lunes, 21 de julio de 2014

El complejo de superioridad del hombre moderno

ResearchBlogging.org

Introducción

No cabe duda que la visión científica sobre los Neandertales ha cambiado mucho en los últimos años, de la mano de nuevos estudios y descubrimientos, pero también gracias a la crítica y revisión de los viejos modelos basados en sus -supuestas- incapacidades.

La imagen de los Neandertales que ofrecen los estudios arqueológicos ha cambiado mucho 
(imagen: M. Cutrona. Quando Neandertal aveva le penne, National Geographic), y no parecen 
especialmente "incapaces", pero no siempre fue así. 

Cada día resulta más obvio que aquellas desventajas presentadas como "explicación auto-evidente" de la extinción neandertal, cuando se comparaba al Homo neandertalensis con los Humanos Anatómicamente Modernos (HAM), eran en realidad notorias exageraciones.     

Un buen ejemplo de esa voluntad de revisar aquellos modelos (que, sinceramente, eran cuando menos bastante simplistas)  lo tenemos en un excelente trabajo de revisión crítica de Paola Villa y Will Roebroecks, con el título:

Neandertal Demise: An Archaeological Analisys of the Modern Human Superiority Complex

Que traducido vendría a ser: Desaparición Neandertal: Un análisis arqueológico del complejo de superioridad del hombre moderno. 

Este trabajo viene a terminar de poner las cosas en su sitio, con una síntesis amplia y concienzuda.

Síntesis

El trabajo está organizado a partir de la enumeración de una serie de hipótesis que se han planteado, históricamente, para explicar la desaparición de las poblaciones neandertales. En concreto, las hipótesis que se basan en una superioridad de los HAM ("modern humans" en el artículo).

Cada hipótesis hace referencia a una supuesta ventaja manifiesta del los HAM: Lenguaje y simbolismo, métodos de caza y dieta, uso organizado del espacio, capacidad de innovación, capacidad de organización social, capacidades cognitivas reflejadas en la tecnología, etc. Los autores del trabajo revisan cada una de las hipótesis a la vista del estado actual de conocimiento sobre aquellas sociedades, con gran detalle y con importantes reflexiones que no repetiré aquí (aunque recomiendo la lectura del artículo original).

El resultado general de la revisión es este: O bien el registro arqueológico no muestra diferencias significativas entre las poblaciones neandertales y las de HAM del mismo periodo, o bien las evidencias que se han utilizado en realidad no sirven para inferir si existe o no la supuesta cualidad investigada (creatividad, capacidad cognitiva, lenguaje complejo, etc.).

Por lo referido a la desaparición de las poblaciones neandertales, los autores plantean procesos históricos, basados en diferencias entre sociedades y formas de organización, y tamaños poblacionales, y no en cualidades innatas o incapacidades cognitivas. También señalan la posibilidad de procesos de asimilación (reflejados parcialmente en la genética) de una parte de esas poblaciones, por los HAM.  

Algunos detalles significativos

Hay algunas cosas interesantes, y detalles que es interesante extraer y comentar específicamente, y que serán de interés para los lectores un poco más especializados en este tema en concreto:
  • El trabajo incluye una extensa información suplementaria de la que se pueden extraer referencias con las que estar leyendo sobre este tema las próximas dos décadas ...o comenzar una Tesis Doctoral.
  • Los autores no han incluido en su análisis las llamadas "industrias transicionales" por ser de compleja interpretación. Y porque puede ponerse en duda, en algunos casos, la población creadora de ese registro. No obstante ofrecen interesantes notas que recomiendo leer. Por ejemplo, revisan (y consideran sólida) la asociación de Chatelperroniense y Neandertales.
  • También insisten en la idea de que no hay ninguna forma de trazar una línea directa entre las evidencias de Sudáfrica de 90-70 Ka BP (Blombo's Cave, etc.) y las poblaciones HAM que saldrían (probablemente en más de una pulsación, si no en un flujo constante) de África para expandirse por Eurasia. Y esto podría asociarse a otro hecho: que el registro africano posterior carece de buena parte de los elementos aparecidos en Blombo's y otras cuevas del extremo sur de África, durante los siguientes 30 -40 mil años.
  • Otro tema interesante es que, se mire como se mire, algunas realizaciones neandertales son técnicamente muy complejas. En concreto, al revisar una hipótesis que proponía que los Neandertales solo podían realizar enmangues "simples" (porque hacerlos más elaborados requiere de "razonamiento abstracto"), muestran como precisamente gentes neandertales fabricaban brea de abedul mediante una combustión controlada y (semi)anaerobia de su corteza. Para luego usarla como pegamento en sus enmangues. ¡No está mal para no tener "razonamiento abstracto"!
  • Por último, un punto de crítica para Villa y Roebroeks, y es que creo que se equivocan en la valoración de la evidencia de Cueva Morín y el Castillo. Los autores citan estos sitios como lugares en los que hay una producción estandarizada de laminillas en contexto Musteriense, y esto no es así. Es cierto que algunas publicaciones (i. e. Maillo 2007) defienden ese hecho, pero la talla es en realidad muy limitada, poco estandarizada y con una concepción técnica muy específica. De hecho, no se parece a la típica talla de laminillas del Paleolítico superior inicial.
Balance

