viernes, 17 de febrero de 2012

Sociedades neandertales (según Hayden)

ResearchBlogging.orgA modo de introducción:

Acaba de publicarse en linea, y con acceso libre, un amplio artículo de Brian Hayden, en el que este veterano etnoarqueólogo aborda una revisión historiográfica de las evidencias sobre la organización social de las poblaciones neandertales.

A partir de los datos, muchos de ellos de trabajos recientes, Hayden hace explícita una serie de razonamientos, discusiones y propuestas (y algunas especulaciones puras, todo hay que decirlo) de notable interés.

Antes de continuar, una breve nota: 

Etnoarqueólogo: Término que usamos habitualmente para referirnos a los investigadores que utilizan sus conocimientos etnograficos y antropológicos (sobre sociedades actuales y sub-actuales), y los aplican al estudio arqueológico de sociedades ya desaparecidas (como las del Paleolítico). Para una visión más académica, se puede consultar la entrada de wikipedia de Etnoarqueología, aunque yo casi prefiero la versión en inglés (Etnoarchaeology).

Esta nota viene a cuento de que B. Hayden es, como adelantaba arriba, un experimentado etnoarqueólogo y ese hecho no es accesorio al enfoque y al contenido de su trabajo.

El trabajo en sí: Puntos de partida

Volviendo al artículo que nos ocupa, su título es Neandertal social structure?, y se ha publicado en el Oxford Journal of Archaeology. El texto se puede leer en línea de manera gratuita.

El punto de partida de Hayden está en las propuestas sobre las incapacidades cognitivas y sociales de los Neandertales, hechas por toda una serie de autores a los que nos hemos referido en muchas ocasiones (cómo C. Gamble, C. Stringer, S. J. Mithen, G. Pettitt o P. Mellars entre otros).


En el guache sobre cartón Antropoides (1909), Kupka ilustra, con sentido del humor (¡y el amor!), la visión de los pre-humanos más salvajes y primitivos. A la luz de la sabiduría de M. Boule, el Hombre de Neandertal había encontrado su lugar. 


Segun dichos autores, y bajo la sombra del prejuicio pionero de Marcelin Boule, los Neandertales carecían de toda una serie de capacidades básicas de la humanidad moderna: Concepción del tiempo, capacidad de habla, habilidades simbólicas, capacidad de innovar o incluso de trabajar materiales cómo el hueso o el asta, posibilidad de establecer relaciones a larga distancia, una organización social mínima, distribución espacial de las actividades, etc.

A la luz de estas controvertidas propuestas (discutidas por muchos, incluído el autor de este blog), Hayden se hace la pregunta del millón ¿Tienen esas ideas alguna base en la evidencia arqueológica de los grupos neandertales?

Tamaño del grupo y organización del espacio de hábitat

En primer lugar el autor se ocupa de comparar el tamaño posible de los grupos de cazadores-recolectores neandertales, y de analizar la organización y distribución del espacio en sus campamentos, para compararlo con los datos etnográficos sobre otras sociedades de cazadores-recolectores.

La evidencia se basa principalmente en dos yacimientos en abrigos rocosos (Abric Romaní en Europa y Tor Faraj en el Levante mediterráneo) y en el asentamiento al aire libre de Molodova I, con informaciones puntuales de otros sitios arqueológicos.

Plano esquemático del abrigo de Tor Faraj mostrando la posición de los hogares y las posiciones de descanso de 16 individuos. Si los hogares centrales también se incluyeran en la distribución del espacio de descanso, siete personas mas podrían haber estado presentes (Figura 4, Hayden 2012). 

A partir de los datos, la conclusión de Hayden es que las bandas o grupos neandertales tendrían entre 12 y 28 miembros. Es decir, cómo las bandas de cazadores-recolectores actuales y sub-actuales.  Y tenían una organización del espacio doméstico que es prácticamente igual que la documentada por la etnografía de cazadores-recolectores.

Densidad de población, tamaño de los territorios, agrupaciones y redes sociales

En los siguientes apartados, Hayden recoge las diferentes propuestas, y coincide con la mayoría de los autores en que:

  • La evidencia arqueológica (cantidad de yacimientos) sugiere que las densidades de población serían muy bajas para los Neandertales europeos (aunque obviamente sostenibles durante decenas de milenios)
  • Los datos de movilidad, cómo los obtenidos del estudio de movimiento de materias primas líticas, señalan que los territorios controlados por los diferentes grupos serían relativamente pequeños (pero dentro de los márgenes de los cazadores-recolectores conocidos etnográficamente).

Donde Hayden más critica las otras propuestas (cómo las de H. M. Wobst, A. Gilman y A. Burke) es en que se pueda igualar baja densidad poblacional a falta de estructura social, de redes supra-grupales, o de etnicidad.

Desde su experiencia sobre la etnografía de Australia, y del bosque sub-boreal canadiense, el autor considera probado que, en regiones con bajas densidades de población y territorios pequeños, se forman todo tipo redes supra-grupales (para intercambio de bienes y parejas) y, obviamente, etnicidades. Esto se cumple también para sociedades tecnológicamente muy sencillas, cómo algunas de las australianas, que no utilizaban medios de transporte (trineos, canoas, animales) ni apenas tecnología para la conservación de los alimentos.

En ese sentido, y volviendo a los Neandertales, Hayden sugiere que algunos sitios (cómo el de Mauran, donde se documentó el abatimiento y procesado de más de 4000 bisontes a lo largo de varios siglos o quizás un milenio) podrían ser interpretados como focos de agrupación estacional de varias bandas, lo que conllevaría -como hipótesis- reuniones de varios cientos de individuos. Su argumento es que, en el caso de Mauran, se ha descartado que en las cacerías se abatieran pequeños rebaños de bisontes, por una única razón: equivocadamente, se piensa que la estructura poblacional de los neandertales no lo permitiría. Sin embargo, sus observaciones etnográficas, como las que hemos visto arriba, demuestran que dichas reuniones no son en absoluto improbables. Es normal que, en areas de bajísima densidad poblacional, se reúnan varios cientos de individuos en reuniones anuales.

Jerarquización y estatus social

A continuación el autor se centra en posibles indicadores de diferencias en el estatus o de estatus concretos dentro de los grupos y entre los grupos de Neandertales. En la primera parte se refiere específicamente a la división sexual del trabajo, un hecho que, según la literatura etnográfica, es bastante universal en las sociedades de cazadores-recolectores recientes. Sobre este tema, Hayden discute la afirmación de Kuhn y Stiner (2006) de que los Neandertales carecían de división sexual del trabajo. 

La propuesta de aquellos autores es que la alimentación básicamente carnívora de los Neandertales, centrada en los grandes mamíferos, requeriría de la participación de todo el grupo. Sería una situación contraria a la de los cazadores-recolectores recientes, y de los Humanos Anatómicamente Modernos (HAM) del Paleolítico superior, que tendrían una marcada división sexual del trabajo. Asi, además de una diferencia, se ofrece una importante ventaja adaptativa de los HAM, más eficientes a la hora de ocupar los mismos territorios.

Sin embargo, Hayden desmonta esta hipótesis de manera convincente, al señalar que:

  • En las sociedades etnográficas de cazadores-recolectores, la división sexual del trabajo es igual o más marcada entre los cazadores/carnívoros "puros" (como muchos grupos árticos).
  • Estudios recientes demuestran el consumo habitual de recursos vegetales (recolectados) por parte de, al menos, algunos grupos neandertales.

En la segunda parte, aborda de manera más general, posibles o hipotéticos indicadores de estatus, como los enterramientos (en términos de ¿porqué se entierra a algunos individuos y no a otros? y ¿porqué determinados enterramientos son diferentes? ¿porque ciertos lugares se convierten en cementerios?), el uso de pieles y colmillos de carnívoros, el posible uso de pigmentos minerales para la decoración de pieles o vestimentas, y la obtención de plumas de aves rapaces sin valor utilitario evidente.

