jueves, 8 de noviembre de 2012

La accidentada historia de la conferencia sobre los "hobbits"

       
Un tema interesante, y unos hechos un poco lamentables

He decidido hacer una excepción  a mis habituales posts sobre los modos de vida y la cultura de los Neandertales, para exponer y comentar aquí una noticia que me parece curiosa y bastante lamentable. Se trata de lo siguiente:

Brent Alloway, profesor de la Universidad de Victoria en Wellington, Nueva Zelanda, iba a dar una charla sobre el Homo floresiensis. Como la mayoría sabréis, esta especie humana extinta, que revolucionó nuestro conocimiento de la evolución del género Homo, ha sido apodado, familiarmente, "Hobbit", tanto por la prensa, como por la comunidad científica y el público en general (al menos el sector aficionado a temas de antropología).

A returning Hobbit hunter. Peter Schouten.

Una curiosa coincidencia de fantasía y ciencia

Ese nombre se debe a la asombrosa coincidencia (en tamaño y altura típica) del mencionado Homo floresiensis con unos hombrecillos de ficción, los "hobbits", imaginados por el Profesor John Ronald Reuel Tolkien, y retratados en sus dos obras "El Hobbit" y "El Señor de los Anillos", así como mencionados también en varias obras póstumas de J. R. R. Tolkien, publicadas por sus herederos (entre las que destaca "El Silmarillion").

La cuestión de los herederos nos llevará de nuevo al Homo floresiensis y a Brent Alloway, pero un poco más de paciencia por favor.

Resulta que las obras de Tolkien han tenido un éxito absoluto y, en mi opinión, muy merecido por su enorme calidad y profundidad, siendo re-editadas una y otra vez desde mediados del S. XX hasta nuestros días. Así, han permeado por completo toda la literatura fantástica y todo el mundo de la ficción y el entretenimiento en general (cine, televisión, cómic, juegos de mesa y de rol, videojuegos y un largo etcétera...).

Derechos, explotación y copyrigths

Hoy en día, y sobre todo tras las adaptaciones al cine realizadas por Peter Jackson de "El Señor de los Anillos", y las que prepara de "El Hobbit", existe un amplio y complejo entramado de derechos cedidos y no cedidos, y sobre todo de intereses económicos en torno a la explotación de la fantasía "tolkieniana".

En el centro de esos intereses está la organización legal Tolkien Estate, que controla y gestiona el patrimonio de J. R. R. Tolkien, sobre todo los asuntos de derechos de autor y copyright. Los herederos directos de Tolkien (hijo, nieto) son, por así decirlo, las cabezas visibles de esa organización.

Sin embargo, los derechos para la explotación en cine y televisión y otros medios de ciertos elementos de la obra de Tolkien (básicamente, "El Señor de los Anillos" y "El Hobbit") han sido cedidos a la empresa Zaentz Company/Middle-earth Enterprises.

Ahora, y gracias por vuestra paciencia, volvemos al homínido de Flores y a la Universidad de Victoria. Resulta que ese profesor, Brent Alloway, había organizado esa charla que mencionaba antes: un evento (público y gratuito) de difusión del trabajo científico en torno al Homo floresiensis, de manera que coincidía, más o menos, con el estreno de la primera película de la adaptación al cine de "El Hobbit". Por esos motivos había propuesto el título "El Otro Hobbit" para su charla.

Reconstrucción de la mujer H. floresiensis LB1. Elisabeth Daynès.

En ese punto, como muestra de cortesía, Brent Alloway escribió a los depositarios de los derechos de autor para informarles del título de su charla, pero la respuesta que recibió fue de la firma de abogados A. J. Park de Wellington, en nombre de Middle-earth Enterprises. En la misiva se le informaba de que no permitían el uso de la palabra "hobbit" en el título y que debía cambiarlo. Y en concreto:

"...it is not possible for our client to allow generic use of the trade mark HOBBIT."

Es decir, que no se permitía el uso "genérico" de la marca registrada "Hobbit". Por ese motivo el Profesor Alloway, admitiendo no estar familiarizado con el tema de las marcas registradas y los derechos de autor, decidió cambiar el título de la conferencia. El nuevo título es "Una nueva especie de Gente Pequeña descubierta, desentrañando la leyenda tras el Homo floresiensis".


Hobbit head. John Gurche.

Llegados a este punto, ya la cosa parece bastante absurda: Una empresa impone un bloqueo al título de una conferencia de divulgación científica, hecha sin ánimo de lucro. Y el bloqueo recae además sobre un término extensamente aceptado y utilizado en el lenguaje común, y en el de los medios de comunicación, como apodo de una especie humana extinta. Y su "lógica" es que se trata de una marca registrada.