En conjunto, un excelente trabajo, muy completo, que no es especialmente novedoso (muchos veníamos diciendo esas cosas desde hace años) pero han tenido la virtud y el acierto de ponerlo todo junto, ordenado, bien argumentado... y en el momento adecuado.

Referencia de Research Blogging

Villa, P., & Roebroeks, W. (2014). Neandertal Demise: An Archaeological Analysis of the Modern Human Superiority Complex PLoS ONE, 9 (4) DOI: 10.1371/journal.pone.0096424

jueves, 10 de julio de 2014

Los Imass: Reflejos neandertales en la ficción de Malaz

  
Introducción: Un poco de literatura de género

La llamada "Nueva Fantasía" es un concepto que en realidad se lleva utilizando desde, al menos, los años setenta. Es decir, hace más de cuarenta años. Se trata de una etiqueta que se utiliza para abarcar a las obras de ficción fantástica que se alejan del paradigma o estilo más clásico, basado en (o fusilado de) la impresionante obra de J. R. R. Tolkien.

Se ha llamado "Nueva Fantasía" desde el seminal "Thieve's World" de  Robert Lynn Asprin y colegas (1979), hasta el hoy omnipresente "Juego de Tronos" de G. R. R Martin. Precisamente a la sombra del éxito editorial y televisivo de la "Canción de Hielo y Fuego" ha pasado algo desapercibida la monumental obra de dos escritores canadienses, Steven Erikson e Ian Cameron Esslemont

Ambos autores co-crearon un universo de ficción, originalmente para un juego de rol de mesa, en el que primero Erikson y después Esslemont han escrito más de veinte novelas y novelas cortas, llevando el primero el peso de la narrativa, con la colosal saga de diez volumenes "Malaz: El Libro de los Caídos".

Erikson y Esslemont son ambos graduados en ramas de humanidades relacionadas con la literatura, pero, más importante, ambos han trabajado como antropólogos y arqueólogos de campo y laboratorio. ¡Y vaya si se nota en sus obras! Sus novelas tienen una enorme profundidad histórica y un alcance casi geológico. Los autores integran conceptos como el tiempo largo de las eras del mundo, o la evolución biológica de las especies, en los tropos del género fantástico, de forma muy original y un tanto desconcertante para el lector de la "fantasía más convencional".

Los Imass...

Los Imass son, en el mundo creado por Erikson y Esslemont, una de las razas o especies "fundadoras". Eso significa, en la ficción, que son una de esas poblaciones del pasado más remoto, cifrado en cientos de miles de años, con respecto a la época en que transcurren las novelas.

Se les describe como una sociedad "primitiva", como las que imaginamos para explicar como vivían en la Prehistoria: Organizados en clanes y pequeños grupos familiares, con dominio de técnicas muy elaboradas para unas pocas tareas especializadas (sobre todo, la talla del sílex), con unas creencias espirituales relativamente sencillas (totémicas), diferenciación de tareas por sexos, y un único tipo de ocupación especializada, los lanzadores de huesos (inglés: bonecasters) que vienen a ser los chamanes de los Imass.

Créditos: "Onrack-No-Longer-Broken", Jan Pospisil (Merlkir). Imagen original en Deviantart.  

En los pocos momentos en los que los autores muestran algo de su comportamiento social, en general son presentados como gentes equilibradas, equitativas, con un fuerte sentido ético y de corresponsabilidad, puntuado con feudos interpersonales e interfamiliares.