La última posible evidencia que señala Hayden son los hipotéticos "santuarios profundos", lugares situados en el interior de sistemas de cuevas (cómo Bruniquel o la Galeria Schoepflin de Arcy-sur-Cure), donde no llega la luz solar, y se ha probado que los Neandertales accedieron, hicieron fuego, y construyeron pequeñas estructuras (para 4-5 personas). En su opinión se trata de lugares con algún tipo de carácter ritual, que pueden deberse a las actividades de sub-grupos con estatus especial, dentro de las sociedades de cazadores-recolectores.


Plano del "santuario" de Bruniquel (Rouzaud et al., 1996).


Cómo hipótesis explicativa general, Hayden sugiere que las diferencias de estatus y la jerarquización podrían surgir en lugares y momentos donde se da una concentración especialmente rica de recursos, de forma que las diferencias se derivan del control de los mismos, por parte de ciertos grupos o individuos.

Algunos elementos de crítica

Sin querer desmerecer un magnífico trabajo, con el que coincido en casi todos los temas importantes, hay algunos aspectos del artículo de Hayden que merecen un comentario y quizás una cierta crítica.

En primer lugar, en lo referido a la territorialidad y la movilidad de los Neandertales, la base que utiliza Hayden es el trabajo sobre captación y transporte de materia prima lítica, de Féblot-Agustins (1993). El problema es que este trabajo, aunque es una importante síntesis de comienzos de los años 90, no refleja el avance de las investigaciones y dos aspectos hoy fundamentales:

Por un lado, el análisis de Féblot-Agustins no tiene muy en cuenta las diferencias en cómo se producen/usan las herramientas, entre el conjunto de las materias importadas, y el de las materias locales.  Esto es importante porque de ello depende cómo se organiza todo el sistema económico en el que se inserta ese utillaje de piedra. Y por tanto, es un tema de organización de la producción, no necesariamente de contactos y movilidad.

Lo que quiero decir, sin extenderme demasiado, es que la importación de materias primas puede reflejar movimientos y contactos a larga distancia, pero la ausencia de importación no equivale a ausencia de movimientos o contactos; sólo nos informa sobre cómo organizaban o gestionaban la obtención y el uso de la materia prima.

Por otro lado, desde comienzos de los 90, se han ofrecido casos específicos que señalan a una importación y movilidad de las materias primas, entre los Neandertales, muy superior a lo que se deduce de la síntesis de Féblot-Agustins.

Por ejemplo, el caso de Axlor, donde, a lo largo de la secuencia de Paleolítico medio no sólo el sílex es la materia prima dominante, sino que siempre es importado de distancias superiores a los 25 km., y las fuentes de aprovisionamiento (costa cantábrica, Sierra de Urbasa, Burgos) cambian a lo largo del tiempo y se hallan en biotopos muy diferentes (Rios Garaizar, 2007).

En cuanto a las cuestiones de estatus y diferenciación social, quizás Hayden es demasiado voluntarioso en varias de sus propuestas. Algunos de los aspectos que señala (como el uso de colorantes) no necesariamente se relacionan con el estatus social, y otros pueden ser indicadores generales de etnicidad, más que de estatus (cómo el uso de plumas de aves rapaces). En cuanto a los "santuarios profundos", desde luego la evidencia es sugerente -sobre todo en Bruniquel-, pero faltaría en mi opinión algún objeto de carácter simbólico más claro, para estar seguros de que se trata de ese tipo de función ritual.

Por último, señalar que comparto y celebro la propuesta de fondo de Hayden: que las diferencias entre el Paleolítico medio y el superior se explican por fenómenos de cambio histórico en sociedades de cazadores-recolectores, y no por diferencias cognitivas entre Neandertales y HAM. Pero no coincido en los mecanismos que Hayden propone para el cambio social, con la tecnología o la innovación cómo motores del proceso.

Considero que la tecnología y la innovación tecnológica son vitales en la evolución de las sociedades de cazadores-recolectores pleistocenos (y en la Prehistoria en general), pero pienso que las innovaciones se explican mejor cómo soluciones o respuestas a contradicciones y limitaciones, que las sociedades van encontrando, y que son consecuencia de sus propios cambios internos, por sus dinámicas y sus desequilibrios sociales.

Es decir, que las relaciones entre las personas, y los grupos cambian y crean tensiones y desequilibrios. Y es en ese contexto, en el que se producen innovaciones y cambio tecnológico. Y todo ello deviene, unidos los diferentes aspectos, en cambio histórico.

Valoración final

El trabajo de Hayden es más que recomendable, y el hecho de que se pueda acceder a él de manera libre y gratuita sólo lo hace más interesante. Es desde luego una síntesis muy completa; y sus reflexiones, aunque ocasionalmente rozan lo especulativo, son en un 99% válidas, y -sobre todo- enormemente útiles para los investigadores.

En concreto, me parece que el trabajo de Hayden puede suponer un punto de partida que mira hacia el futuro, para proponer o guiar las líneas de investigación de los próximos años, en el cambiante panorama de los estudios sobre las sociedades neandertales.


Referencia de Research Blogging

HAYDEN, B. (2012). NEANDERTAL SOCIAL STRUCTURE? Oxford Journal of Archaeology, 31 (1), 1-26 DOI: 10.1111/j.1468-0092.2011.00376.x


Bibliografía adicional:

Burke, A. 2006: Neandertal settlement patterns in Crimea: A landscape approach. Journal of Anthropological Archaeology 25, 510–23.

Farizy, C., David, F. and Jaubert, J. 1994: Hommes et Bisons du Paléolithique Moyen à Mauran (Haute-Garonne) (Paris, CNRS Editions).

Féblot-augustins, J. 1993: Mobility strategies in the Late Middle Palaeolithic of Central Europe and Western Europe. Journal of Anthropological Archaeology 12, 211–65.

Gilman, A. 1984: Explaining the Upper Paleolithic revolution. In Spriggs, M. (ed.), Marxist Perspectives in Archaeology (Cambridge), 115–26.

Henry, D. 2011: Late Levantine Mousterian spatial patterns at landscape and intrasite scales in Southern Jordan. In Le Tensorer, J.-M., Jagher, R. and Otte, M. (eds.), The Lower and Middle Palaeolithic in the Middle East and Neighbouring Regions (Liège, ERAUL), 1–18.

Kuhn, S. and Stiner, M. 2006: What's a mother to do? The division of labor among Neandertals and modern humans in Eurasia. Current Anthropology 47, 953–80.

Rios Garaizar, 2007: Industria lítica y sociedad en la transición del Paleolítico medio al superior en torno al Golfo de Vizcaya. Tesis Doctoral, U. de Cantabria.

Wobst, H.m. 1975: The demography of finite populations and the origins of the incest taboo. Memoirs of the Society for American Archaeology 30, 75–81.

martes, 31 de enero de 2012

¿Se descarta el Musteriense del Ártico? Lo siento, pero no.

ResearchBlogging.org


De qué vamos a hablar hoy: Byzovaya, Musteriense y discusiones científicas

A mediados de 2011 revisé un novedoso artículo que daba cuenta del estudio de materiales y fechación del yacimiento de Byzovaya, en el Ártico ruso Un lugar que está muy al Norte.


