Introducción y justificación del post
Si no me equivoco, hasta ahora no le había dedicado ninguna entrada del blog a uno de mis artículos en revistas científicas. Aunque
mi tesis doctoral trata sobre el estudio de materiales de
Paleolítico medio y de
Neandertales, y buena parte de
mis trabajos publicados también, normalmente siempre me ha parecido que no encajaban bien aquí. Me parecían muy
técnicos, enfocados a responder cuestiones bastante específicas, de quizás poco alcance general. Mi tesis sí que tendría más alcance, lógicamente, pero hablar largo y tendido de toda ella parecía un tanto egocéntrico (aunque la he mencionado en algunos
posts, esbozando sus contenidos).
Sin embargo, en esta ocasión coincide que acaba de publicarse
un artículo mío que -creo- sí tiene un mayor valor de
síntesis y explicación histórica. En ese texto hago una amplia
revisión del uso de la materia ósea, como utillaje, en varios periodos de la Prehistoria (Paleolítico inferior y medio, principalmente, con notas sobre el utillaje más reciente).
Por ello, me gustaría presentar aquí ese artículo y hacer algunos comentarios generales sobre el mismo, con el deseo de animaros a su lectura.
El artículo en sí
El trabajo ha sido publicado en la revista de arqueología
Complutum, de la
Universidad Complutense de Madrid. Se titula
Los útiles óseos “poco elaborados” en el Paleolítico inferior y medio y su continuidad en el Paleolítico superior. Una revisión historiográfica. Y está
disponible de forma libre y gratuita a través de internet.
En esencia, el contenido es lo que se anuncia en el título... aunque se puede matizar que la paráfrasis
"poco elaborados" no la pongo para indicar una categoría excluyente, si no que es un
término sobre el que reflexiono y hago algunas observaciones críticas. Y que uso como
hilo conductor de los argumentos principales del texto.
Además de
discusiones sobre
conceptos, modelos y explicaciones del pasado, lo que vais a encontrar en este artículo es una
revisión exhaustiva de las evidencias publicadas sobre el uso de huesos como herramientas, más o menos modificados, en las mencionadas etapas de la Prehistoria.
Planteando las cuestiones
Al comenzar el artículo, planteo un poco lo que fue el
paradigma o modelo general de explicación del Paleolítico "antiguo" (i. e. inferior y medio) hasta los
primeros años del S. XXI. Un paradigma que estamos superando, o está prácticamente superado, en la época actual.
En ese modelo general se planteaba, como hemos comentado en otras ocasiones, que el
uso del hueso (y de otras materias animales "duras", como el asta o el marfil)
es cosa del Paleolítico superior, y no del Paleolítico medio o inferior.
Y no sólo eso: Se afirmaba que era algo propio o consustancial a la
"humanidad moderna", los Humanos Anatómicamente Modernos -HAM- u
Homo sapiens. Así se les separaba netamente de otras "
humanidades arcaicas", que carecían de las capacidades mentales para reconocer, modificar y utilizar eficazmente la materia ósea. Esos humanos "arcaicos" sólo habrían utilizado
puntualmente y de forma burda los huesos, dándole un tratamiento similar al que usaban con los útiles de piedra (fracturas por percusión, y poco más). Esta es la postura por ejemplo de
Noble y Davidson (1996) o
Mellars (2004).
Ese paradigma defendía una suerte de "incomprensión de la materia ósea" por parte de los Neandertales, y de otras humanidades pleistocenas, junto con
muchas otras incapacidades mentales, o incluso
físicas y fisiológicas.
Sin embargo, la arqueología de la última década, junto con la genética y otros disciplinas, se han encargado de
rebatir, de forma muy sólida, prácticamente todas las supuestas incapacidades. Otro día volveremos de nuevo sobre estas cuestiones, ya que hoy me voy a centrar en mi trabajo sobre el utillaje en hueso.
El trabajo, precisamente, nace con la voluntad de
ordenar, discutir y mostrar las evidencias existentes sobre este tema. El objetivo era ver si realmente tenía sentido defender la supuesta ausencia de utillaje en hueso. O si era realmente científico el afirmar que hay un uso burdo e improvisado de esta materia en el Paleolítico "antiguo". También trato de evaluar si realmente
es posible detectar diferencias en las capacidades cognitivas de, por ejemplo, Neandertales y HAM,
a través de su uso de la materia ósea.
Terminología y conceptos
En el segundo gran apartado del texto lo que hago es una reflexión terminológica que no reproduciré aquí con detalle. Lo que me parece importante (en esta parte) es la idea de fondo que trato de defender, a través de la crítica de los términos que suelen utilizarse.