Físicamente se les describe como seres robustos, de piel y ojos relativamente claros, con mandíbulas poderosas sin barbilla, pómulos altos y un ceño pronunciado. 

...son el reflejo de los Neandertales

A los lectores de este blog no se les habrán escapado todos los elementos de los párrafos anteriores que identifican a los Imass como remedo, o reflejo de los Homo neanderthalensis de nuestro propio mundo:

La antigüedad cifrada en cientos de miles de años, la tecnología (como, por ejemplo, la talla de la piedra), la sencilla organización social y creencias propias de grupos de cazadores-recolectores, y las obvias pistas en su descripción física.

Además, en algunos puntos de las novelas se deja entrever que  los Imass fueron una "humanidad anterior". Y que los humanos del presente -de aquel mundo- descienden, al menos en parte, de ellos.

Un perturbador fósil viviente

Una interesante y algo perversa vuelta de tuerca de la ficción viene dada porque los extintos Imass irrumpen en la narración no directamente, sino a través de lo que podríamos llamar, salvando las distancias, "fósiles vivientes". 

En las disciplinas científicas y la divulgación, se ha utilizado el término "fósil viviente" para referirse a especies animales y vegetales que no han cambiado sustancialmente en cientos de miles (o a veces millones) de años. O bien para hablar de especies que son extremadamente parecidas a sus antecesores remotos.

En Erikson y Esslemont la idea es bastante distinta, y se construye alrededor del elemento fantástico y sobrenatural: Las novelas nos cuentan cómo algunos de los Imass han "sobrevivido" cientos de miles de años convirtiéndose en "muertos vivientes" (no como los típicos "zombies" de las ficciones actuales, sino con conciencia de si mismos e inteligencia).

Esos T'lan Imass, como se llaman en las novelas, son literalmente "fósiles vivientes" ya que sus cuerpos muertos se han, prácticamente, fosilizado: Son descritos como esqueletos unidos por piel y cartílagos secos animados por un ritual mágico.

Cierre

Para concluir esta entrada a caballo entre la literatura fantástica y la arqueología, no me queda sino recomendar la lectura de las novelas (las sagas Malaz: El Libro de los Caídos y Malaz: El Imperio) advirtiendo eso sí que son autores a los que "amarás u odiarás automáticamente". 

Tienen un estilo rico, renovador,  y una concepción poderosa y profunda de la ficción... pero a la vez establecen unas barreras de entrada, sin dar muchas facilidades al nuevo lector: Te arrojan en medio de una narración compleja y profusamente entramada, con conceptos muy ajenos a la ficción más típica, y con unas historias trágicas y viscerales. Una corriente muy fuerte en la que, los acostumbrados a aguas más plácidas, pueden ahogarse con facilidad. Aún así, han vendido más de un millón de libros.

miércoles, 2 de julio de 2014

Presentando un artículo propio sobre utillaje óseo (¡y Neandertales!)

ResearchBlogging.org

Introducción y justificación del post

Si no me equivoco, hasta ahora no le había dedicado ninguna entrada del blog a uno de mis artículos en revistas científicas. Aunque mi tesis doctoral trata sobre el estudio de materiales de Paleolítico medio y de Neandertales, y buena parte de mis trabajos publicados también, normalmente siempre me ha parecido que no encajaban bien aquí. Me parecían muy técnicos, enfocados a responder cuestiones bastante específicas, de quizás poco alcance general. Mi tesis sí que tendría más alcance, lógicamente, pero hablar largo y tendido de toda ella parecía un tanto egocéntrico (aunque la he mencionado en algunos posts, esbozando sus contenidos).  

Sin embargo, en esta ocasión coincide que acaba de publicarse un artículo mío que -creo- sí tiene un mayor valor de síntesis y explicación histórica. En ese texto hago una amplia revisión del uso de la materia ósea, como utillaje, en varios periodos de la Prehistoria (Paleolítico inferior y medio, principalmente, con notas sobre el utillaje más reciente).

Por ello, me gustaría presentar aquí ese artículo y hacer algunos comentarios generales sobre el mismo, con el deseo de animaros a su lectura.

El artículo en sí

El trabajo ha sido publicado en la revista de arqueología Complutum, de la Universidad Complutense de Madrid.  Se titula Los útiles óseos “poco elaborados” en el Paleolítico inferior y medio y su continuidad en el Paleolítico superior. Una revisión historiográfica. Y está disponible de forma libre y gratuita a través de internet.