Esquema de la sección estratigráfica de Byzovaya. Fig. 2 en Slimak et al.(2011)

Aunque recomiendo la lectura o re-lectura de esa entrada y del artículo original, en resumen lo que el trabajo de Slimak et al. (2011)  explicaba era esto:
  • Byzovaya es un yacimiento al aire libre, que estaba enterrado en los potentes sedimentos loésicos de esas latitudes, que la reciente erosión fluvial (por el cambio de trazado y caudal de la red hídrica) ha dejado parcialmente al descubierto. 
  • Los materiales arqueológicos de Byzovaya, en concreto su industria lítica, responde en todas sus características técnicas (utiles configurados, tipo de retoque, tipo de percusión) y su estructura tecnológica (talla Levallois y discoide) a lo que se conoce cómo Musteriense, que en el Pleistoceno superior de Europa se asocia de modo sistemático con los Neandertales. Y, además, determinadas herramientas configuradas (retocadas) halladas en Byzovaya (cómo los “cuchillos Keilmesser" o las puntas "Blattspitzen") son típicas del Musteriense de Europa centro-oriental.
  • El yacimiento se ha fechado, usando una potente batería de dataciones de Carbono 14 (combinando diferentes laboratorios y con los métodos más modernos) y Termoluminiscencia, entre 31.000 y 34.000 años BP calibrados.
Utillaje musteriense de Byzovaya y núcleo discoide.
Fig. S5 en Slimak et al. (2011, material suplementario en linea).

Hoy retomo este tema, porque en este mes de enero de 2012 ha dado lugar, en las páginas digitales de la  revista donde se publicó el artículo original (Science), a un interesante debate (aunque, en mi opinión, con una clara conclusión, o dicho de otro modo un claro vencedor).

Punta "Blattspitzen"de Byzovaya. Fig. 4 en Slimak et al. (2012)

El debate al que me refiero es el que se establece entre los autores del trabajo original y otro grupo de investigadores (N. Zwyns, W. Roebroeks, S. P. McPherron, A. Jagich, y J-J. Hublin), cuando estos últimos niegan el carácter Musteriense del yacimiento de Byzovaya.

Las referencias relevantes son estas:
Comment on "Late Mousterian Persistence near the the Artic Circle"
Response to "Comment on Late Mousterian Persistence near the the Artic Circle"

Lo que han criticado

Comenzaré primero revisando la crítica de Zwyns et al (2012). Estos autores niegan el caracter Musteriense de Byzovaya y afirman que su industria lítica encaja mejor en el Paleolítico superior inicial de la región. Para ello, sus principales argumentos son los siguientes:

  1. En lo que se refiere a los útiles Musterienses
    1. Hay presencia de talla discoide y raederas con retoque escalonado (que sería similar al de las raederas Quina musterienses) en la cultura Streletskayiense del P. superior inicial.  
    2. Las puntas de retoque plano bifacial ("Blattspitzen") aparecen también en el yacimiento de P. superior inicial de Kostienki
    3. Los "cuchillos Keilmesser" son muy parecidos a útiles que aparecen en el P. superior inicial de Zaozer.
    4. Para cerrar este apartado, aportan una lámina (Fig. 2) en la que dibujan útiles de Konstienki (P. superior inicial) que son parecidos a los de Byzovaya. 
  2. La técnica Levallois no estaría demostrada de Byzovaya porque el núcleo ilustrado por Slimak no presenta una superficie de percusión facetada (que produciría lascas con talones facetados), algo que según Zwyns et al. es típico del Levallois.
  3. La ausencia de los elementos más típicos del Paleolítico superior (útiles de hueso o asta, colgantes, laminillas retocadas o no) en Byzovaya se explicaría por el pequeño tamaño de estos objetos y por la "posición secundaria" del yacimiento, de forma que los útiles de menor tamaño se han perdido o separado de los más grandes y pesados.   
  4. Por último, hacen referencia a la ausencia de cualquier otro yacimiento de Paleolítico medio o Musteriense en la región, lo que hace de la adscripción de Byzovaya una anomalía.
Figura 2 de Zwyns et al. (2012)


La crítica a la crítica

En cuanto a la respuesta de Slimak et al., desestiman la crítica por entero, y defienden y reafirman la adscripción Musteriense del yacimiento. Estas son sus principales razones:
  1. En cuanto al utillaje Musteriense:
    1. Los autores ya habían revisado exhaustivamente todas las colecciones de P. superior que se citan por Zwyns et al., y habían desestimado las supuestas similitudes o equivalencias.
    2. Los útiles de Zaozer son raspadores bifaciales con un frente regular semicircular, muy característicos, y no "cuchillos Keilmesser".
    3. En su estudio del P. Superior inicial de Konstienki y Biryucha Balka (más de 50.000 objetos) no encontraron tecnología Levallois o discoide. En su opinión, la suposición de que hay objetos de "aspecto arcaico" y talla discoide viene de la reutilización de ciertas lascas de retoque/configuración obtenidas del procesado de otros objetos. 
    4. Las "Blattspitzen" de Byzovaya responden a los criterios para identificar ese tipo de útiles, pero el objeto de Konstienki sólo tiene un parecido tipológico con ellos.
    5. La estrategia de mostrar una lámina de objetos "parecidos" tipológicamente, aislados de su contexto tecnológico, para demostrar la filiación de las industrias, es equívoca y no demostrativa. Sobre todo si los objetos de cada grupo provienen de diferentes conjuntos (en el caso de Zwyns et al., de diferentes niveles de Konstienki). Para probar esto, Slimak et al. añaden una columna con objetos también muy parecidos, pero de un yacimiento Neolítico de Francia. 
  2. El argumento de la ausencia de la técnica Levallois también se desestima, porque su presencia está acreditada por el conjunto de los rasgos técnicos de toda la muestra lítica, y el núcleo representado es típicamente Levallois (se cita ampliamente a F. Bordes para explicarlo, uno de los principales definidores de la técnica Levallois).
  3. La ausencia de utillaje de pequeño tamaño por la "posición secundaria" del yacimiento, según Slimak et al., es incorrecta desde su base, porque no es cierto que falten esos objetos: En Byzovaya los objetos mejores de 2 cm. de lado mayor suponen el 20,8% de los hallazgos. Esto se compara con Zaozer (P. superior), donde había menos objetos pequeños (16,3%) y sin embargo había numerosas laminillas y pequeños colgantes de asta y marfil.
  4. La región donde se ha encontrado Byzovaya fue estudiada por sólo tres arqueólogos a lo largo de los siglos XIX y XX, para una extensión superior a la de Francia. Por ello, no es nada extraño que no se conozcan más sitios de Paleolítico medio o Musteriense (y está el caso de  Mamontovaya Kurya, un yacimiento todavía más al norte y de industria poco diagnóstica, que podría ser similar a la de Byzovaya. 
Figura 3 en Slimak et al. (2012)

Pero... ¿están de acuerdo en algo?

Pues aunque pudiera parecer lo contrario, hay un punto en el que coinciden ambos grupos de investigadores, y es el de recomendar prudencia a la hora de asociar conjuntos arqueológicos y especies o poblaciones humanas. Eso sí, Zwyns et al. hacen más énfasis en las situaciones en que conjuntos Levallois (y, en general, de P. medio), se han asociado a los Humanos Anatómicamente Modernos (HAM), cómo en el Levante mediterráneo; y Slimak et al. en que, en Europa, todos los conjuntos Musterienses con restos humanos, hasta el momento, han sido Neandertales.

Balance final

Aunque es por supuesto mi criterio, y puede haber otras opiniones, creo que la respuesta de Slimak et al. a las críticas de los otros autores es, simplemente, demoledora. Sus argumentos y reflexiones analíticas sobre la gestión del utillaje en piedra tienen bastante más profundidad y son mucho más convincentes que las de Zwyns et al.. Y la lámina comparando Kostienki, Byzovaya y el yacimiento Neolítico es un argumento visual muy bien elegido.

