jueves, 31 de mayo de 2012

Paleoblogs: Algunas recomendaciones


En muchas ocasiones he recomendado los blogs de prehistoria y paleoantropología de los que soy asiduo seguidor, como los de David Sánchez, MariaLluisa, Maju, Katzman o Martín Cagliani. Hay muchos otros interesantes, por supuesto, algunos de los cuales están listados en mi blogroll y en la lista de enlaces que hay justo debajo del mismo.

Pero, más concretamente, en las últimas semanas (o puede que meses) he descubierto o redescubierto varios sitios que vale la pena visitar, al menos de vez en cuando, y que por eso recomiendo:

El blog de Miguelon y Lucy: Muy ligado al "mundo Atapuerca" y a la visión más global de la antropología, me gustan sobre todo sus posts de curiosidades (como el más reciente del "Menú Homínido").

Lawn Chair Anthropology: El blog de Zachary Cofran, quien ve huesos de homínidos por todas partes. Nada que un poco de terapia no pueda arreglar. Siempre que veas una noticia importante sobre homínidos africanos y temas similares, puedes apostar a que él hará un post sobre el artículo científico original.

Living Primitively: Estos me parece que están un poco "locos", la verdad, pero en un sentido sano. Son "supervivencionalistas" bastante extremos, y subsisten parte del año en la naturaleza "total": cazando, pescando y recolectando. Hacen refugios, ropas, etc. Y lo comparten en su blog, con fotos, naturalidad y considerable desparpajo.

Mundo de la Prehistoria: Un blog más bien general, de noticias sobre diversos estudios y otras novedades de Prehistoria, Arqueología y Paleoantropología.

Zona Neandertal: Un blog parecido al anterior, pero algo más centrado en los Neandertales y con un diseño francamente interesante. Ah, y con un apartado de divulgación para niños.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Neandertales cazadores en el Cantábrico: puntas de piedra para sus jabalinas y picas

ResearchBlogging.org
               
Introducción

"Jabalina" es un sustantivo genérico que engloba varios tipos de armas de punta, que se lanzan contra un blanco. Las jabalinas prehistóricas, así como las de algunos pueblos conocidos por la etnografía, a menudo se denominan "azagayas", un término de etimología norteafricana. En inglés, el término "spear" es probablemente el más común para ese mismo concepto.

Durante muchos años se ha discutido sobre la capacidad de los Neandertales en relación a las armas arrojadizas. Algunos autores han llegado a considerar que eran incapaces de fabricar, o incluso de lanzar ese tipo de armamento. A partir de esa idea, los mismos autores añadieron el uso de las jabalinas al "kit técnico" del llamado "comportamiento moderno", que se supone distingue a los Humanos Anatómicamente Modernos (HAM) de otros seres humanos, hipotéticamente "arcaicos" en cuanto a sus capacidades, como los Neandertales.

Sin embargo, muchos otros investigadores vienen señalando, desde hace años, que el registro arqueológico de los Neandertales ofrece ciertas evidencias de la fabricación y uso de armamento de proyectil, en forma de jabalinas compuestas (Galván et al. 2008, Villa et al. 2009, Ríos Garaizar 2010). Esas armas estarían formadas por una punta lítica, un astil de madera y un sistema de enmangue y atadura que, a menudo, se reforzaba con adhesivos vegetales o minerales, mezclados y procesados al fuego. Además, las jabalinas fabricadas en madera del yacimiento de Paleolítico inferior de Schöningen (Thieme 1997) están perfectamente diseñadas y equilibradas para ser arrojadas. Eso hace bastante absurdo pensar que, 200.000 años después, los descendientes (Neandertales) de aquellos cazadores no fueran capaces de fabricar o usar la misma tecnología.

Neandertales y cazadores, también en el Cantábrico

En la misma linea de trabajo, acaba de publicarse en el Journal of Archaeological Science un artículo de Talía Lazuén en el que esta investigadora presenta el análisis de una serie de puntas de piedra. En ese estudio, Lazuén concluye que las puntas fueron utilizadas para cazar, como parte de un armamento para arrojar a distancia. Es decir, como puntas de jabalina.

Ese estudio se titula "European Neanderthal stone hunting weapons reveal complex behaviour long before the apperance of modern humans", es decir: "Las armas de caza de los Neandertales europeos revelan un comportamiento complejo mucho antes de la aparición de los humanos modernos".

En él, se estudian 19 puntas líticas de cuatro yacimientos cantábricos, todas provenientes de niveles bastante antiguos (del OIS 6 al 4), alejados de la llamada transición del Paleolítico medio al superior. Las puntas son de materiales muy variados, desde cuarzo a sílex, pasando por cuarcita y caliza silicificada.

Algunas de las puntas (y fragmentos) analizadas en el estudio, 
a partir de la Figura 1 de Lazuén (2011).