En esencia, el contenido es lo que se anuncia en el título... aunque se puede matizar que la paráfrasis "poco elaborados" no la pongo para indicar una categoría excluyente, si no que es un término sobre el que reflexiono y hago algunas observaciones críticas. Y que uso como hilo conductor de los argumentos principales del texto.

Además de discusiones sobre conceptos, modelos y explicaciones del pasado, lo que vais a encontrar en este artículo es una revisión exhaustiva de las evidencias publicadas sobre el uso de huesos como herramientas, más o menos modificados, en las mencionadas etapas de la Prehistoria.

Planteando las cuestiones

Al comenzar el artículo, planteo un poco lo que fue el paradigma o modelo general de explicación del Paleolítico "antiguo" (i. e. inferior y medio) hasta los primeros años del S. XXI. Un paradigma que estamos superando, o está prácticamente superado, en la época actual.

En ese modelo general se planteaba, como hemos comentado en otras ocasiones, que el uso del hueso (y de otras materias animales "duras", como el asta o el marfil) es cosa del Paleolítico superior, y no del Paleolítico medio o inferior.

Y no sólo eso: Se afirmaba que era algo propio o consustancial a la "humanidad moderna", los Humanos Anatómicamente Modernos -HAM- u Homo sapiens. Así se les separaba netamente de otras "humanidades arcaicas", que carecían de las capacidades mentales para reconocer, modificar y utilizar eficazmente la materia ósea. Esos humanos "arcaicos" sólo habrían utilizado puntualmente y de forma burda los huesos, dándole un tratamiento similar al que usaban con los útiles de piedra (fracturas por percusión, y poco más). Esta es la postura por ejemplo de Noble y Davidson (1996) o Mellars (2004).

Ese paradigma defendía una suerte de "incomprensión de la materia ósea" por parte de los Neandertales, y de otras humanidades pleistocenas, junto con muchas otras incapacidades mentales, o incluso físicas y fisiológicas. 

Sin embargo, la arqueología de la última década, junto con la genética y otros disciplinas, se han encargado de rebatir, de forma muy sólida, prácticamente todas las supuestas incapacidades. Otro día volveremos de nuevo sobre estas cuestiones, ya que hoy me voy a centrar en mi trabajo sobre el utillaje en hueso.

El trabajo, precisamente, nace con la voluntad de ordenar, discutir y mostrar las evidencias existentes sobre este tema. El objetivo era ver si realmente tenía sentido defender la supuesta ausencia de utillaje en hueso. O si era realmente científico el afirmar que hay un uso burdo e improvisado de esta materia en el Paleolítico "antiguo". También trato de evaluar si realmente es posible detectar diferencias en las capacidades cognitivas de, por ejemplo, Neandertales y HAM, a través de su uso de la materia ósea.

Terminología y conceptos

En el segundo gran apartado del texto lo que hago es una reflexión terminológica que no reproduciré aquí con detalle. Lo que me parece importante (en esta parte) es la idea de fondo que trato de defender, a través de la crítica de los términos que suelen utilizarse.

Esa idea de fondo es esta: lo realmente importante es considerar los objetos no como entes aislados, ni tampoco como "tipos clasificatorios". Hay que tratar de entenderlos de una forma global, como parte de procesos (en general productivos) que llevan a cabo seres humanos, inmersos en grupos sociales humanos. En ese ámbito, abogo por partir del concepto de útiles y de utillaje, que es muy amplio e inclusivo, y recoge a las herramientas implicadas en toda clase de procesos productivos.

El Paleolítico más antiguo

A continuación hago una revisión de las evidencias del uso del hueso como herramienta en el Paleolítico inferior, desde las primeras evidencias (1,8-2 m. a.) asociadas a Homo africanos. También hago un breve recorrido histórico por los distintos trabajos, y explico como cada vez se han ido aplicando mejores y más precisas técnicas, para detectar y analizar estos materiales: Y sobre todo para distinguirlos de los pseudo-artefactos (objetos de otro tipo que pueden parecer útiles, adornos, etc... pero no lo son).

El balance de mi revisión de esas evidencias lo pongo como breve cita del texto: "...se puede afirmar que existen suficientes pruebas de que se recurrió a la materia ósea, desde momentos muy tempranos de la evolución del género Homo. Estas evidencias incluyen el uso y la fabricación de útiles, tanto por técnicas de percusión, como por técnicas de abrasión." 