En cuanto a lo que se refiere a la identidad, o no, de industrias líticas y poblaciones humanas, lo cierto es que es un tema sin resolver, y uno de enorme interés. Pero creo que necesitaremos más datos, sobre todo de las zonas más alejadas respecto a Europa occidental (la región más estudiada por el momento), para resolver este asunto, en un sentido o en otro.

No obstante, si que podemos adelantar lo que implicaría cada escenario. Por una parte, si se trata de poblaciones neandertales, tenemos una perduración tardía, y una prueba más de que esos grupos estaban muy ligados a sus tradiciones culturales, al menos en lo que se refiere a su instrumental en piedra. Y también la prueba de su capacidad para subsistir en climas árticos extremos.

Y, por otra parte, si se trata de "HAM musterienses", nos enfrentamos con una auténtica "caja de Pandora", que podría suponer una revolución conceptual de la prehistoria paleolítica. Para empezar, habría que desestimar definitivamente todas las ideas que asocian una "superioridad adaptativa" a las industrias, tecnologías y culturas materiales que aparecen en el Paleolítico superior (incluyendo el llamado "simbolismo"). Y en segundo lugar, gran parte de los hechos dados por ciertos (remplazamientos poblacionales, ritmo y rutas de expansión de los HAM) quedarían en terreno muy movedizo.

En todo caso, y para cerrar el tema, lo que está claro a la luz de los hallazgos de Byzovaya es que la tecnología y cultura material Musteriense, típicamente asociada a los neandertales, permite la supervivencia en áreas árticas, en condiciones extremas.

Bibliografía (y referencias de Research Blogging)

Slimak, L., Svendsen, J., Mangerud, J., Plisson, H., Heggen, H., Brugere, A., & Pavlov, P. (2012). Response to "Comment on Late Mousterian Persistence near the Arctic Circle" Science, 335 (6065), 167-167 DOI: 10.1126/science.1210211

Zwyns, N., Roebroeks, W., McPherron, S., Jagich, A., & Hublin, J. (2012). Comment on "Late Mousterian Persistence near the Arctic Circle" Science, 335 (6065), 167-167 DOI: 10.1126/science.1209908

Slimak, L., Svendsen, J., Mangerud, J., Plisson, H., Heggen, H., Brugere, A., & Pavlov, P. (2011). Late Mousterian Persistence near the Arctic Circle Science, 332 (6031), 841-845 DOI: 10.1126/science.1203866

lunes, 23 de enero de 2012

Kalavan-2 y el Musteriense de Armenia

ResearchBlogging.org
Introducción

Retomo el blog tras un largo parón vacacional, y para ello he preparado la recensión crítica de un reciente artículo (2010, en linea en 2011) de varios investigadores armenios y franceses, titulado Kalavan-2 (North of Lake Sevan, Armenia): A new Late Middle Paleolithic site in the Lesser Caucasus”.

Este trabajo  nos acerca tanto a los últimos Neandertales del Cáucaso (presuntos y probables autores de los restos hallados) a través de su cultura material, propiamente dicha (que también nos permite aproximarnos a su tecnología y su modo de vida), de tipo musteriense

El trabajo me llamó la atención porque, además de ser una región relativamente desconocida en occidente, tiene dos características propias que la hacen muy interesante: Por una parte, es una zona de frontera o contacto entre la Europa más oriental y la región conocida cómo Oriente Medio, que hace de puente entre Eurasia y África.

Y por otro lado,  es una altiplanicie montañosa con altitudes medias de 1700-1800 metros sobre el nivel del mar, lo cual convierte la región en un territorio realmente hostil en épocas de rigurosidad o inestabilidad climática. Y, aún así, parece que estuvo poblada, cómo veremos, a lo largo de diferentes momentos del Pleistoceno superior-final.


El yacimiento de Kalavan-2

El trabajo de R. Ghuskasyan et al. describe el yacimiento y los materiales arqueológicos de Kalavan-2, un sitio al aire libre en las montañas armenias; en concreto los resultados preliminares de las campañas de 2006 y 2007.

 Localización del yacimiento de Kalavan-2 en Armenia y situación de las principales fuentes de obsidiana (según R. Ghuskasyan et al., 2011). 

Kalavan-2 está situado a 1630 m. sobre el nivel del mar, en una terraza colgada unos 30 m. por encima del nivel fluvial actual. En una zona con evidencias de prehistoria reciente (tumbas de la Edad de los Metales, saqueadas) se excavaron tres trincheras a modo de sondeos estratigráficos (siendo la número 2 la más extensa y profunda), se halló un yacimiento Musteriense, y se reconstruyó una secuencia estratigráfica de 20 niveles sucesivos.

La arqueología de los niveles Musterienses

De los 20 niveles, cuatro dieron evidencias de Musteriense -o probable Musteriense-. Se trata de los niveles 6, 7, y 9-11 (de más reciente a más antiguo). Los niveles antiguos (9-11) dieron muy pocos materiales (12 en total) de aspecto general musteriense y con presencia de talla Levallois.

El nivel 7 es el más rico en materiales arqueológicos. La industria lítica se compone de algo más de 200 piezas de las cuales 130 son de obsidiana (y el resto, en general, distintas variedades de sílex). Muchos de los objetos retocados son de pequeño tamaño. Es un conjunto dominado por la talla Levallois de productos alargados y, tipológicamente, por las raederas laterales y las puntas.

Lítica de Kalavan-2  (según R. Ghuskasyan et al., 2011). 

Por su parte, el nivel 6 es algo más escaso en materiales y conviven una talla discoide de lascas, para obtener productos de cierto tamaño con un filo opuesto a un dorso espeso, y una talla Levallois de productos de tendencia laminar. Los autores asocian este conjunto al llamado Musteriense del Zagros-Taurus, que se extiende hacia Oriente medio (de Anatolia oriental a Iran). En ese sentido, los autores postulan que el sitio de Kalavan-2 se incluiría en un sistema o red de movilidad, territorialmente extenso, entre las Montañas del Caúcaso por el Norte y el sistema montañoso Zagros-Taurus por el Sur.

Este planteamiento estaría en consonancia con la importación de materias primas líticas, en concreto de la obsidiana. Este material es muy abundante entre las piezas líticas, pero no se encuentra en las proximidades del yacimiento y debe ser importado desde el sur o el oeste, a un mínimo de unos 90 km. Eso supone, según los estudios de rutas realizados con ArcGIS para la zona, un mínimo de tres o, más probablemente, cuatro días de viaje. Es importante señalar que esta movilidad se aplica tanto al nivel 6, típicamente ligado al Musteriense del Zagros-Taurus, cómo al nivel 7, más antiguo.

En cuanto a los restos de fauna, son escasos y están muy alterados por diferentes agentes tafonómicos, pero se pudieron detectar huellas de consumo antrópico (una marca de corte, restos de combustión, y posibles fracturas intencionales de las diáfisis). Practicamente todos los restos provienen del nivel 7, y se pudo indentificar la presencia de cabra (Capra sp.), uro (Bos primigenius), caballo (Equus caballus) y ciervo (Cervus elaphus).  

Desde un punto de vista cronológico, se dataron cuatro muestras por Carbono 14 AMS. Una del nivel 19 ofrece un resultado calibrado de 45,4 ka BP; dos del nivel 7 dan sendas dataciones calibradas de 31,6 y 39,6 ka BP. Y la última, del contacto 6/7 se dató por duplicado con dos sub-muestras separadas, dando sendos resultados de 19,9 y 23,9 ka BP. Sin embargo, los autores desestiman estas dos dataciones tan recientes, y la de 31,6 ka BP, cómo producto de contaminación y problemas estratigráficos,  prefiriendo una cronología de 39,6 cal. BP para el nivel 7.

