde del relativo consenso que existe sobre la cuestión: Los
yacimientos (unos 50) se concentrarían en un
cuadrante amplio al S-O de Francia, desde los
Pirineos hasta el
Valle del Loira, con los sitios en
Arcy-Sur-Cure como los más septentrionales.
Mapa de los principales sitios chatelperronienses, según Pelegrin 1995 (reproducido en Pelegrin y Soressi 2007).
Y en cuanto a la
cronología, lo sitúan en una franja de entre 40.000 y 36.000 años "Before Present" (BP) dentro de la
escala relativa del C14 sin calibrar. Eso en cronología real correspondería al
intervalo entre 45.000 y 40.000 años BP.
Además, Pelegrin y Soressi recuerdan que las
supuestas estratificaciones de
Chatelperroniense y
Auriñaciense propuestas en los años 60 (en Roc de Combe y Le Piage) son en realidad fruto de
secuencias revueltas, como muestra la
tesis de J.-G. Bordes del año 2002.
Esa cronología sitúa al Chatelperroninse como
ligeramente anterior a cualquier iteración del
Auriñaciense europeo, y más o menos contemporáneo del
Uluzziense de Italia, del
Bachokiriense, del
Bohuniciense, y del complejo mundo de las industrias
Blattspitzengruppen (Lincombiense, Jerzmanoviciense, Altmühlgruppe/Ranisiense, Szeletiense…). Por otra parte, se yustapondría en parte con la cronología del
Protoauriñaciense.
Bueno, si... muchos nombrecitos. Ahora, cosas concretas, por favor.
Los yacimientos Chatelperronienses, dentro de que comparten unas características generales, también tienen cierta variabilidad, y eso es lo que describen los autores en el siguiente apartado.
Los sitios más típicos son
ocupaciones en pequeños abrigos rocosos. Por ejemplo, en la
Grotte du Renne (Arcy-sur-Cure), de la que
hemos hablado en este blog largo y tendido, los niveles arqueológicos incluyen
suelos de ocupación, y algunos de ellos muestran evidencias de
estructuras (hoyos de palos y defensas de mamut para sostener tiendas) y del uso de
pigmentos minerales (ocres). Esos hallazgos apuntan a una cierta importancia o duración de aquellos
campamentos neandertales.
En otros sitios, como las
grutas de Brassempouy, los restos sugieren más bien que se trata de
altos de caza, es decir ocupaciones
muy fugaces de los Neandertales, que se detuvieron para reparar su armamento de caza, procesar algunos animales y quizás descansar en esa cueva.
También hay
sitios al aire libre, entre los que destacan, por su visibilidad arqueológica, los
talleres de sílex (que dejan grandes cantidades de restos líticos, muy resistentes al paso del tiempo y los elementos). Otro tipo de yacimiento al aire libre sería el sitio de
La Cote, un
pequeño campamento ocupado durante un
periodo breve, de varios días a un par de semanas.
Según los autores, todos estos yacimientos del Chatelperroniense tienen en común que son
ocupaciones poco densas (aunque a menudo repetidas en el mismo lugar)
y cortas en el tiempo. Evocan una organización basada en
pequeños grupos muy móviles, que se desplazan por
territorios relativamente grandes. Esos grupos se centrarían en la caza de
manadas de grandes ungulados de clima estepario (reno, caballo y gran bóvido) y más bien frío.
Tenemos cronología, geografía, yacimientos, ocupaciones... Falta algo básico ¿no?
El aspecto central, que permitió definir al Chatelperroniense, es su
industria lítica, de piedra tallada. Los
objetos más característicos de esta cultura arqueológica son las
puntas o
cuchillos de Chatelperrón, unos útiles fabricados sobre
láminas de pequeño formato, con un
dorso retocado en una linea curva, y una base que puede estar también retocada. Los estudios funcionales sobre estas piezas han demostrado que se utilizaron como
puntas de arma, para lanzar o clavar directamente con la mano, y también como
cuchillos (que probablemente estaban enmangados). Otros útiles típicos del Chatelperroniense son los
raspadores de formato grande sobre lasca, y varias piezas de dorso.
Punta/cuchillo de Chatelperrón
Puntas/cuchillos de Chatelperrón de Quinçay, según Airvaux et al. 2005 (reproducido en Pelegrin y Soressi 2007).