Esto es particularmente importante, porque demuestra que una o varias especies de Homo de al menos 1,8-2 millones de años, con cerebros muy pequeños (comparados con nosotros, o con los Neandertales), ya eran capaces de reconocer la potencialidad de la materia ósea, y de modificarla por varios procedimientos distintos.

El Paleolítico medio y los neandertales 

En el siguiente apartado reduzco el ámbito a las evidencias de Eurasia en el Paleolítico medio, y me centro en los Neandertales y su arqueología. Esta es la parte más densa y amplia del trabajo, como no podía ser de otra forma. No entraré en muchos detalles, pero querría destacar los puntos principales de mi aportación en este tema:
  • La presencia del utillaje en hueso en los yacimientos de Paleolítico medio ha sido seriamente subestimada. Esto queda claro al revisar la bibliografía relevante, en la que aparecen decenas o cientos de citas a materiales que son estudiados de forma muy somera, o directamente no estudiados. También, en mi experiencia, cuando se estudian en profundidad los restos de fauna de un yacimiento en el que se sabía o sospechaba la presencia de útiles en hueso, casi siempre se localizan muchos más útiles de los vistos en un principio. 
  • Hay toda una panoplia o variedad de útiles de hueso que fueron utilizados por las distintas poblaciones Neandertales, en diferentes momentos del Pleistoceno y a lo largo y ancho de toda Eurasia occidental: cinceles, alisadores o espátulas, retocadores, etc.  
  • De estos materiales, los más ubicuos y comunes en todo el Paleolítico medio son los retocadores en esquirlas óseas, que se usan para conformar y reavivar, mediante retoque, los instrumentos de piedra (en sílex, cuarcita u otras rocas).
  • Aunque no es lo más habitual, en algunos casos, como el de Salzgitter-Lebenstedt (Gaudzinski 1999) se ha visto un trabajo del hueso muy complejo y elaborado, mediante procesos de producción organizados en etapas sucesivas, que aúnan distintas técnicas (percusión, abrasión, etc). Estos procesos no son idénticos a los documentados en etapas posteriores, pero sí que demuestran una planificación y una complejidad similares a las que se harán comunes en el Paleolítico superior. 
Todo esto lo que nos viene a corroborar es que no se puede demostrar, desde la evidencia arqueológica del utillaje en hueso, una inferioridad, o una diferencia significativa, en cuanto a capacidades/incapacidades de las poblaciones neandertales y HAM.

Fig. 2 en Mozota 2014. Costilla de mamut trabajada de Salzgitter-Lebenstedt, a partir de Fig. 11 en Gaudzinski 1999.

¡El utillaje "del Paleolítico antiguo" no desaparece con los Neandertales!

Una idea que suele rondar las explicaciones de los cambios entre el Paleolítico medio y el Superior, es que los útiles óseos que los autores llaman "poco elaborados", y que aparecen hace al menos 2 millones de años... simplemente desaparecen en el Paleolítico superior. Y son sustituidos por unas "industrias óseas", mucho más ricas, complejas, y basadas en procesos de fabricación muy largos y planificados.

A ese tópico historiográfico dedico el penúltimo apartado de mi artículo. Esa idea sólo es cierta en parte: para Eurasia, es verdad que aparecen una serie de utillajes más trabajados, formalmente muy estereotipados (se podría decir que "seriados") desde el comienzo del Paleolítico superior (sea éste de Neandertales, como el Chatelperroniense; o de HAM, como el Auriñaciense en sentido amplio).

Sin embargo, no es cierto que el resto de utillajes desaparezcan. De hecho, objetos como cinceles, espátulas, puntas, retocadores, etc., muy "poco elaborados", siguen apareciendo en muy distintas etapas y contextos, y no sólo en el Paleolítico superior. También, por ejemplo, en contextos paleo-indios del continenete americano, en fechas Holocenas.

Por todo esto creo que es mucho más correcto hablar de una aparición de varias categorías de utillaje distintas, particulares, con ciertos denominadores comunes entre ellas. Son útiles que, además, se suelen vincular con actividades bastante específicas en cada caso (por ejemplo, las azagayas,que aparecen desde el Auriñaciense).