Elementos de crítica y comentario

El trabajo en general ofrece una imagen sólida de “cuentas rendidas”, si bien de tipo preliminar, sobre los trabajos realizados en el yacimiento. Llama la atención el buen trabajo realizado sobre una fauna realmente escasa y fragmentaria, con análisis tafonómico, paleontológico, etc. En el apartado de la lítica, es muy completo en cuanto a las materias primas y la talla de las mismas, pero se echa de menos más información sobre la parte final de la gestión del utillaje: cómo se configuran, utilizan, y reavivan y/o reciclan estos objetos.

La parte cronológica, por otro lado, es problemática. Dicho de manera rápida y clara, las dataciones obtenidas son insuficientes para aportar un marco cronológico sólido para el yacimiento. Pero también es cierto que, en ese sentido, los autores anuncian que nuevas dataciones radiocarbónicas y de ESR están en camino. Yo recomendaría ampliar el espectro metodológico a la TL y/o OSL, y a las series de Uranio, porque cómo se puede ver en el trabajo, el C14 tiene límites y problemas bien conocidos; y la ESR también puede ser problemática (y alcanza mejores resultados cuando se combina con otros métodos de datación).

Yendo a cosas concretas, lo cierto es que, aunque algunos argumentos de los autores tienen mucho sentido (por ejemplo, los referidos a los problemas estratigráficos de los niveles recientes de la secuencia) resulta un poco “extraño” que se den por inválidas 3 de las 5 dataciones obtenidas, mientras que sólo se “salvan” dos -y son las que encajan, a priori, con hechos establecidos sobre la duración convencional del Musteriense.

Como ya explican los autores del trabajo, este asunto requerirá aún de una importante inversión de tiempo y esfuerzo (¡y dinero en dataciones!), para construir un marco cronológico más sólido.

Referencia de Research Blogging

Ghukasyan, R., Colonge, D., Nahapetyan, S., Ollivier, V., Gasparyan, B., Monchot, H., & Chataigner, C. (2010). KALAVAN-2 (NORTH OF LAKE SEVAN, ARMENIA): A NEW LATE MIDDLE PALEOLITHIC SITE IN THE LESSER CAUCASUS Archaeology, Ethnology and Anthropology of Eurasia, 38 (4), 39-51 DOI: 10.1016/j.aeae.2011.02.003

Bibliografía adicional

Adler, D. S. y Tushabramishvili N. (2004): “Middle Paleolithic patterns of settlement and subsistence in the Southern Caucasus.” En Settlement Dynamics of the Middle Palaeolithic and Middle Stone Age, N. Conard, A. Kandel (eds.). Tübingen, pp. 91-132.

Beliaeva E. V., Lioubline, V. P. (1998): “The Caucasus-Levant-Zagros: Possible relations in the Middle Palaeolithic.” En Préhistoire d’Anatolie: Gènese de deux mondes, vol. 1, M. Otte (ed.). Liege, pp. 39.55.

Golovanova, L. V., Doronichev V. B. (2003): “The Middle Palaeolithic of the Caucasus.” Journal of World Prehistory, vol. 17, pp. 71-138.


Y para revisar los conceptos de la talla lítica en el Paleolítico medio puede resultar útil este post: 


jueves, 17 de noviembre de 2011

Curvatura de la espalda y locomoción bípeda en los Neandertales

ResearchBlogging.org
Introducción y “descarga de responsabilidades”

En esta ocasión he preparado una reseña crítica, de un artículo de muy reciente difusión, “Lumbar lordosis of Extinct Hominins”, de Been, Gómez-Olivencia y Kramer, publicado por el Americal Journal of Physical Anthropology (2011).

Este trabajo se escapa un poco de mi área de especialización (la arqueología prehistórica) al centrarse en una parte concreta de la anatomía neandertal, que es la columna vertebral. Aún así, he tratado de revisar toda la bibliografía relevante sobre el tema específico, y de aplicar mis propios conocimientos, para divulgar este trabajo, y para aportar algunos –discretos- elementos de crítica.

Vaya por delante también que uno de los autores del artículo, Asier Gómez-Olivencia, es un buen amigo mío (de hecho, es el protagonista de una anécdota que recogí en un post escrito hace tiempo). No obstante, y cómo en otros casos, he tratado de que eso no influya a la hora de valorar y emitir juicios sobre el trabajo que nos ocupa.

La columna vertebral y la lordosis

La columna vertebral es una pieza fundamental de la anatomía de los homínidos, y la morfología y articulación de las vértebras tienen mucha relación con el tipo de locomoción y con la postura habitual de las diferentes especies. En concreto, el trabajo de Been, Gómez-Olivencia y Kramer trata sobre la curvatura de la parte baja, lumbar, de la columna vertebral. El término lordosis se refiere precisamente a la curvatura (o ausencia de ella) de esa parte baja de la columna. En el artículo hablan en general del ángulo de la lordosis (con las siglas LA, por la expresión inglesa lordotic angle).

Cálculo del "LA" sobre una radiografía lateral de la columna de un humano moderno (según Been, Gómez-Olivencia y Kramer, 2011)

En los humanos actuales el ángulo típico de la lordosis se considera un rasgo muy importante, porque facilita una locomoción bípeda eficaz. En los primates no bípedos, por otro lado, el ángulo de la lordosis es mucho menor, y se asocia con configuraciones muy diferentes de la columna, en relación con otras formas de locomoción y estación.

Materiales y metodología

El artículo recoge los resultados de la investigación de los autores sobre la lordosis en homíninos de Pleistoceno, en concreto en Australopithecus afarensis, Australopithecus africanus, H. erectus/H. ergaster, H. neanderthalensis (sic), y H. sapiens del Paleolítico superior. Para ello se utilizan una serie de técnicas métricas y estadísticas que paso a ennumerar: 
  • Un método novedoso (desarrollado por Been et al. 2010) para calcular el ángulo de la lordosis que –según los autores- permite obviar problemas cómo la ausencia de partes de la columna (discos intervertebrales) y del tejido blando que no fosiliza.
  • Mediciones de las vértebras fósiles de un conjunto (necesariamente pequeño, dado lo escaso de la muestra existente de homíninos extintos) de los australopitecos y homo antes citados.
  • Datos comparativos de poblaciones modernas de humanos y de primates no bípedos (macacos, gorilas, chimpancés, orangutanes, lemures, etc…)
  • Generación de modelos y pruebas estadísticas para calcular probabilidades de acierto/error e incertidumbres, y así robustecer sus conclusiones (de forma que no se basen sólo en operaciones métricas y matemáticas elementales), algo muy necesario dado lo exiguo de su muestra de individuos.
 Conclusiones de los autores

La principales conclusiones de éste trabajo son dos: Por una parte, que la condición común a los homininos bípedos de nuestro mismo “tronco ancestral” (los Australopitecus y el H. erectus/ergaster) es una lordosis más o menos similar a la moderna. Y, por otro lado, que los neandertales tenían un ángulo de lordosis que se aparta del común a los humanos modernos y otros homininos bípedos, pero tampoco llega a estar dentro de la variabilidad de los primates no bípedos.

Postura del humano moderno y del Neandertal (según Been, Gómez-Olivencia y Kramer, 2011)


Para los autores, eso apunta a diferencias “sutiles” en la forma de bipedestación y de locomoción bípeda de los neandertales (con respecto a la nuestra), y que estarían en relación con otras diferencias biomecánicas, sobre todo en la forma de la caja torácica y de la zona de la cintura. Es interesante señalar que estos autores llegan a parecidas conclusiones, y con la misma prudencia, que otro estudio que también abordó la lordosis en los neandertales, de hace tres años (Weber y Pusch 2008), aunque con una metodología completamente distinta.