En cuanto a las técnicas de producción lítica, se trata de una
talla laminar, realizada con
percutores de piedra "blanda" (areniscas, calizas, etc) que comienza con la configuración de una
hoja o lámina de cresta. Y a partir de esa primera hoja, se comienzan a extraer
series de láminas, rectas, regulares y delgadas. Para
gestionar el núcleo, además de las láminas se producen también
lascas como sub-productos, que no obstante son aprovechadas para fabricar otro utillaje.
A continuación, Pelegrin y Soressi hacen una somera descripción de la
industria ósea y los
objetos de adorno del Chatelperroniense, señalando que el útil más típico es el
punzón de hueso, y el adorno por excelencia, el
diente perforado. Los sitios más importantes en ese aspecto son los de
Arcy-sur-Cure, y
La Grande Roche en Quinçay. Y aprovecho para apuntar que esta cuestión de la industria ósea y los adornos
se ha tratado ya en este blog, y que volveré sobre ella, de manera más extensa, en un próximo post
de esta misma serie.
Ok. Dicho esto ¿De dónde viene la cultura Chatelperroniense?
Los autores reconocen que los
orígenes concretos del Chatelperroniense, en términos de como se forman esos rasgos característicos, aún
no se conocen con detalle. Sin embargo,
sucesivos estudios (desde
Peyrony en 1948 a los propios autores del artículo, pasando por las excavaciones de
F. Bordes en
Pech de l'Aze) han aportado
datos bastante sólidos que ligan el origen del Chatelperroniense con una
facies o
variante regional del Musteriense de Francia. En concreto, con el
Musteriense de Tradición Achelense tipo B (MTA-B). Los autores mencionan:
- el tipo de utillaje,
- las dinámicas de retoque,
- y cierta tendencia laminar en ese Musteriense,
como
elementos que prefiguran el Chatelperroniense. Y, a modo de hipótesis, proponen
como mecanismo explicativo del cambio que da origen a esa cultura la
invención de la punta/cuchillo de Chatelperrón, que se difunde rápidamente y se convierte en una innovación técnica que
modifica todo el sistema económico.
Y sobre su final... ¿algo que mencionar?
Los autores consideran
tres posibilidades para que desaparezca una cultura arqueológica: Por
evolución (convirtiéndose en algo distinto), por
desplazamiento a otro lugar, o por la
desaparición de sus
autores. Parece según ellos que sólo la última posibilidad es coherente con el registro posterior, lo que liga el
final del Chatelperroniense a la
desaparición de los Neandertales, al menos en su zona nuclear (S-O de Francia).
En ese sentido, Soressi y Pelegrin recuerdan como
algunos arqueólogos defienden que los
Neandertales desaparecieron por
competencia directa con los
Humanos Anatómicamente Modernos (HAM), porque los primeros eran inferiores en capacidades intelectuales, lo que influía en su
"output" económico-social. Los autores del artículo (
y el de este blog) creen que
la evidencia no apoya de ninguna manera esa inferioridad, por lo que las causas deben buscarse en otro sitio.
Para finalizar, y a modo de hipótesis, Pelegrin y Soressi especulan con la posibilidad de que,
al estilo de los colonos europeos en los
siglos XVI al XIX, los HAM del paleolítico trajeran
enfermedades a Europa, dolencias contra las que los Neandertales carecían de defensas. Y esas enfermedades los habrían diezmado.
En fin, todo muy bonito. Pero algo habrá que criticar...
En general se trata de un
trabajo muy sólido, con
vocación de síntesis, y de explicar de manera amplia y general el origen y desarrollo del Chatelperroniense. Como puntos fuertes, yo señalaría ese espíritu generalista e interpretativo, apoyado firmemente en la evidencia arqueológica, eso sí. También me gusta como
distinguen claramente lo que son hipótesis y especulaciones de los hechos más sólidamente probados, anunciando unas y otros en el texto.
Dicho esto, hay unas pocas cosas con las que no estoy de acuerdo y que quizás se podrían mejorar. En primer lugar, la
cuestión cronológica se presenta como muy definida y cerrada, y creo que en realidad está
más abierta. Según otros autores al menos (
Joris y Strett 2008), la ventana temporal del Chatelperroniense es algo más amplia de las fechas que proponen Pelegrin y Soressi, extendiéndose quizás
entre 45.000 y 36.000 BP. Es decir, casi cuatro milenios más. Eso situaría al menos la iteración más reciente de esa cultura como
contemporánea del Auriñaciense.