Y por fín... las conclusiones

Para terminar, en el último apartado hago un poco de balance de los resultados de mi revisión, resaltando de nuevo los puntos centrales (que no reiteraré aquí). También introduzco algunos elementos nuevos de reflexión, a partir de las evidencias y estudios considerados:

Una primer elemento es que las inercias de las escuelas o "filosofías" arqueológicas del siglo pasado, han puesto barreras importantes a la comprensión del papel económico y social de los útiles de hueso en la Prehistoria. Sobre todo, los que se han llamado "poco elaborados". Esos materiales fueron, en buena medida, dejados de lado:
  • En todo el Paleolítico antiguo...
  • Pero también en el Paleolítico superior... 
  • E incluso entre las sociedades prehistóricas Holocenas.
(salvo honrosas excepciones, que de todo hay).

Por tanto, no han contribuido a los modelos sobre la estructura y la evolución de estas sociedades. Y por tanto, no han participado de la explicación de los cambios históricos. 

Así, cuando algunos planteaban que, tras una "ausencia total" de útiles en hueso en todo el Paleolítico antiguo, con el Paleolítico superior y con los HAM llega un utillaje muy complejo y elaborado... bueno, tenían una parte de razón, pero lo que sucede es que no estaban mirando el resto de las evidencias. 

Cuando las miras, lo que se puede ver es que los Neandertales, por ejemplo, tenían un amplio conocimiento de las cualidades del hueso, y desarrollaron varias técnicas para elaborar útiles de forma planificada y compleja.

¿Porqué entonces hay ese cambio en el inicio Paleolítico superior? Esto es lo último que trato en mi artículo, y simplemente esbozo una respuesta. Lo contaré aquí también, con otras palabras:

Primero, recordaros que ahora sabemos que no se trata de una cuestión de capacidades o incapacidades. Esto nos indica dónde no tiene sentido buscar la respuesta.

Segundo, que esos útiles del Paleolítico superior no surgen de la nada. Tanto las poblaciones neandertales como HAM usaron en el Pleistoceno útiles cotidianos, instrumentos con inversiones de trabajo relativamente bajas en términos de elaboración y acabado (aunque hay excepciones). Y esos útiles se siguen usando en sociedades muy posteriores (por ejemplo, entre cazadores-recolectores paleo-indios).

Tercero, que efectivamente es cierto que surgen nuevos útiles, y conviven con los anteriores. Y que buena parte de ellos están seriados, muy formatizados, y con una inversión de trabajo importante.

Lo que yo pienso es que esos útiles óseos del Paleolítico superior, no responden fundamentalmente a necesidades económicas primarias (en el sentido de necesidad técnica o subsistencial).

Creo que responden a necesidades sociales. Y que, por tanto, se tiene que buscar una explicación bastante lejos de dónde se ha mirado hasta ahora: entendiendo que esos objetos no son sólo útiles de trabajo en el sentido más material y elemental, sino que son también objetos social-representativos, en términos de valores de esas sociedades (o si lo preferís, de necesidades sociales).

Por supuesto, esto es algo que habría que comprobar abordando el estudio de los útiles en sí, de las "industrias óseas" del Paleolítico superior. Y no de forma aislada, sino uniéndolas con todo aquello que ayude a la reconstrucción de la economía y la estructura social. Eso lógicamente escapaba -por mucho- al alcance de mi trabajo, así que simplemente, lo dejé esbozado al final del mismo.  

Referencias 

Gaudzinski, S. (1999): Middle Palaeolithic Bone Tools from the Open-Air Site Salzgitter-Lebenstedt (Germany). Journal of Archaeological Science, 26 (2): 125-141.

Mellars, P. (2004): Neanderthals and the modern human colonization of Europe. Nature, 432: 461-465.

Mozota, M. (2014): Los útiles óseos “poco elaborados” en el Paleolítico inferior y medio y su continuidad en el Paleolítico superior. Una revisión historiográfica. Complutum, 25, 1: 17-33.

Noble, W. y Davidson, I. (1996): Human Evolution, Language and Mind: A Psychological and Archaeological Inquiry. Cambridge Univ. Press, Cambridge.


Referencia de Research Blogging

Mozota Holgueras, M. (2014). Los útiles óseos “poco elaborados” en el Paleolítico inferior y medio y su continuidad en el Paleolítico superior. Una revisión historiográfica Complutum, 25 (1) DOI: 10.5209/rev_CMPL.2014.v25.n1.45353