Posición de las vértebras lumbares en humanos modernos y Neandertales (según Weber y Pusch, 2008)


Desde el punto de vista de la historia evolutiva de esos homininos Been, Gómez-Olivencia y Kramer creen que la lordosis actual es una condición adquirida en un momento temprano de su evolución, y que está relacionada con la locomoción bípeda. También proponen que la configuración diferente de los neandertales se explica como un rasgo heredado  de las poblaciones “europeas” del Pleistoceno medio (H. Heidelbergensis).

Por último, un comentario al final del apartado de discusión recuerda que la diferente lordosis del neandertal podría suponer una menor zancada y velocidad al paso, como ha propuesto Polk (2004). Pero también se comenta que una configuración y orientación algo diferente del torso neandertal, respecto al moderno, permitiría que la zancada y el paso no se vieran afectados.

Elementos de crítica y otros matices

En primer lugar quiero decir que me parece un trabajo ejemplar, desde el punto de vista de la metodología científica, y de la forma de presentar y detallar cada aspecto relevante de la investigación. Me gusta cómo se hacen explícitos los materiales, los métodos métricos, los modelos estadísticos, y sus variables y parámetros específicos (muy importantes, pero ausentes en otros estudios). En ese sentido, me ha llamado la atención que dedican un apartado a enumerar y reflexionar sobre los defectos de su investigación: las limitaciones en términos de muestra (tanto de individuos cómo de vértebras conservadas), y otros problemas, cómo la presencia de patologías en los huesos.

Dicho esto, también hay algunos detalles que me gustan un poco menos. Dentro de las limitaciones de su trabajo que ellos mismos apuntan, hay dos cosas que me gustaría señalar:

En primer lugar, afirman que ni las patologías detectadas en los individuos (como el viejo de la Chapelle-aux-Saints) ni los discos intervertebrales (ausentes en los fósiles) influyen en la configuración del ángulo de la lordosis. Pero esos dos aspectos son precisamente los argumentos básicos de muchos autores que han afirmado que  neandertales y modernos tienen una lordosis similar (Straus y Cave 1957, Arambourg 1955, Arensburg 1991, Patte 1955, Trinkaus 1983, Cleuvenot 1999).

Dado que muchos de estos autores llegaron de forma independiente a la misma conclusión (que la lordosis neandertal no era muy distinta de la moderna), y dado que algunos de ellos tenían una gran experiencia clínica de patologías de la columna, se hecha en falta que Been, Gómez-Olivencia y Kramer discutan esos aspectos un poco más.

Y, en segundo lugar, tenemos el tema del estado de conservación y la “reconstrucción” que han sufrido los fósiles. Para los tres neandertales estudiados (Kebara 2, Shanidar 3 y Chapelle-aux-Saints) desconozco cómo está Shanidar 3, y la conservación parece bastante buena en el caso de Kebara 2, pero ocurre lo contrario para el esqueleto de Chapelle-aux-Saints. Como explican Straus y Cave (1957):
           
            “… we were somewhat unprepared for the fragmentary nature of the skeleton itself and for the consequent extent of the restoration required. Nor were we prepared for the severity of the osteoarthritis deformans affecting the vertebral column. (…) The remaining thoracic and the lumbar vertebrae are also so defective that considerable restoration has been necessary; their original portions, however, exhibit evidence of a rather generalized osteoarthritis.”   
             
Por ultimo, me gustaría matizar una afirmación que se hace en dos apartados del trabajo, y es que sus resultados están en consonancia con las afirmaciones de M. Boule sobre la lordosis del Hombre de Neandertal (hechas en el trabajo de 1911-1913 sobre el viejo de la Chapelle-aux-Saints).

El problema que yo veo es que no pueden comparar sus resultados actuales (sólidos, cuantificados, contrastados) con la forma en que Boule llegó a sus conclusiones.  Porque, en mi opinión, sólo son la misma cosa si se aíslan de todos los razonamientos y datos que tienen detrás.

Hay que entender que Boule veía la lordosis del Neandertal (junto con otros muchos rasgos) cómo inferior y primitiva, intermedia entre la del Pithecanthropus erectus (hoy, Homo erectus asiático) y la configuración “superior” moderna


Habitante de la cueva de la Chapelle-Aux-Saints, de Frantizek Kupka, publicado en La Ilustración en 1909. 


De hecho, y cómo anécdota, creía que un antepasado más directo de los humanos modernos era el Hombre de Piltdown (que hoy sabemos que era una falsificación). Además, Boule creyó ver los rasgos “primitivos” del Neandertal en las “razas más inferiores”, cómo podían ser los aborígenes australianos. Por ello lo sitúa “exactement entre le Pithécantrope de Java et les races actuelles les plus inférieures” (Boule 1908).

Y, por último, no está nada claro que el propio Boule hubiera aceptado un trabajo tan detallado, cuantitativo, y específico como es el de Been, Gómez-Olivencia y Kramer (2011), ya que, cómo explica Hurel (2006), Boule buscó desmarcarse de los antropólogos escolásticos que languidecen sin grandes resultados, y “se parapetan en un sinnúmero de operaciones matemáticas”.


Actualización 18/11/2011: Asier Gómez-Olivencia ha tenido la amabilidad de escribir unos comentarios a esta revisión, que me ha enviado por correo-e. Con su permiso los reproduzco íntegros a continuación:

_______________________________________________

Millán, muchas gracias por tu reseña.
Me sirve mucho para un par de artículos nuevos que estoy preparando.
Me gusta tu comentario sobre la visión de Boule, que se podría clasificar como "right for the wrong reason" :)

Tengo algunos comentarios sobre tu reseña que espero que ayuden a clarificar algunos puntos.

1 - Los estudios de mediados de los 50 suponen un cambio de paradigma al aceptar a los Neandertales como plenamente modernos y no como tal como indicas tú "inferiores y primitivos". La contrapartida fue que se generó una visión de que la columna vertebral de los Neandertales es igual a la de sapiens (dentro del rango, aunque en el extremo robusto). Esto unido a la ausencia de comparaciones estadísticas generó una visión que se ha mantenido durante 50 años y que es ahora cuando se está empezando a cambiar. En los 50, las comparaciones consideraban a los Neandertales diferentes si llegaban a salirse del rango moderno, es decir infravaloraban las diferencias entre ambas especies. Mediante un test univariante sencillo, tipo t de student (o mann-whitney) se pueden observar muchas diferencias significativas no sólo en el acuñamiento de las vértebras lumbares sino también en otros rasgos la zona lumbar y en la zona cervical.

2 - En los años 80 y 90 se seguían usando los mismos tipos de comparación sin análisis estadísticos en las vértebras. Por ello, los estudios de Trinkaus (1983) o Arensburg (1991) vienen a decir que no hay diferencias entre Neandertales y sapiens. Eso sí, apuntan ciertos rasgos más comunes en Neandertales, que son significativos una vez hecho los análisis estadísticos. Ahora estoy haciendo nuevos análisis en las cervicales y me sale que hay diferencias significativas en todas las vértebras entre neanders y sapiens y en muchos casos los neanders están fuera del rango de mi población moderna de comparación (n=70), pasa lo mismo con las lumbares (hay rasgos que diferencian a los Neanders de los sapiens además de la lordosis). Pasaba lo mismo con el tórax de Kebara 2. Arensburg describió las costillas de manera exhaustiva pero SIN HACER UNA COMPARATIVA llegó a la conclusión de que el tórax Neandertal y el de sapiens es similar. En el reanálisis de este tórax vimos que sí que había diferencias (autobombo= Gómez-Olivencia et al., 2009 J. Hum. Evol). En mi opinión, esto es reflejo de la manera de funcionar de la ciencia, con continuas auto-correcciones y cambios de paradigma (y algo de movimiento pendular). En los 50, al luchar contra el paradigma de que los Neandertales fuesen más primitivos no dejaron sitio a que los Neandertales fuesen morfológicamente distintos (y lo son). Esto es lo que estamos haciendo ahora.