Todas las puntas se han considerado partes de un armamento compuesto a partir de un criterio estrictamente funcional y comprobable: Muestran fracturas y otras huellas que se producen por un impacto violento en la dirección longitudinal del objeto. Es decir, en el uso típico del objeto como arma.

Por lo tanto, las huellas de uso dejan constancia de que toda la muestra es, de hecho, armamento de caza. Sin embargo, hace falta un segundo mecanismo de análisis para saber si las puntas formaban parte de jabalinas arrojadizas. Hay otras posibilidades como, por ejemplo, que fueran "picas" o lanzas de mano, utilizadas directamente contra el blanco. Las huellas de uso no sirven, por el momento, para distinguir un modo de uso (arma sujeta) del otro (arma arrojada). En ese punto están de acuerdo prácticamente todos los investigadores, aunque se están explorando algunas posibilidades de discriminación (Hutchings 2011).

Como estrategia alternativa, para saber si una punta pertenece a un arma de mano, a una jabalina arrojadiza, o a una flecha de arco, el enfoque utilizado es de tipo morfométrico y balístico. Es decir, se miden determinadas características de la punta, que permiten juzgar su comportamiento balístico y de penetración. Así, se puede saber si esa punta pertenece -más probablemente- a una flecha, a una jabalina arrojada a mano, o a un arma empuñada directamente contra el blanco.

Algunos datos técnicos

De esas características balísticas y de penetración, la más utilizada y con un mayor referente etnográfico y experimental es la TCSA. Esas siglas significan  "Tip cross-section area" (Hughes 1998). Es decir, el  área de la sección transversal de la punta. Se considera un discriminador eficaz de diferentes tipos de puntas líticas usadas como armas. Debido a que la mayor parte de las puntas son, o bien lenticulares, o bien triangulares, en sección, una aproximación razonable al cálculo del TCSA sería esta: 0.5 x anchura máxima en mm x espesor máximo en mm.

La TSCA de una punta puede tomarse, de modo aproximado, como un indicador relativo de la fuerza necesaria para que esa punta penetre a un blanco, alcanzando una "profundidad letal". Cuando mayor es la TCSA, mayor sería la fuerza necesaria, y viceversa.

Con esa base conceptual, Lazuén compara la TCSA de sus puntas con varios referentes arqueológicos y etnográficos, y como resultado encuentra que, entre las 19 puntas, hay dos grupos bien diferenciados: Por una parte hay 17 puntas ligeras que son claramente de tipo arrojadizo, y por otra 2 puntas más pesadas que serían de tipo pica.

Este gráfico de la autora (Figura 4 de su artículo) es muy ilustrativo:


Lo más destacable es que las barras 1 y 2 representan las TCSAs de flechas y dardos etnográficos, la barra 3 las TCSAs de las jabalinas etnográficas, y las barras 4 a 8 las TCSAs de las puntas del Paleolítico medio cantábrico estudiadas por Lazuén. Otros conjuntos del 9 al 15 representan (salvo el 11) puntas de Paleolítico medio de diferentes contextos. Y la barra 16 comprende las TCSAs de las dos puntas más robustas del Cantábrico.

Por otra parte, hay algunas cuestiones importantes, que se deducen del análisis llevado cabo en el trabajo: Todas las puntas ligeras están bastante estandarizadas en tamaño, forma, ángulos, etc. Y muchas de ellas comparten otros rasgos: Adelgazamientos  o modificaciones por retoque para facilitar el enmangue, y presencia de un retocado y reavivado de los filos y la punta, para volver a usarlas, después de una primera fractura.

Al estudio de las puntas en sí se suman, también, otros aspectos generales, para conseguir una imagen más completa de las capacidades cazadoras neandertales:

En los yacimientos elegidos (Eirós, Morín, Lezetxiki y La Verde) la fauna documentada es, sobre todo, de herbívoros grandes (bisonte, caballo, uro...) y medianos/grandes (ciervo), con presencia menor de animales muy grandes (rinoceronte) o más pequeños (cápridos, etc).

Hay indicios, a partir del estudio funcional de los utensilios en piedra, de que éstos se usaron para trabajar una variedad de materias primas, entre ellas la madera (por ejemplo, los astiles de las armas de caza). Y, muy especialmente, la piel tanto fresca como seca. Esto apunta a que la piel, trabajada para confeccionar prendas de vestir y abrigo, era otra necesidad tan estratégica como el propio alimento proporcionado por esos grandes herbívoros. Además, y como puedo atestiguar con mi propio trabajo (Mozota 2009), los animales cazados proveían de la materia prima para el utillaje en hueso, poco elaborado, pero vital en varios procesos productivos y de la vida cotidiana de los Neandertales.

Conclusiones del trabajo

Lazuén concluye que este armamento en piedra implica un comportamiento complejo, y un sistema articulado en términos técnicos, económicos y sociales. La producción es de tipo estandarizada, con predominio de técnica Levallois, aplicada de un modo específico para obtener los soportes de las puntas.  Y se integra en un modelo complejo de fabricación de armamento compuesto, diseñado con el fin específico de ser utilizado a distancia, en actividades de caza.