Otra cuestión que no comparto es la idea de que una
invención tecnológica, las puntas de caza de tipo Chatelperrón, pueda ser el
motor del cambio histórico de esas
sociedades de
cazadores-recolectores.
Por una parte, no creo que el
armamento con puntas líticas ligeras sea una gran
novedad. Ya fueran puntas de proyectil o de lanza empuñada,
ese tipo de útiles existía en el Musteriense (en forma de pequeñas puntas Levallois y puntas Musterienses, presentes en muchos yacimientos como
Axlor,
Amalda o
Cova Eirós). Y, por otra parte, creo que el
cambio tecnológico no se entiende, en las sociedades de cazadores-recolectores, si no es en
interrelación con los cambios en la estructura de las relaciones sociales y económicas. Son esas relaciones las que hacen que el cambio tecnológico (es decir, la innovación) pueda tener lugar, porque
el cambio tecnológico debe dar respuesta a unas tensiones o unas necesidades percibidas como tales a escala social. Por tanto, doy la razón a los autores en una cosa: que el cambio tecnológico puede estar en el centro de la explicación del cambio histórico. Pero pienso que la argumentación que proponen no es suficiente.
Algo similar me sucede con la
hipótesis de las epidemias para explicar la desaparición del Chatelperroniense. Me parece un
deus ex machina, en el sentido de que es algo
ajeno a los razonamientos de los autores, que se "deja caer" al final del trabajo. Y por eso, independientemente de que pueda o no ser plausible, hubiera preferido alguna propuesta que se basara en el gran trabajo que han hecho y su profundo conocimiento de la realidad material del Chatelperroniense. En ese sentido, quizás desaprovecharon una buena oportunidad, de construir una propuesta a partir de su conocimiento arqueológico.
Yo lo hubiera preferido, antes que recurrir a un paralelismo etnohistórico con la época colonial, que puede ser
un poco anacrónico.
Y
termino recomendando, una vez más, la lectura del artículo en cuestión. Está escrito en francés, pero con voluntad didáctica y una prosa concisa y bastante amena, que facilitan la lectura.
Referencia de Research Blogging
J. Pelegrin, & M. Soressi (2007). Le Châtelperronien et ses rapports avec le Moustérien Les Néandertaliens. Biologie et cultures. Documents préhistoriques, 23, 283-296
Bibliografía
Airvaux J., Duport L., Lévêque F., Primault J. (2005):
L’Homme préhistorique et la pierre, v. 4, Paris, Maison de la géologie.
Bordes, F. (1975): "Le gisement du Pech de l'Azé IV. Note préliminaire",
Bulletin de la Société préhistorique française. Études et travaux, t. 72, pp. 293-308.
Bordes, J.-G. (2002):
Les interstratifications Châtelperronien / Aurignacien du Roc-de-Combe et du Piage (Lot, France). Analyse taphonomique des industries lithiques; implications archéologiques. Tesis Doctoral. U. de Burdeos.
Jöris, O. y Street, M. (2008): "At the end of the 14C time scale—the Middle to Upper Paleolithic record of western Eurasia",
Journal of Human Evolution, v. 55, Inº 5, pp.782-802.
Mellars, P. (1999): "The Neanderthal Problem Continued",
Current Anthropology, v. 40, nº 3, pp. 341-364.
Pelegrin, J. (1995): "Technologie lithique: le Châtelperronien de Roc-de-Combe (Lot) et de la Côte (Dordogne)"
Cahiers du Quaternaire, nº 20. C.N.R.S. éditions.
Pelegrin J. y Soressi M. (2007): "Le Châtelperronien et ses rapports avec le Moustérien", en
Les Néandertaliens. Biologie et cultures. Paris, Éditions du CTHS, (Documents préhistoriques; 23), pp. 283-296.
Roussel, M. y Soressi, M. (2010): "La Grande Roche de la Plématrie à Quinçay (Vienne). L'évolution du Châtelperronien revisitée" en J. Buisson-Catil y Primault (Eds.)
Préhistoire entre Vienne et Charente - Hommes et sociétés du Paléolithique, pp. 203-219.