3 - El comentario de Straus y Cave. Es cierto que hay muchas patologías en La Chapelle, especialmente en el cuello. Pero sólo seleccionamos las vértebras en las que podiamos medir algo. Por ello, tuvimos que diseñar regresiones específicas para cada individuo, ya que no todos preservaban las mismas vértebras.

4 - Las patologías. Sí que hay patologías que afectan a los cuerpos vertebrales y que producen cambios posturales. Muchos están asociados a procesos de envejecimiento y tb se han observado en el registro fósil (Elvis en la Sima de los Huesos: + autobombo: Bonmatí et al., 2010 PNAS). En cambio, en este estudio tuvimos mucho cuidado con esto ya que aunque alguna de las vértebras puede estar ligeramente afectada por patologías, éstas no son de la magnitud que presenta Elvis ni tiene el mismo aspecto externo. Creemos que nuestros resultados sobre las diferencias entre Neanders y sapiens en la lordosis lumbar son robustos por otros dos motivos: vértebras individuales de Neandertales jóvenes (Regourdou 1) presentan el mismo patrón con acuñamientos similares a los individuos más mayores, es decir, incluso los Neandertales jóvenes y sanos parecen ser menos lordóticos. Segundo en el caso de la Sima de los Huesos, teniamos un sacro con su superficie horizontal, tanto en un individuo patológico como en uno sano. Esta conformación está relacionada con columnas vertebrales menos lordóticas.

5-El método estadístico obviaba los discos intervertebrales y su función para poder comparar las radiografías modernas con los elementos esqueléticos fósiles.

Todavía queda mucho trabajo por hacer con las vértebras Neandertales y con la reconstrucción de la postura, su ontogenia etcétera.

En todo caso, es una pena no tenerte como referee durante el proceso de publicación, xq hubieses ayudado a mejorar el paper. Un abrazo,
Asier

_______________________________________________


Bibliografía adicional

Arambourg, C. (1955): "Sur l'attitude en station verticale des Néanderthaliens" Comptes Rendus de l'Académie des Sciences de Paris, nº 240, p0p. 804-806.

Arensburg, B. (1991): "The vertebral colum, thoracic cage and hyoid bone" en O. Bar-Yosef y B. Vandermeerch (Ed.) Le Squelette Moustérian de Kebara 2, CNRS, Paris, pp. 113-146.

Been,  E., Barash, A., Marom, A., Aizenberg, I., Kramer, P. (2010): "A new model for calculating the lumbar lordosis angle in early hominids and in the spine of the neanderthal from Kebara" Anat Rec (Hoboken). 293 (7), pp. 1140-1145.

Been, E., Barash, A., Marom, A., Kramer, P. (2010): "Vertebral Bodies or Discs: Which Contributes More to Human-like Lumbar Lordosis?" Clinical Orthopaedics and Related Research, v. 468, nº 7,pp. 1822-1829.

Boule, M. (1908): "L'Homme fossile de la Chapelle-aux-Saints (Corrèze)" L'Anthropologie, v. 19, pp. 519-525.

Boule, M. (1911-1913): L' homme fossile de la Chapelle-aux-Saints, Annales de paléontologie. Masson, Paris.

Cleuvenot, E. (1999): Courbures saggittales de la collone vertébrale déterminées par la morphologie des vertebras. Tesis Doctoral, Universidad de Burdeos.

Gómez-Olivencia, A. (2009): Estudios paleobiológicos sobre la columna vertebral y la caja torácica de los humamos fósiles del Pleisstoceno, con especial referencia a los fósiles de la Sierra de Atapuerca. Tesis Doctoral, Universidad de Burgos.

Hurel, A. (2006): "“N’est-il pas infiniment plus honorable de descendre d’un singe perfectionné que d’un ange déchu?” La découverte de l’Homme de la Chapelle-aux-Saints dans son contexte historique", Bulletins et mémoires de la Société d’Anthropologie de Paris, 18 (1-2), pp. 7-14.

Patte, E. (1955): Les néanderthaliens Masson, Paris.

Polk, J. D. (2004): "Influences of limb proportions and body size on locomotor kinematics in terrestrial primates and fossil hominins", Journal of Human Evolution, v. 47, nº 4, pp. 237-252.

Straus, W. L. y Cave, A. J. E. (1957): "Pathology and the Posture of Neanderthal Man" The Quarterly Review of Biology, v. 32, nº. 4, pp. 348-363.

Trinkaus, E. (1983): The Shanidar Neanderthals Academic Press, Nueva York.

Weber, J. y Pusch C. M. (2008): "The lumbar spine in Neanderthals shows natural kyphosis" European Spine Journal, v. 17, Sup. 2, pp. 327-330.


Referencia de Research Blogging

Been, E., Gómez-Olivencia, A., & Kramer, P. (2011). Lumbar lordosis of extinct hominins. American journal of physical anthropology PMID: 22052243

viernes, 11 de noviembre de 2011

Genoma Neandertal IV: Datos en UCSC


Un post "telegráfico" para recomendar esta página:


En ella, los postulantes a genetistas e investigadores en paleogenética, y los aficionados más metidos en el tema (entre los que no me cuento) podrán encontrar una impresionante colección de herramientasenlaces a las bases de datos de información en bruto que se usan en los trabajos científicos sobre esos temas.

martes, 8 de noviembre de 2011

El artículo de datación por radiocarbono, sin una fecha de radiocarbono. Traducción de una nota de John Hawks



Introducción a la nota traducida:

La semana pasada, los medios de divulgación, blogs  y redes que se interesan por la arqueología y la paleoantropología, se inundaron con noticias de titulares llamativos, que hablaban de nuevas pruebas científicas de unos determinados hechos, a saber: 
  • Que la presencia de los humanos modernos en Europa era anterior a lo que se había pensado, en varios miles de años,
  • Y que quedaba probado por huesos humanos de una cueva británica (la Caverna de Kent) y otros de una cueva italiana (Grotta del Cavallo).
Todas esas informaciones tenían en realidad, una única fuente original: Dos artículos publicados en esos días en el mismo número de Nature. Y, sobre todo, un gran esfuerzo publicitario de esa revista, por hacer destacar su contenido entre los medios de divulgación científica.

Lo cierto es había pensado escribir una revisión crítica de uno de los dos artículos (el de Higham et al.), reflexionando sobre el papel de las revistas científicas y de divulgación; y sobre el compromiso (o falta del mismo) con los resultados reales de la investigación. Y entones leí la crítica que había escrito John Hawks, en su bien conocido blog de paleoantropología, sobre el artículo en cuestión. 

Me parece sus líneas explican a la perfección los reparos y frustraciones que provocan trabajos cómo el que nos ocupa (Higham et al.), por lo que le he pedido a Hawks permiso para traducir y publicar su post integro:  
  

El artículo de datación por radiocarbono, 
sin una fecha de radiocarbono

Por John Hawks (7/11/2011) 

Nature ha publicado esta semana dos artículos sobre yacimientos arqueológicos europeos, cercanos al final de los neandertales, y al comienzo de la transición arqueológica a las industrias del Paleolítico superior.