Además, todo esto se documenta en un momento antiguo del Paleolítico medio, siempre mucho antes de la llegada de los HAM a Europa. Y en diferentes ambientes y momentos climáticos (OIS 6 a 4), lo que implica que los Neandertales que usaron esta tecnología sobrevivieron y se adaptaron a notables cambios en el ecosistema, varias veces.

Y algo (muy poquíto) de crítica constructiva

Lo cierto es que encuentro poco que criticar en términos generales en este artículo, y coincido en casi todas sus conclusiones. Si acaso, hay algunos aspectos técnicos menores que apenas si vale la pena mencionar:

Por una parte, el grueso de la argumentación sobre las huellas de uso está muy resumida: Se remite a la bibliografía pertinente, y a una "gran imagen" (la Figura 2 del trabajo), que reúne (casi diríamos "comprime") las huellas de uso de hasta 13 puntas distintas. Un poco más de detalle en esos aspectos técnicos, en una revista que se distingue por su aprecio por la metodología, hubiera estado bien, al menos según mis preferencias.

Y por otra parte, quizás hubiera sido interesante alguna aproximación desde otro índice, el del TCSP, que la autora menciona como más preciso, pero que finalmente se abandona en favor de la TCSA (más generalizada).

Referencia de Research Blogging

Talia Lazuen (2012). European Neanderthal stone hunting weapons reveal complex behaviour long before the appearance of modern humans Journal of Archaeological Science, 39 (7), 2304-2311 DOI: 10.1016/j.jas.2012.02.032

Bibliografía adicional

Galván Santos, B., Hernández Gómez, C. M. y Francisco Ortega, M. I. (2007-2008): "Elementos líticos apuntados en el Musteriense alcoyano, el Abric del Pastor (Alicante)", Veleia, nº 24-25, pp. 367-383.

Hughes, S. S. (1998): "Getting to the Point: Evolutionary Change in Prehistoric Weaponry", Journal of Archaeological Method and Theory, nº 5, pp. 345-408.

Hutchings, W. K. (2011): "Measuring use-related fracture velocity in lithic armatures to identify spears, javelins, darts, and arrows", Journal of Archaeological Science, v. 38, nº 7, pp. 1737-1746.

Mozota, M. (2009): "El utillaje óseo musteriense del nivel ‘D’ de Axlor (Dima, Vizcaya): análisis de la cadena operativa", Trabajos de Prehistoria, nº 66, pp. 28-46.

Ríos, J. (2010): "Organización económica de las sociedades neandertales: el caso del nivel VII de Amalda (Zestoa, Gipuzkoa)", Zephyrus, nº 65, pp. 15-37.

Thieme, H. (1997): "Lower Palaeolithic hunting spears from Germany", Nature (letters to Nature), nº 385, pp. 807 - 810.

Villa, P., Boscato, P., Ranaldo, F. y Ronchitelli, A. (2009): "Stone tools for the hunt: points with impact scars from a Middle Paleolithic site in southern Italy", Journal of Archaeological Science, v. 36, nº 3, pp. 850-859.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Es de bien nacidos

                                   
Estoy terminando de corregir y maquetar (¡por fín!) mi Tesis Doctoral, y por esa razón tengo un poco dejado el blog. Pero puedo asegurar que será algo temporal. Espero poder escribir, muy pronto, nuevos posts sobre Neandertales.

Mientras tanto, y a cuento del refrán al que se refiere el título de la entrada: Resulta que estoy, ahora mismo, escribiendo los agradecimientos de mi Tesis. Y, bueno, sucede que éste es el borrador de penúltimo párrafo:

"Otro grupo de personas al que quiero mostrar mi agradecimiento son todos aquellos con los que, a lo largo de los años, he dialogado, discutido o intercambiado información y valoraciones sobre el tema de esta Tesis y sus contenidos, o sobre los Neandertales y el final del Musteriense en general. Entre ellos, muy especialmente a Chapas, Baena, Felipe, Alix, Talía, Alcalde, Castaños, Laurence, Díez-Fernández, Navazo, Iluminada, Manolo, Francesco, Maroto, Martínez-Moreno, Montes-Barquín, Gómez-Castanedo, Yravedra y otros. Y, por supuesto, a aquellos que he encontrado en la blogosfera: David Sánchez, Cagliani, MariaLluisa, Maju, Katzman, Riel-Salvatore, Galbany, Raven, Carrascal, Triballica, Salaman, Eowyn y Hawks, entre muchas otras personas. A unos y otros debo buena parte del ejercicio mental y de las mejores ideas que han ayudado construir la Tesis. Y creo que, si tiene cierta solidez y coherencia, es sólo porque gracias a ellos he podido madurar y reflexionar sobre muchas de las cuestiones importantes."

Pues eso, lo dicho.