Esa idea de fondo es esta: lo realmente importante es considerar los objetos no como entes aislados, ni tampoco como "tipos clasificatorios". Hay que tratar de
entenderlos de una forma global, como parte de procesos (en general productivos) que llevan a cabo seres humanos, inmersos en grupos sociales humanos. En ese ámbito, abogo por partir del concepto de útiles y de utillaje, que es muy amplio e inclusivo, y recoge a las herramientas implicadas en toda clase de procesos productivos.
El Paleolítico más antiguo
A continuación hago una revisión de las evidencias del
uso del hueso como herramienta en el Paleolítico inferior, desde las primeras evidencias (1,8-2 m. a.) asociadas a
Homo africanos. También hago un breve recorrido histórico por los distintos trabajos, y explico como cada vez se han ido aplicando mejores y más precisas técnicas, para detectar y analizar estos materiales: Y sobre todo para distinguirlos de los
pseudo-artefactos (objetos de otro tipo que pueden parecer útiles, adornos, etc... pero no lo son).
El balance de mi revisión de esas evidencias lo pongo como breve cita del texto:
"...se puede afirmar que existen suficientes pruebas de que se recurrió a la materia ósea, desde momentos muy tempranos de la evolución del género Homo. Estas evidencias incluyen el uso y la fabricación de útiles, tanto por técnicas de percusión, como por técnicas de abrasión."
Esto es particularmente importante, porque demuestra que
una o varias especies de Homo de al menos 1,8-2 millones de años, con cerebros muy pequeños (comparados con nosotros, o con los Neandertales), ya
eran capaces de reconocer la potencialidad de la materia ósea, y de modificarla por varios procedimientos distintos.
El Paleolítico medio y los neandertales
En el siguiente apartado reduzco el ámbito a las
evidencias de Eurasia en el Paleolítico medio, y me centro en los Neandertales y su arqueología. Esta es la parte más densa y amplia del trabajo, como no podía ser de otra forma. No entraré en muchos detalles, pero querría destacar los puntos principales de mi aportación en este tema:
- La presencia del utillaje en hueso en los yacimientos de Paleolítico medio ha sido seriamente subestimada. Esto queda claro al revisar la bibliografía relevante, en la que aparecen decenas o cientos de citas a materiales que son estudiados de forma muy somera, o directamente no estudiados. También, en mi experiencia, cuando se estudian en profundidad los restos de fauna de un yacimiento en el que se sabía o sospechaba la presencia de útiles en hueso, casi siempre se localizan muchos más útiles de los vistos en un principio.
- Hay toda una panoplia o variedad de útiles de hueso que fueron utilizados por las distintas poblaciones Neandertales, en diferentes momentos del Pleistoceno y a lo largo y ancho de toda Eurasia occidental: cinceles, alisadores o espátulas, retocadores, etc.
- De estos materiales, los más ubicuos y comunes en todo el Paleolítico medio son los retocadores en esquirlas óseas, que se usan para conformar y reavivar, mediante retoque, los instrumentos de piedra (en sílex, cuarcita u otras rocas).
- Aunque no es lo más habitual, en algunos casos, como el de Salzgitter-Lebenstedt (Gaudzinski 1999) se ha visto un trabajo del hueso muy complejo y elaborado, mediante procesos de producción organizados en etapas sucesivas, que aúnan distintas técnicas (percusión, abrasión, etc). Estos procesos no son idénticos a los documentados en etapas posteriores, pero sí que demuestran una planificación y una complejidad similares a las que se harán comunes en el Paleolítico superior.
Todo esto lo que nos viene a corroborar es que
no se puede demostrar, desde la evidencia arqueológica del utillaje en hueso, una inferioridad, o una diferencia significativa, en cuanto a capacidades/incapacidades de las poblaciones neandertales y HAM.
Fig. 2 en Mozota 2014. Costilla de mamut trabajada de Salzgitter-Lebenstedt, a partir de Fig. 11 en Gaudzinski 1999.
¡El utillaje "del Paleolítico antiguo" no desaparece con los Neandertales!
Una idea que suele rondar las explicaciones de los cambios entre el Paleolítico medio y el Superior, es que los
útiles óseos que los autores llaman "poco elaborados", y que aparecen hace al menos 2 millones de años... simplemente
desaparecen en el Paleolítico superior. Y son sustituidos por unas "industrias óseas", mucho más ricas, complejas, y basadas en procesos de fabricación muy largos y planificados.
A ese tópico historiográfico dedico el penúltimo apartado de mi artículo. Esa idea sólo es cierta en parte: para Eurasia, es verdad que aparecen una serie de utillajes más trabajados, formalmente muy estereotipados (se podría decir que "seriados") desde el comienzo del Paleolítico superior (sea éste de Neandertales, como el
Chatelperroniense; o de HAM, como el
Auriñaciense en sentido amplio).