En mi opinión, y aunque tuvieran estrictamente razón y Hobbit sólo pudiera ser una marca registrada (y no por ejemplo, una palabra de uso común, o un término de la lengua inglesa anterior a Tolkien), me parece que prohibir su uso en un acto de esas características es una soberana tontería. Sólo perjudica a la marca, y en último término a la reputación y la imagen de las organizaciones involucradas, tanto Zaentz Company/Middle-earth Enterprises como Tolkien Estate.

Pero es que resulta que, muy probablemente, ni siquiera tengan razón en la parte del copyright y la marca registrada.

Es cierto que Tolkien dijo en varias ocasiones que él había imaginado la palabra "hobbit" para el personaje central de su  novela del mismo nombre. Y es cierto también que, en fechas posteriores, creó incluso una etimología ficticia para el término dentro de su mundo de ficciónhol-bytla "hole builder" (es decir, constructor de agujeros).

No obstante, el mismo Tolkien sospechaba al final de su vida que, de alguna forma, el nombre en sí podía haberlo leído en algún sitio. Así lo comunicó a los responsables del Diccionario Oxford de inglés, y eso queda mucho después (diciembre de 2003) reflejado en el Boletín de dicho Diccionario:

"4. hobbit — J. R. R. Tolkien modestly claimed not to have coined this word, although the Supplement to the OED credited him with the invention of it in the absence of further evidence. It seems, however, that Tolkien was right to be cautious. It has since turned up in one of those 19th-century folklore journals, in a list of long-forgotten words for fairy-folk or little people. It seems likely that Tolkien, with his interest in folklore, read this and subconsciously registered the name, reviving it many years later in his most famous character. [Editor's note: although revision of the OED's entry for hobbit will of course take this evidence for earlier use into account, it does not yet appear in the online version of the entry.]"

En concreto, hay una obra del S. XIX donde aparece claramente la palabra "hobbit", para referirse a un tipo de hada en un largo listado de dichos seres imaginarios. Se trata de los "Denham Tracts" recopilados por Michael Aislabie Denham entre 1846 y 1859.

Denham Tracts, reimpresión de 1892

Este origen anterior y probable inspiración inconsciente (*) de Tolkien hace menos legítimos todavía la falta de tacto y el "copyright bulling" perpetrado por Zaentz Company/Middle-earth Enterprises sobre la charla de Alloway. Al menos, esa es mi opinión.

(*) - A poco que se conozca su obra y trayectoria vital, literaria, y como académico filólogo resulta obvio que el Profesor J. R. R. Tolkien jamás habría ocultado el verdadero origen del nombre.

Otras fuentes: Son recomendables las notas de John Hawks y de Martin Cagliani en sus respectivos blogs, sobre este tema, que me han servido de base e inspiración para este post.  También este artículo de prensa de The Guardian.

6 comentarios:

Maju dijo...

Es tan ridículo que si tuviera un ejemplar de obras de Tolkien (que son implícitamente racistas y eurocéntricas en mi opinión) lo quemaría. Creo que la atribución de "profundidad" que otorgas a estos títulos no está justificada, son una buena "novela de caballerías" moderna y punto.

Pero está bien para ilustrar lo absurdo que es la misma teoría del copyright y la patente. Con 25 años de privilegio sobraría, 75 años es un abuso. Los descendientes que escriban sus propios libros! Además el privilegio no debiera nunca extenderse al uso sin ánimo de lucro, así las vacunas podrían hacerse siempre que se distribuyeran a precio de costo y la palabra "hobbit" podría usarse siempre que no hubiera dinero de por medio.

Pero, claro, a los vampiros del Capital eso les arrebataría sus colmillos.

Anónimo dijo...

Ummm, ahora conociendo los hechos, puedo AFIRMAR que pedir permiso a los propietarios de la marca para un "uso genérico" es una soberana estupidez.
Como marca para designar un producto o servicio se puede registrar un nombre conocido. La marca registrada no puede ser, entre otras cosas, descriptiva. La marca "Hobbit" no protege seres pequeños (no existe), y probablemente tampoco servicios de consultoría y charlas.
Un problema de una marca es "morir por el éxito". Es decir, que la marca pase a hacer referencia a un genérico. Al ser un genérico, la utilidad de la marca contra otros competidores queda reducida.
Aquí es donde afirmo que hay que ser muy "tonto" para pedir permiso para su utilización genérica.
Si la utilización es genérica y hobbit no se utiliza como marca, no hay que pedir permiso. Pero peor es pedirles permiso para su utilización como genérico. Es como decirles "dime que tu marca no sirve para ningún uso" (ni películas de ficción ni nada) Porque si reconoce que su marca tiene usos genéricos, pierden fuerza contra competidores (otras empresas del ramo, no el doctor)
Para colmo, en este momento, tienen un litigio con el nombre de una película de aventuras.
Y, sin decirlo, lo explica en la carta "es que no te podemos decir otra cosa" "es que tenemos obligación de responderte diciendo que no", cuando puede que hubiesen preferido quedar callados o haber dado la autorización de manera verbal (por la legislación USA, una vez se les pide la autorización por escrito, han de dejar constancia de su respuesta por escrito por temas de discoveries judiciales posteriores)
Un saludo

Anónimo dijo...