Aquí, voy a dedicar un poco de atención al primero de ellos, de Tom Higham y colaboradores [1], que analiza la morfología y la datación de unos fragmentos de maxilar de la Caverna de Kent, Inglaterra. El artículo afirma que es el espécimen más antiguo de humano moderno de Europa occidental.
  • Se cree que los primeros humanos anatómicamente modernos de Europa aparecieron alrededor de 43,000-42,000 años calendario antes del presente (43 a 42 ka cal BP), por asociación con los sitios y conjuntos líticos del Auriñaciense que se asume que fue hecho por humanos modernos, en lugar los neandertales. Sin embargo, la evidencia física real de los humanos modernos es muy poco frecuente, y las dataciones directas no llegan más atrás de unos 41-39 BP ka cal BP, dejando un vacío. Aquí se muestra, a partir de los datos estratigráficos, cronológicos y arqueológicos, que un fragmento de maxilar humano del sitio de la Caverna de Kent, R. U., data del período más temprano. El maxilar (KC4), que fue excavado en 1927, fue identidicado en inicio como humano moderno del Paleolítico superior. En 1989, fue datado directamente por radiocarbono con acelerador de espectrometría de masas, en 36.4-34.7 BP ka cal BP.  Usando un análisis bayesiano de nuevas fechas sobre colágeno óseo ultrafiltrado, en una secuencia estratigráfica ordenada del sitio, mostramos que esa fecha es una sub-estimación considerable. Por contra, KC4 se data en 44.2-41.5 BP ka cal BP. Esto lo hace más antiguo que cualquier otro espécimen humano moderno datado de forma equivalente, y directamente contemporáneo de los últimos neandertales europeos ...
Una cosa que no veréis en ninguna parte de la información del artículo: No hay una fecha de radiocarbono nueva para el maxilar.

¡
Debo admitir que el papel me confundió completamente y tuve que leer todo el asunto varias veces! La primera vez, estaba tan ocupado concentrándome en cómo obtuvieron su nueva "estimación de fecha", que me salté por completo la única frase que indica que no hay ningún resultado de radiocarbono.

El suplemento proporciona más detalles. La datación por radiocarbono de muestras de fauna en la estratigrafía llevó a los autores a sospechar que la fecha de 1989 para el maxilar (30.900 +/- 900 BP) era demasiado reciente. Un rinoceronte lanudo y otros dos huesos por encima del maxilar, a una profundidad de en torno a un metro, dieron fechas de radiocarbono alrededor de 6.000 años más antiguas. Por eso, redataron el maxilar, pero no consiguieron suficiente colágeno para obtener un resultado:
  • Para seguir explorando esto, se obtuvo un permiso del Museo de Torquay, con el fin de obtener una pequeña muestra de la dentina del P3 derecho del especimen KC4, para otra datación directa. El diente se extrajo del maxilar y fue cuidadosamente muestreado en la ORAU, de modo que el orificio externo no puede verse desde el exterior una vez que el diente ha sido re-emplazado. Sólo se pudo obtener 89 mg. de muestra debido al pequeño tamaño del diente. Produjo un 0,4% de colágeno después de la ultrafiltración de pre-tratamiento, pero la cantidad total extraída fue demasiado escasa para una medición fiable de AMS, por lo que la muestra no fue datada (tabla S2).
Por lo tanto, si no se obtiene un resultado de radiocarbono del maxilar, ¿por qué se informa que este es el primer ser humano moderno en Europa occidental?

Lo que hicieron: Usaron las fechas de radiocarbono de fauna, y la profundidad de los especímenes de fauna en la estratigrafía, para interpolar una fecha para el maxilar ante la ausencia de información radiocarbónica. El artículo de Nature es, simplemente, una información sobre ese modelo de interpolación.

Podemos observar la Figura 3 del artículo para tener una imagen resumida de las fechas de AMS para los especímenes humanos del Auriñaciense temprano en diferentes partes de Europa. La nueva fecha del maxilar de la Caverna de Kent queda muy separada de esa distribución.


  • Figura 3 de Higham et al. Pie original: "Comparación de las determinaciones de directas de radiocarbono de los huesos de la AMH de yacimientos paleolíticos europeos con el modelo de edad de KC4.  Calibrado con la cuerva INTCAL09curve12. Los corchetes bajo la distribución representan intervalos del 68,2 y el 95,4%  de probabilidad, respectivamente. El PDF derivado del modelo bayesiano de KC4 (la edad modelada del maxilar en rojo) es anterior a la fecha original directa de Caverna de Kent (Oxa-1621) y a todas las demás, y se superpone al comienzo del intervalo de edad del primer Auriñaciense europeo, que se acepta ampliamete que está vinculado con los primeros HAM. Las fechas de radiocarbono de colágeno ultrafiltrado se indican con texto de color rojo; las fechas no ultrafiltradas están en negro. Los asteriscos indican las fechas duplicadas sobre el mismo hueso humano. La fecha de Oase es una media de dos determinaciones, una ultrafiltrado y la otra no.
La distribución roja es la nueva fecha modelizada para el maxilar, mucho más temprana que cualquier otro espécimen. La distribución gris que se indica para la Caverna de Kent es la fecha de 1989, con un modelo de calibración aplicado a la misma.

La asociación arqueológica del maxilar es muy débil, como resumen Higham y sus colaboradores:
  • El maxilar fue hallado en 1927 a una profundidad de 10 pies y 6 pulgadas (3,23 m.) debajo de una "estalagmita granular" clave, usada como datum durante las excavaciones realizadas entre 1926 y 1941 por la Sociedad de Historia Natural de Torquay. Debajo de ella se encontraron dos láminas similares a las descubiertas en las industrias auriñacienses, y aún más abajo se hallaron dos hojas que se asemejan a las de las industrias de Paleolítico Superior inicial del complejo Lincombian-Ranisian-Jerzmanowician, que de manera provisional están asociados a los neandertales.
Tal y como son, esas asociaciones permiten una fecha muy posterior y tampoco se oponen a una anterior. Ciertamente no hay suficiente para hablar de una fecha de "Auriñaciense temprano" con esta base, la industria no es diagnóstica.

Podéis ver por qué me pareció tan irritante. Aquí tenemos un artículo tratando de hacer mucho ruido, estableciendo, en la literatura, la propuesta de que tenemos humanos modernos asociados al Auriñaciense, en la Caverna de Kent antes que en cualquier otro lugar de Europa. La estimación de la fecha que se ofrece es un claro outlier en comparación con los restos humanos en cualquier otro sitio. Y aunque hay una estimación por radiocarbono, es ignorada (posiblemente por una buena razón) en favor de un modelo que no la incluye, porque el radiocarbono dio una fecha más joven que lo que busca el articulo, por siete mil años o más.

No digo que los autores podían haberlo hecho mejor con el material que tenían. A veces no obtenemos resultados concluyentes, y es algo que se espera de la paleoantropología. Sólo pienso que es bizarro que Nature haya puesto toda ese esfuerzo de prensa en un artículo de datación sin una datación.

ACTUALIZACIÓN (07/11/2011): Un par de personas me han contactado, confundidas por las fechas de la figura, de otros sitios del Paleolítico Superior inicial, que en apariencia son muy antiguas. La gráfica muestra las fechas calibradas, no fechas radiocarbónicas. He notado una tendencia en los últimos años de aportar y representar sólo fechas calibradas, en lugar de las determinaciones de radiocarbono real. Creo que es un hecho muy negativo, ya que crea confusión entre el modelo de calibración y los datos originales. Vemos lo confuso que puede ser esa presentación, en este trabajo, donde un resultado que no proviene de los datos de radiocarbono se representa junto con fechas calibradas, sin distinción alguna entre los dos.

Referencias

[1] Higham T, T Compton, Stringer C, Jacobi R, Shapiro B, E Trinkaus, Chandler B, cañoning F, C Collins, Hillson S, et al. 2011. La evidencia más temprana de los humanos anatómicamente modernos en el noroeste de Europa. Nature. 

Sinopsis:

Una nueva datación de un maxilar de la Caverna de Kent, Reino Unido, tiene una omisión sorprendente.