Sin embargo, no es cierto que el resto de utillajes desaparezcan. De hecho, objetos como cinceles, espátulas, puntas, retocadores, etc., muy
"poco elaborados", siguen apareciendo en muy distintas etapas y contextos, y no sólo en el Paleolítico superior. También, por ejemplo, en contextos paleo-indios del continenete americano, en fechas Holocenas.
Por todo esto creo que es mucho más correcto hablar de una
aparición de varias categorías de utillaje distintas, particulares, con ciertos denominadores comunes entre ellas. Son útiles que, además, se suelen vincular con
actividades bastante específicas en cada caso (por ejemplo, las azagayas,que aparecen desde el Auriñaciense).
Y por fín... las conclusiones
Para terminar, en el último apartado hago un poco de
balance de los resultados de mi revisión, resaltando de nuevo los puntos centrales (que no reiteraré aquí). También introduzco a
lgunos elementos nuevos de reflexión, a partir de las evidencias y estudios considerados:
Una primer elemento es que las inercias de las escuelas o "filosofías" arqueológicas del siglo pasado, han puesto
barreras importantes a la comprensión del
papel económico y social de los útiles de hueso en la Prehistoria. Sobre todo, los que se han llamado "poco elaborados". Esos materiales fueron, en buena medida, dejados de lado:
- En todo el Paleolítico antiguo...
- Pero también en el Paleolítico superior...
- E incluso entre las sociedades prehistóricas Holocenas.
(salvo honrosas excepciones, que de todo hay).
Por tanto,
no han contribuido a los modelos sobre la estructura y la evolución de estas sociedades. Y por tanto,
no han participado de la explicación de los cambios históricos.
Así, cuando algunos planteaban que, tras una "ausencia total" de útiles en hueso en todo el Paleolítico antiguo, con el Paleolítico superior y con los HAM llega un utillaje muy complejo y elaborado... bueno, tenían una parte de razón, pero lo que sucede es que
no estaban mirando el resto de las evidencias.
Cuando las miras, lo que se puede ver es que los Neandertales, por ejemplo, tenían un amplio
conocimiento de las cualidades del hueso, y desarrollaron varias
técnicas para elaborar útiles de forma
planificada y compleja.
¿Porqué entonces hay ese cambio en el inicio Paleolítico superior? Esto es lo último que trato en mi artículo, y simplemente esbozo una respuesta. Lo contaré aquí también, con otras palabras:
Primero, recordaros que ahora sabemos que
no se trata de una cuestión de capacidades o incapacidades. Esto nos indica dónde no tiene sentido buscar la respuesta.
Segundo, que esos útiles del Paleolítico superior no surgen de la nada. Tanto las
poblaciones neandertales como
HAM usaron en el Pleistoceno útiles cotidianos, instrumentos con inversiones de trabajo relativamente bajas en términos de elaboración y acabado (aunque hay excepciones). Y esos útiles
se siguen usando en sociedades muy posteriores (por ejemplo, entre cazadores-recolectores paleo-indios).
Tercero, que efectivamente es cierto que surgen nuevos útiles, y conviven con los anteriores. Y que buena parte de ellos están
seriados, muy formatizados, y con una inversión de trabajo importante.
Lo que yo pienso es que
esos útiles óseos del Paleolítico superior, no responden fundamentalmente a necesidades económicas primarias (en el sentido de necesidad
técnica o
subsistencial).
Creo que responden a
necesidades sociales. Y que, por tanto, se tiene que buscar una explicación bastante lejos de dónde se ha mirado hasta ahora: entendiendo que esos objetos no son
sólo útiles de trabajo en el sentido más material y elemental, sino que son también objetos social-representativos, en términos de valores de esas sociedades (o si lo preferís, de
necesidades sociales).
Por supuesto, esto es algo que habría que comprobar
abordando el estudio de los útiles en sí, de las "industrias óseas" del Paleolítico superior. Y no de forma aislada, sino
uniéndolas con todo aquello que ayude a la reconstrucción de la economía y la estructura social. Eso lógicamente escapaba -por mucho- al alcance de mi trabajo, así que simplemente, lo dejé esbozado al final del mismo.
Referencias
Gaudzinski, S. (1999):
Middle Palaeolithic Bone Tools from the Open-Air Site Salzgitter-Lebenstedt (Germany). Journal of Archaeological Science, 26 (2): 125-141.
Mellars, P. (2004):
Neanderthals and the modern human colonization of Europe. Nature, 432: 461-465.
Mozota, M. (2014):
Los útiles óseos “poco elaborados” en el Paleolítico inferior y medio y su continuidad en el Paleolítico superior. Una revisión historiográfica. Complutum, 25, 1: 17-33.
Noble, W. y Davidson, I. (1996):
Human Evolution, Language and Mind: A Psychological and Archaeological Inquiry. Cambridge Univ. Press, Cambridge.