Maju, no te había leido. Es un problema de la jurisprudencia USA (doctrina de los actos propios o "estoppel") Creo que los abogados entienden que no pueden extenderse a actos no comerciales (al menos en Europa no, siempre que no suponga un daño a la marca) pero no pueden permitir dar por escrito un permiso que pueda ser utilizado posteriormente por un competidor (también capitalista) como antecedente de que su marca no vale por ser genérica. En España no hay discoveries, y la doctrina de los actos propios varía, así que otra respuesta hubiese sido posible sin menoscabo de los intereses del propietario de la marca.

Millán Mozota dijo...

Maju, discrepo sobre Tolkien (respetando tu opinión por supuesto):

La obra de Tolkien no es en mi opinión racista.
Yo creo que ese es un tópico habitual, atribuído por una lectura muy superficial de algunos puntos de su obra. y ha sido a menudo una crítica malintencionada, por "wanna-be-writters" queriendo llamar la atención (esas críticas malintencionadas a las que me refiero sucedieron sobre todo a finales del S. XX).

Yo he leído todas las obras de Tolkien de ficción, y varias cosas de no ficción (y en concreto, las novelas y cuentos que publicó él en vida, las he leído muchas veces cada una). Entre las de no ficción, sobre todo me han interesado sus trabajos sobre teoría de la literatura, naturaleza de "lo fantástico", meta-narración, etc..
Y desde ese conocimiento, yo considero profundamente injusta y bastante desenfocada esa crítica.

Por otra parte, quizás no conozcas esta carta de J. R. R. Tolkien:

http://www.lettersofnote.com/2012/03/i-have-no-ancestors-of-that-gifted.html

Y permíteme insistir en la fecha de la carta, 1938.

Y bueno, si, su obra es indudablemente eurocéntrica, pero no se si tiene sentido decirlo como crítica.

Lo es, en un sentido muy general. Del mismo modo que es eurocéntrica el 99,99% de la literatura anglosajona del S. XX.

Yo pienso que no puede aducirse, como crítica, que sea eurocéntrica temáticamente, ya que algo que quiere ser una "fantasía mitológica" sobre el occidente anglosajón, simplemente, por pura lógica, tratará sobre ese occidente anglosajón.
Y buscará las resonancias de sus leyendas, su historia y sus cuentos populares... y sus juicios, ideas, temas, creencias y prejuicios...

Tolkien no quiso hacer una "fantasía mitológica" para la China, ni para la India, ni para África central, ni para las islas de Oceanía, ni para la América indígena, o la Latina, etc, etc, etc... Y no porque los considerase inferiores o algo por el estilo, que no era el caso.

Yo personalmente creo que en buena parte es por prudencia: porque, literariamente, sólo se sentía cómodo escribiendo sobre y en los ámbitos que dominaba minuciosamente, con un nivel máximo de erudición y academicismo, y con un dominio total del universo de discurso.

Pero sea cómo sea, el caso es que no quiso hacer una "fantasía mitológica" de otros ámbitos culturales, simplemente quiso hacerla para el occidente anglosajón...

Por tanto, y a mi modo de ver, es como si dijéramos que la obra de Mishima es japonesocentrista... O la de JR Jiménez euromediterraneo-centrista... es tan cierto como poco relevante en términos de valoración de la obra.

Por otro lado, Tolkien SI que es moralista, tradicionalista y deísta, pero de una forma coherente, evidente, sujeta a principios, y razonable; no de manera oculta o propagandística.

Evidentemente no comparto esos rasgos del autor (moralismo, tradicionalismo, deísmo) pero eso no me impide tener una enorme admiración por su capacidad narrativa, su dominio del lenguaje y su ingenio+trabajo (colosales ambos en mi opinión) para la construcción de un imaginario.

Millán Mozota dijo...

Muy interesante aporte sobre las dinámicas de la marca registrada y la utilización genérica, Anónimo.

Millán Mozota dijo...

Blogger se había quedado un comentario (el nº 3) y ahora lo devuelve... -.-
disculpad las molestias